X

317 41 18
                                    

Bebé por encargo: Manual de la cigüeña para futuros padres primerizos.

Capítulo Diez.

Convertirse en padre parece fácil, lo aterrador es la inexperiencia. Recuerda: Estamos aquí para aprender, permítete ser un desastre.

Diciembre 24. 45 E 42nd St, Manhattan, NY.

Oficinas Stark & Co.

-¡Oh por favor! Quiten esas caras, es víspera de navidad.

Clint miró a Tony con su mejor expresión de desprecio, a Tony incluso le pareció escucharlo gruñirle en algún momento. Y lo ignoró, le resultaba mucho más sencillo que lidiar con su mal humor, porque Barton decidió amanecer insoportable.

-¿Rogers, tú no dirás nada?

-¿Qué podría decirte? Es un día horrible.

-¡¿Qué demonios les pasa a todos ustedes?! ¿Es que en casa los odian?

-¿Honestamente? Me sorprende que en tu casa te quieran.

Steve murmuró y Tony apenas se había percatado de ese pequeño hecho que escapó de sus oídos, preocupado más por no estar escuchando villancicos en la oficina más cercana; la de Natasha.

-¿Qué hay de Romanoff?- la señaló a través del cristal; estaba sentada tras su escritorio y concentrada en su ordenador-No me molesta que esté trabajando como loca, me encanta su productividad; pero admito que ha llegado a preocuparme que me pidiera horas extras. Si esto es por competir con Cho, voy a tener que negárselo. Me parece un poco irracional, luce agotada.

-Vaya, hasta que al fin parece que te preocupas por los demás, debe ser un milagro de navidad.- Barton se giró para fingir sorpresa y Tony entrecerró los ojos en su dirección.

-"Dibi sir in miligri di nividid" Cierra la boca. Hablo en serio, parece un zombi. Solo véanla.

-¿Qué vemos?

Los tres pegaron el salto cuando Thor se acercó por detrás con una caja de galletas glaseadas. Clint robó una descaradamente para menguar su mal humor.

-Al fin alguien que no es aguafiestas. Acércate, mi buen amigo, y acerca aún más esas deliciosas galletas de tu maravillosa esposa.

-¿Sucede algo con Nat?

-Eso tratamos de averiguar, ¿No es cierto eso, Steve?-Tony habló con la boca llena esparciendo migajas sobre su jersey rojo.

Steve se mantuvo en silencio apreciando el perfil cansado de Natasha, se hizo a la idea de que, posiblemente, había charlado con su madre ayer por la noche; más no le parecía suficiente motivo, y a él no le había comentado nada en particular. De hecho, se ahorraba comentarle en lo posible detalles de su vida cotidiana y aunque eso quizá no debería ser su prioridad, en ese momento lo hacía sentir extraño. No extraño como de costumbre, sino extraño...como si su corazón de pronto doliera.

-¿Steve..? Oye, estamos aquí aún.

-¿Estás bien?-Thor quiso saber, ignorando a Tony quien decidió atragantarse con otra galleta, igual que Clint.

-Sí, es solo que me he puesto a pensar...Mis padres vendrán esta noche a cenar y me ha tenido algo nervioso.

-¿Por qué? Es noche buena. Es lo que las familias hacen, ¿No? Cenan juntas.

Bueno, técnicamente, eso era cierto. Su madre llamó y dejó cientos de mensajes para confirmar la cena...Y él había evitado responder tanto como pudo. Pero su madre era especial. Cuando algo se le metía a la cabeza no había manera de sacárselo y para empeorar la situación sus planes no solo lo incluían a él.

Bebé por encargoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora