ETERNOS | 𝑨𝒍𝒂𝒔𝒕𝒐𝒓

02.

Charlie miraba a Alastor algo asustada, ¿cómo se había enterado? Ella les prohibió a todos qué no fueran al último piso, además de estar encantado para que nadie le fuera fácil acceder a el ¿cómo lo hizo?

Aveces Alastor lograba darle miedo, aunque ella era más fuerte que él. Tal vez por el simple hecho que Alastor era un hombre retorcido y tenía sus tácticas, no le importaba las reglas, él manejaba todo a su antojo y haría lo que quisiera, esta no sería la excepción.

Por otro lado, Vaggie, quien miraba a Alastor de forma desafiante trató de levantarse de su lugar e ir a atacar a Alastor, pero fue detenida por Charlie, quien le dedicó una cálida sonrisa para tranquilizarla, y lo logró, Vaggie volvió a tomar asiento y Charlie fue la que está vez se levantó de su lugar y su expresión segura pasó a una preocupada.

Soltó un suspiro y dijo:

—Chicos... Ustedes saber que la reina desapareció desde hace décadas atrás, hay rumores que culpa a papá por su "supuesta" muerte, ó que Dios la perdonó por sus buenas acciones y regresó al cielo, pero no es así. — tomó aire para seguir hablando. Tal vez se arrepentiría después, pero confiaba en ellos—. La reina, mi madre ha permanecido en el hotel desde entonces...

Todos los presentes se sorprendieron por las palabras de Charlie, a excepción de Alastor y Vaggie, quienes ya sabían sobre eso, Alastor por curioso y Vaggie por palabras de Charlie, pero el resto no lo pudieron creer, incluso el mismo Husk cambió su expresión amargada a una de asombro y tal vez preocupación.

Alastor estaba satisfecho, agrandó su sonrisa para nada amigable y carraspeo la garganta para que los demás le prestarán atención. Iba a aprovechar esta situación al máximo.

"¿Qué se sentirá tener ala debilidad de Lucifer en sus manos?". Pensó sonriente.

Lastima que ella ya no era la debilidad del "diablo". Lilith, aquella hermosa y rubia mujer lo era él la amaba a ella a muerte y haría lo posible para que está pudiera optener la corona, aunque las leyes de hace milenios se rompieran.

Charlie miró a Alastor esperando sus palabras, pero lo dicho por él en lugar de darle algo de conformidad logró intimidarla, ¿una amenaza?

—Vaya, esto si que es sorprendente. —expresó con gracia aunque para los demás las palabras de Alastor eran una simple broma—. ¿Qué pensará el cara de manzana respecto a esto? Creo que escuché por ahí que él está ansioso por encontrarla, después de todo es su reina.

Vaggie no se contuvo mas y se le tiró encima a Alastor para así intentar atacarlo con su lanza, pero este simplemente la apartó con algo de rudeza. Que lo toquen no le agradaba para nada, a pesar de sonreír se encontraba molesto.

—¡Cabrón hijo de perra, ni se te ocurra ir de boca suelta, ó te mataré! — amenazó, causando una carcajada por parte de Alastor.

—Querida, eso no sucederá, a menos que me sienta amenazado, ¡aunque eso nunca sucederá! — se levantó de su lugar y camino hacía Charlie, quien se tensó al tenerlo tan cerca—. No creo que sea agradable para su majestad estar más tiempo en el último piso. Tal vez pueda bajar y conocer a los "amigos" de su adorable hija.

—¡No lo hará! — frunció el ceño—. A ella no le gusta salir de su habitación.

—¿Por qué? — indagó—. No creo que le moleste en absoluto, a menos que sea una mujer delicada y egolatra, como Lucifer.

—Maldito bastado. — Husk miró a Alastor con enojo, ni él sabía por que diría lo siguiente, simplemente fue un impulso—. Si esta niña no quiere responder dejala en paz, que te valga una mierda si la reina está aquí. — bufó, se levantó de su lugar y abandonó el comedor, dejando a todos callados, ó bueno, así sería si Ángel no hubiera abierto la boca.

—Bueno... ¿Y cómo es su majestad? — indagó, aquí su objetivo era romper aquel tenso ambiente entre Alastor y Vaggie. La situación no era la mejor.

Charlie suspiró y desvío su mirada hacía Ángel para poder responder, él era el que de verdad importaba aquí, era un poco chismoso y si alguien se enteraba que la reina estaba en el hotel la vendrían a molestar, ella se encuentra inestable ahora.

—Ángel, creo que no es momento de hablar de ella, pero si te quiero pedir una cosa. Sé que haces tus alimañas fuera del hotel, solo quiero que por nada del mundo digas nada, ¿sí? — se acerca lentamente a él y sonríe—. Confío en tí.

Ángel miró a Charlie por unos segundos con conmoción, pero luego su expresión cambió a una qué decía: "me da igual lo que pase aquí". No aseguraba nada.

—Meh, me da igual.

Dicho esto solo salió del comedor. Niffty, ella estaba en su mundo donde solo existía limpieza en su pequeña cabecita, en cuanto, Alastor Charlie y Vaggie seguían conscientes de la importante situación, asegurándose que las palabras de Alastor solo sean una broma, usar el hecho que la reina se encontraba en el hotel era una ventaja para ver desesperado al rey del infierno, pero él perfectamente sabía que no lo haría. Molestar a Charlie y darle desesperación le divertía.

—Bien, yo seguiré con mis tareas fuera del hotel. —expresó saliendo del comedor, pero rápidamente Charlie lo detuvo, tomándolo del brazo, acción que lo hizo enojar y apartó su mano de un manotazo.

—Lo siento. — dice la rubia desviando la mirada por unos segundos y luego lo vuelve a ver—. Solo por esta vez no te tomes como entretenimiento esta situación, lo digo en serio.

Alastor agrandó su sonrisa y negó con diversión.

—Créeme que si quisiera revelar que la reina se encuentra aquí... Ya lo habría hecho. Nos vemos luego.

Alastor abandono el comedor, dejando a Charlie con algo de preocupación y a Vaggie con algo de enojo hacía Alastor.

Se acercó a Charlie y le dedicó una pequeña sonrisa para darle un poco de seguridad ante la situación. Si tan solo Alastor no se hubiera ido a husmear esa zona todo estaría bien, en secreto, esperaba que siguiera siento así hasta que su madre pudiese estar tranquila, pero incluso a los años que han pasado sigue igual, triste, con su corazón rotó a causa de su padre, odiaba el hecho de no poder ayudarla, odiaba a su padre por hacerle daño a la mujer que le dió vida, pero estaba conciente qué su padre ya no la amaba, era algo que tarde o temprano iba a suceder.

—Quiero ver a mamá sonreír. —expresó Charlie con melancolía. Vaggie la abrazó.

—Lo hará... Ya lo verás.

¿Lo haría? Se preguntó. Dudaba que eso fuera verdad, podía ser positiva en muchas cosas, no perdía la fé en que ella volvería a sonreír como lo hacía cuando ella a penas era una niña y convivía con su madre como familia, pero ahora ella se había cerrado a la vida, brindarle cariño a Charlie, a volver amar una vez más.

¿Estaría así por la eternidad?

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Fin del capítulo
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo
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~Smailer-Shimura

𝑊𝑟𝑖𝑡𝑡𝑒𝑟: 𝑆𝑘𝑎𝑟𝑙𝑒𝑛𝑡ℎシ︎