04.

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ALASTOR-

Salí del hotel satisfecho con lo sucedido. No era tinto, sabía desde hace tiempo atrás que ese hotel tenía una vibra diferente a lo que era el infierno, por esa razón vine a "ayudar" aunque estos asquerosos pecadores no merecen nada de redención, que tontería, aunque por otro lado me hacía pensar una cosa.

La reina Crista es un ángel caído, no por luchar o pecar, simplemente cayó por el amor que le tenía a Lucifer, su aura sigue siendo la misma de un ángel, cálida y pura, lo note al tenerla cerca. Era una verdad el hecho que los ángeles fueran hermosos desde su creación.

No le comenté a Charlie nada de este tema, pero desde hace unas semanas atrás se han hecho algunas reuniones en el palacio real, todo esto con el fin de hacer un pacto con el cielo, ya que para un futuro el infierno sufrirá sobre población, y eso será un problema. Aunque está en disputa ya que se busca aprobación de la reina.

Por eso Lucifer está desesperado por volver a Lilith la reina, algo que será completamente difícil. Que idiota.

Caminé por las calles del anillo del orgullo con tanta tranquilidad, en dirección al negocio de Rosie, y así irnos hacia el palacio real. Minutos después llegamos y dimos nuestros nombres a los guardias, quienes nos guiaron hasta la zona de reuniones que tenía Lucifer en el castillo, nos adentramos y esto era un completo caos. Era de esperarse.

-¡Maldito Azrael!, ¡dile al de arriba que sustituya a Crista por Lilith, no se sabe si ella sigue viva después de haberse ido hace décadas del palacio! - exclamaba Lucifer con enojo. El Arcángel Azrael lo miró con una sonrisa y negó.

Agradable espectáculo.

-¡Ja! Cómo no iba a irse si la persona que amaba se metió con una mortal. Dios, con razón te echaron del paraíso, por idiota. Además Lilith no puede tomar la corona porque a ley le pertenece a Charlotte. - suspira y mira a los demás overlords, pero cuando su mirada llegó a mí, sonríe-. ¡Demonio radio! Que agradable sorpresa, guarda muy bien el secreto, asqueroso pecador.

Sentí un tic en mi ojo y solo sonríe ocultando mi molestia. Este tipo es un fastidio completo.

-No sé a que se refiere, pero no creo que sea un tema de mi interés, con todo respeto. - expresé. El Arcángel solo asintió.

Lucifer miró con sospecha nuestra pequeña conversación y no tardó en entrometerse.

-¿De qué están hablando ustedes dos? -preguntó con irritación.

-Nada hermanito, absolutamente nada. -responde con simpleza y agregó:- Sigamos con la reunión.

Después de ahí todo siguió tocando el tema de la reina y si han logrado localizarla, aún el tema de los exterminio anuales seguía en juego, Crista tenía que dar esa autorización, pero teniendo en cuenta que es la madre de Charlie y cree en su ridículo proyecto que a futuro ayudará con la sobre población lo va a impedir.

Capaz y termine conversando con el de arriba sobre ese tema y si permita que el proyecto de Charlie se lleve a cabo, pero por las palabras del ángel de la muerte, esto ya era un caso perdido.

-Exterminos anuales apenas el reloj llegue a las 12 de la media noche, sé que no crees en el absurdo proyecto de redención de tu hija, aunque has sido tan ausente que el puesto de padre te queda grande. - se burló-. Solo digo que ese día ocurrirá algo que a Charlie la hará sufrir y querrá morir por ello. Todo por tu egoísmo.

Dicho esto la reunión finalizó, el arcángel Azrael solo se desvaneció, mientras ya todos nos retirabamos, pero como era de esperarse Lucifer me detuvo.

Me despedí de Rosie y simplemente las puertas del salón se cerraron fuertemente.

-Habla de una vez, Demonio de la radio, hay algo que no cuadra aquí, sé que Azrael y tú ocultan algo y lo quiero saber. - a kilómetros se notaba su enojo, y no lo culpaba, el pobre está desesperado por destituir a Crista de su puesto y otorgarselo a Lilith porque sabe a la perfección que a Crista no le gusta nada que sea referente a la violencia y sangre, Lilith si apoyaría eso sin dudar porque lo ama, no digo que la reina no lo haga o lo haya hecho, simplemente aquí Lilith se merece ese puesto como reina y sé que Crista no lo quiere.

ETERNOS | 𝑨𝒍𝒂𝒔𝒕𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora