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OMNISCIENTE—

En el castillo real se encontraba Lucifer junto a uno de sus hermanos, Azrael, los cuales conversaban acerca del primer exterminio que se haría en un mes. Para ambos era un tema sin importancia, después de todo los pecadores eran personas sin valor para ellos y personales la vida era una pérdida de tiempo.

Habían tomado esa decisión incluso si Crista no la había aprobado, después de todo había uno en específico que pensaba que ella estaba muerta, por lo que esperaba pacientemente a qué el dictador del cielo le concediera la corona a Lilith. Azrael sabía que eso no iba a ser permitido, ¿razón? El que Lucifer y Crista sean los gobernantes del infierno se decidió cuando ambos cayeron a este, por lo que su simple divorcio no haría la diferencia.

—Crista está muerta... ¿No? — pregunta Lucifer con algo de curiosidad y un poco de tristeza.

Él se mostraba una persona malvada y demás, pero muy al fondo apreciaba a la mujer que lo acompañó desde el inicio, a la madre de su hija, pero ese ya no era un amor romántico como Crista hubiese querido que fuera.

Azrael se encogió de hombros, sosteniendo su lanza en forma de cruz en manos, sonreía con algo de arrogancia y burla al ver la expresión de su hermano menor.

Era irónico que se preocupara por Crista teniendo en cuenta lo que hizo y como le rompió el corazón.

—Bueno... Tengo muchas cosas que hacer hermanito, ya sabes que el exterminio comenzará en un mes y Adam será el encargado de eso junto a su mano derecha, yo por otro lado veré el show desde arriba. — sonríe—. Esto será interesante.

Dicho esto simplemente desapareció, dejando a Lucifer solo en su oficina.

Pocos minutos después apareció Lilith con una taza de café para su marido y tomó asiento a su lado.

—Creo que es momento de que le digas a Charlie sobre esto, ya sabes que ella tiene su hotel y su idea de redención, pero con los ahora exterminios y la negación del cielo solo le estás dando falsas esperanzas. — comenta la mujer rubia con una sonrisa ladina.

Lucifer suspiró y bebió de su café para luego mirar a su esposa, la cual aún sonreía.

—No tengo valor para hacerlo... Sabes... Sé que el cielo no se negaría ante el plan de Charlie si Crista se lo pidiera, después de todo fué una de las favoritas y dudo que no lo siga siendo ya que fué la prime ángel mujer del cielo y cuando ambos caímos aquí fué por decisión de Sera.

—¿Sera?, ¿Pero ella no es la serafín mayor? Porque dices que Crista es la primer ángel mujer si Sera ya existía. — dice confundida, a lo cual Lucifer ríe.

—Cariño... Crista fué la primera mujer en los angeles, créeme que en la jerarquía los Serafines son los más poderosos y los que existieron primero, por lo cual Sera es la jefa de todo... Ahora.

Lilith se vió algo dudosa y luego suspiró algo sonriente mientras miraba a su marido.

—Luci... ¿Por qué no vas a visitar a Charlie? — pregunta Lilith, a lo cual Lucifer se tensó y empezó a negar temeroso.

—No puedo hacer eso, Charlie debe odiarme por alejarla de su madre y que luego no supiera nada de ella, también por haber traicionado mi amor por ella... No es fácil. — suspira agobiado.

Lilith asintió en silencio y luego se levantó para así poder salir de la oficina de Lucifer, pero antes de hacerlo lo miró con una media sonrisa.

—Deberías de ir a verla porque cuando quieras hacerlo será demasiado tarde. — dicho esto salió, dejando completamente solo a Lucifer, el cual suspiró y simplemente se recostó en su silla.

ETERNOS | 𝑨𝒍𝒂𝒔𝒕𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora