Pétalos ➳ Cryle

¿Me quiere?

Desperté con el molesto sonido de la alarma de las seis de la mañana taladrando en mis tímpanos. Estiré el brazo con pesadumbre, apagando el despertador.

Suspiré. 

No me apetecía levantarme y empezar un nuevo día.

Me dolía la cabeza, incómodas punzadas se hacían presentes en mis sienes. Sentía los ojos secos y los párpados hinchados. Por eso detestaba llorar.

Sacando fuerzas de no sé dónde, me levanté y me arreglé para ir a la escuela.

Con mi mochila al hombro y las llaves de la casa en mano, caí en cuenta de que esta vez iría solo al instituto. Ya me había acostumbrado a la idea de ser acompañado por Stan.

Stan no asistiría durante estos días debido a la suspensión por pelearse con Craig. Y, de todas maneras, no tenía la certeza de si nuestra relación iba a seguir como era después de su confesión.

—¿Ya te vas, cielo?

Volteé en cuanto oí la voz de mi madre a mis espaldas. Me miraba con una pequeña sonrisa. Tras lo ocurrido se había vuelto mucho más apegada a mí, preguntándome en repetidas ocasiones si todo estaba yendo bien en la escuela. Yo le respondía que sí. Lo que menos quería era preocuparla más de lo que ya estaba.

—¿Irás con Stan?

—Sí —mentí descaradamente—. Nos juntáremos donde siempre.

—Me alegra saber que tienes un amigo tan bueno como él.

—Igual a mí —forcé una sonrisa—Bueno, ya me voy antes de que se haga tarde.

—Que tengas un buen día.

—Gracias.

Salí de casa rumbo a la escuela. El clima era agradable, el frío disminuía a estas alturas del año, por lo que ya no era necesario el uso de bufandas o guantes.

Saqué mis auriculares y los conecté en mi móvil. El camino sin las bromas o comentarios de Stan se iba a sentir largo. Hace un tiempo que habíamos dejado de tomar el autobús para disfrutar del paisaje o simplemente para mantener una amena charla antes de empezar la jornada de clases.

No sé si caminé demasiado rápido o me metí mucho en las canciones que sonaban en mis cascos, pero llegué antes de lo que hubiera querido a la escuela.

Cuando ingresé no pudo evitar sentir un escalofrío al ver variados grupos de estudiantes conversando entre ellos. El lado bueno era que ya no escuchaba mi nombre salir de sus chismosas bocas. Había quedado en el olvido tras la noticia del regreso de una de las parejas más famosas del instituto.

Me aliviaba de cierta manera saber que ya no era el centro de conversación entre los pasillos de la escuela. Solo quedaba una persona que seguía muy al pendiente de mí, y que parecía odiarme con todo su ser.

Me dirigí al salón de clases que me tocaba ese día.

La clase de Literatura no estaba precisamente interesante, quizás en otro momento habría prestado suma atención, mas con todo lo que estaba ocurriendo, no me apetecía oír a la maestra leer el Quijote.

—¿Y el hippie de Marsh? —preguntó Cartman a mi izquierda.

Sí... No tenía con quién más sentarme. Stan no estaba, ni idea de en dónde se había metido Kenny, y Wendy estaba junto a Heidi por lo que, mi única compañía, era Eric.

—Lo suspendieron por la pelea con Craig —respondí, sin dejar de rayar en mi libreta.

—Ese idiota —soltó una escandalosa risa.