IV

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Bebé por encargo: Manual de la cigüeña para futuros padres primerizos.

Capítulo Cuatro.

 Volar no es sencillo cuando llevas a un bebé bajo el ala; la cigüeña no se volvió experta de la noche a la mañana.  

Diciembre 01. 45 E 42nd St, Manhattan, NY.

Oficinas Stark & Co. 09:30 am.

—Solo obsérvenla, está esperando paciente para atacar; es como un guepardo acechando a su presa. —Clint susurró de ojos entrecerrados, observando a su nueva pasante a través de la persiana de su oficina.

—Clint, solo está leyendo una revista, una revista adolescente. ¿Cómo podría significar una amenaza?

— ¡En mí escritorio, Romanoff!

—Cálmate, Barton, ya sabemos que estas indignado, no hay necesidad de chillar como una nena—Natasha rodó los ojos—. Esa muchacha, posiblemente, no pase de los veintidós. De seguro escucha boybands como NSYNC u One Direction y aun ve chica indiscreta.

— ¿Extrañando tus viejos tiempos, Romanoff? ¿No estás un poco grande para eso? —Steve buscó a Natasha con ojos burlones, encontrándola irritada.

Ella se encendía rápido, era como un cerillo. Eso a Steve le causó gracia, su cabello era de un rojo incandescente y su rostro obraba la misma tonalidad. Como la caricatura de campanita, pero pelirroja.

—Cierra la boca, Rogers, no estás en posición de juzgar. —gruñó.

—Solo no le encuentro lo maravilloso a esa serie, la has visto como catorce veces. Y ya nadie escucha a One Direction, mucho menos a NSYNC.

—Un momento...— interrumpió Thor— ¿Todavía hay fans de One Direction? Jane los escuchaba cuando estaba aún en la secundaria. Nos gusta mucho Louis.

«Siempre tan sonriente y despistado». Pensaron sus compañeros.

—Sí, amigo, eso fue hace más de diez años. — Steve explicó.

Los cuatro se retiraron de la puerta para darse un respiro. Clint aún seguía enfadado y con gesto enfurruñado porque, "Esa cría"; en sus términos, acabaría con su paciencia.

—Vamos, Clint, solo te hace falta algo más de paciencia—Thor palmeó su hombro en un gesto solidario que casi logra hacer que expulsara un pulmón por la boca—. Además, no puede ser peor que una niña de seis años...Siete—parpadeó, mientras hacía memoria— ¡Oh! Eso me recuerda... Jane le está organizando una fiesta de cumpleaños a Love esta tarde con temática de súper héroes. Necesitamos contratar payasos. Andan muy escasos últimamente. Escasos...en la fiesta de la hija de Ray Stewart—estrechó los ojos con recelo—. Odio a Ray Stewart. La fiesta de cumpleaños de su hija debería ser la otra semana, lo hizo para sabotearme.

—Una fiesta de cumpleaños, bien, eso le vendría genial a Elliot, ¿No es así, Steve?

—Creo que una fiesta de cumpleaños nos vendría bien a todos. — él le sonrió a Natasha.

—Bueno, esperaba que seas tú quien lo llevara; pero sí. Es la mejor excusa para fingir que no tenemos ni idea de que nuestra vida se va al demonio, las fiestas infantiles son mejores que una salida al bar. ¿Quién quiere alcoholizarse con jugo de uva?

Steve se acercó a ella y la tomó por la parte posterior del codo, conduciéndola a un apartado con discreción. Ella frunció el ceño, irritada, y se zafó del toque de Steve con un manotazo sobre sus dedos.

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