Un ángel cegado por el amor hacía la persona que años más tarde, después de poder concebir al que sería el "anticristo" se "deshizo" de ella, ó mas bien se con siguió a una amante mortal, pero no cualquiera, ella era la primera mujer en la tierra, L...
Nos encontramos todos reunidos en la sala de estar, después de la llegada de Alastor y la mía, los demás estaban curiosos por saber de lo sucedido en la central, tal vez pensaban que me había ido muy bien, pero eso era todo lo contrario, en lugar de mal había sido peor y las palabras para expresar lo disgustada que estaba por las respuestas tajantes de Azrael no me salían. Me había dado la espalda en segundos, incluso ni siquiera tomaron en cuenta mi palabra para la votación.
Sé que no estuve presente por años, pero tampoco es justo lo que hicieron... Condenaron a mi gente en cuestión de minutos, ¿Y qué? Solo los demonios de alto rango como lo era de los Overlords para arriba de podían salvar... ¿Y los demás? No podría permitirme que les suceda algo. Alastor estaba a mi lado, él podía notar la preocupación y cierta pena que había en mi expresión, por lo que al notar que los demás empezaban a frustrarme por sus indagaciones los hizo callarse en segundos.
—Bien, si no se callan de una vez los convertiré en comida para el barrio caníbal... — sus palabras fueron secas y con voz distorsionada, agregando la estática en ella los silenció de inmediato—. Gracias... — me miró—. Querida, puedes hablarles...
Suspiré mientras miraba el suelo y al alzar la mirada entristecida todos hicieron una mueca de disgusto y suspiraron resignados.
—Así que... ¿Estamos fritos? — soltó Angel, el cual había evitado mirarme a los ojos...
—En efecto mi afeminado amigo, todos y cada uno de nosotros estamos fritos, moriremos una doble vez por culpa de los de arriba. — decía mientras reía—. Pero... Mi apepito me pide a gritos que los devore a cada uno de esos angeles, que no les perdone sus acciones... Que pueda castigarlos y sentir el placer de ello.
Hice una mueca, negando.
—No te pases de la raya, Al. — reí. Él me miró sonriente.
—Querida... Es un castigo, se lo merecen por todo el daño que te han hecho a ti, por darte la espalda... — me abrazó y acarició mi cabello—. Eres alguien extraordinaria, has cambiado en mí muchas cosas, Crista... Te debo ese favor.
Lo miré con aprecio y nos quedamos así por varios minutos, eso hasta que escuché el carraspeo de alguien, claro, sacandonos de nuestra burbuja en ese momento. Miró a Anthony con una pequeña sonrisa mientras que nos mira con una mueca de asco, mirando a Alastor y luego a mí sin ningún disimulo.
—¡Quiero quitarme los ojos! — chilló mientras se iba a sentar al sillón, al lado de Husk.
Reí ante su comentario y negué, después de todo sabía que hacía referencia a una posibilidad de relación entre Alastor y yo, nos habíamos hecho tan cercanos que nunca lo había visto de esa manera, no lo veía necesario, pero me sentía bien a su lado.
Charlie y Vaggie nos sonreían mientras se abrazaban, aunque empezaba a sospechar que eran algo más que amigas, ¿Eso estaba mal? No lo veía de esa forma, tal vez algo bizarro porque padre nunca quiso que la humanidad se fuera a esto, pero se veía interesante. Por otro lado estaba el tema en que Vaggie era un ángel, debido a su temor por mí nunca llegamos a hablar sobre el tema, pero éramos casi iguales.
Tal vez no se asuste si hablamos de eso después, lo que menos quiero es que hayan secretos en nuestro círculo social, pero eso solo hasta que Vaggie se sienta segura de hacer eso.
—Chicos... No saben cuánto los aprecio... — comenté con conmoción—. Agradezco mucho que sean amigos de mi ni...
Unos golpes en la puerta principal cortó mis palabras, mientras que el semblante de Alastor se volvía cada vez más oscuro. Mire preocupada a Charlie cuando los golpes se hicieron más desesperados luego de una voz masculina furiosa.
—¡¡Maldito Angel, vuelve al estudio!! — Anthony al escuchar su nombre y reconocer la voz se levantó de inmediato y me miró con pánico.
—E... Es Valentino, mierda. — se acercó a mí tomó asiento a mi lado mientras se aferraba a mi brazo—. Por favor... No quiero regresar a ese lugar... — empezó a sollozar.
Sentí como algo en mi pecho se comprimia mientras acariciaba su cabello blanco esponjoso, él lloraba sin consuelo en mi brazo, lo cual me causó cierta preocupación en su persona. Le dí una pequeña mirada a Alastor, el cual asintió levantándose de su asiento y yéndose hacía la zona donde se encontraba ese ser.
—Mamá... No creo que Alastor sea algo amable con los Vees... — Charlie se acercó a ambos y miró a Ángel con preocupación—. ¿Por qué no te llevamos a tu habitación? Tal vez así estés más tranquilo.
Le dedicó una sonrisa amable, pero inclusive a eso Anthony no se despegó de mí, por lo que tomé su mentón y lo hice que me mirará a los ojos. El miedo en ellos era evidente, las lágrimas que descendían de sus ojos eran como cascadas, me provocaba algo de tristeza verlo de esa forma tan vulnerable, eso me daba más razones para querer ayudarlo a romper ese contrato.
—Anthony... Vamos... Yo te haré compañía. — dije con palabras reconfortante, lo cual no ignoró, asintió y se levantó del sofá, al igual que lo hice yo para luego ir a su habitación, escuchando una especie de discusión desde afuera, pero nada más hasta ahí.
Por precaución lancé un hechizo escudo en el hotel, por si trataban de ingresar y llevarse a Anthony a la fuerza, cosa que no permitiría por nada del mundo.
Ya mucho tengo con soportar el hecho que todo se irá al carajo por egoísmo del altísimo y que no puede proteger a mi pueblo de ser erradicados. No faltaba casi nada para que eso sucediera.
De verdad hubiese sido agradable saber que podría lograr que se cancelaran los exterminios, que por mi idea de borrarme de la fas de la tierra nos llevaría a la idea de exterminios por sobrepoblación. No es fácil mantener el orden y seguir estrictamente las reglas que el cielo impone, ya que pocos son los que lo hacen al pie de la letra, los único que verdaderamente pueden entrar al paraíso y no por ese hecho por no llegar a seguir algo que es difícil ser bueno castigarlos con una doble muerte.
Quisiera querer resolverlo todo, pero lastimosamente no tengo el suficiente poder para reescribirlo todo.
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Ah.... ¿Dónde está la paz en esta historia?
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo ___________________________________
