Un ángel cegado por el amor hacía la persona que años más tarde, después de poder concebir al que sería el "anticristo" se "deshizo" de ella, ó mas bien se con siguió a una amante mortal, pero no cualquiera, ella era la primera mujer en la tierra, L...
Navidad había llegado y nosotros fedtejabamos como si en 6 días no fuera a pasar una masacre en todo el infierno, convivimos con tanta felicidad mientras olvidabamos los malos ratos, después de todo ya había cedido a ayudar si no se puede remediar nada. Ya no había nada que hacer.
Todos estábamos reunidos en la mesa mientras comíamos tranquilamente jambalaya que Alastor había preparado y entre otras cosas que los demás se habían tomado el tiempo de hacer, era delicioso. El hotel había sido decorado con luces y guirnaldas de muchos colores, en la sala de estar había un árbol gigante con varios regalos dentro, así como los que yo y los demás nos habíamos preparado. Verlos tan felices me llenaba de paz.
—Esta noche ha sido la mejor de todas... — sonreí mientras hablaba—. Hace muchas navidades que no paso tan acompañada y eso me hace muy feliz.
Los demás me devolvieron la sonrisa sin dudarlo y en eso Alastor pasó su brazo por mis hombros, apegandome a él.
—Es bueno verte feliz, Crista, eso me hace feliz a mi también. — Acarició mi cabello y me abrazó, pegandome a su pecho sin ser brusco. Me sentía protegida en sus brazos.
Miré a nuestros alrededores y todos los demás nos miraban en silencio con cierta sospecha, por lo que sonreí, sacándole unas carcajadas a varios.
—Ya lo sabía de todos modos. — Anthony se encogió de hombros, mostrando desinterés, aunque seguía sonriendo.
—Seh... Quién diría que ese loco tendría sentimientos. — el comentario que tiró Husk hizo que Alastor emitiera estática. Se había ofendido.
Reí suavemente ante el comentario de Husk, ganándome una mirada seria por parte de Alastor, quien no parecía divertirse ante las expresiones que hacían hacía su persona.
—Tontos... — murmuró y volteó la mirada. Sonreí.
—Al menos ya no eres cruel... Eso me agrada... — mis palabras fueron suaves y sinceras, no borré mi sonrisa en ningún momento, cosa que le agradó a Alastor, quien tomó mis mejillas con delicadeza.
—Eres un angel... Literalmente lo eres... Pero sabes a lo que me refiero... No hay miles como tú... — sonrió dulcemente y luego miró a los demás—. Crista será mi protegida así que vale más que nunca le hagan daño.
Anthony soltó una larga carcajada, cosa que le quitó su buen humor a Alastor.
—Friky... Es irónico que digas eso cuando literalmente la golpeaste y demás hace unos meses... ¿Te enamoraste? — sonríe con malicia.
Creo que esto no va para bien...
Alastor estaba tenso y cabizbajo, solo yo podía escuchar los pequeños gruñidos que soltaba ante las palabras de provocación que Anthony le tiro, pero luego de unos momentos Alastor agrandó su sonrisa y miró al frente como si nada hubiese sucedido, pero sentía que esa sonrisa burlona era por algo, y así fué.
—Que pena, tan tranquilos que estábamos todos y tú ya quieres armar revuelo. — ríe con sorna—. Supongo que no habría problema en llamar a Valentino y venga por ti, afeminado amigo.
La sonrisa de Anthony se borra y mira molesto a Alastor, ya que era una amenaza viniendo de él y todo lo que es capaz de hacer por su orgulloso.
—Tch. Admite que estas enamorado, bambi... — se cruzó de brazos.
Miré a Alastor y este no se inmutó, por lo que era evidente que no le importaba la suposición que Angel hacía de él y si se encontraba enamorado de mí, aunque... No me sentiría mal si sus sentimientos fueran verdaderos, pero si no los eran tampoco me haría mal ser su amiga, habíamos conectado bien en las últimas semanas, olvidando lo que hizo aquella vez. No había resentimiento de mi parte y tampoco iba a llegar a sentirlo, ya que no me considero mala persona, pero si había cometido errores que me condenaron de por vida de los cuales quizás me arrepentía de cometer, pero ya era muy tarde para ello.
Estabamos a nada de comenzar una masacre en el infierno, ¿y qué logré hacer? Nada, ahora todos morirían y quizás también el hotel sea atacado y lo único que tengo a nuestra disposición es mis poderes, que aunque quisiera, no podía ayudar a nadie más.
¿Por qué el cielo era tan exigente en todo? Era tan complejo que nunca se vería complacido por nada y eso también lograba frustrar a la gente, ya que teniendo en cuenta sus exigencias, ¿cómo los pecadores tendrán las esperanzas de redención? Aunque con todo lo sucedido con Azrael ya me costaba creer que todo esto iba a funcionar.
[●°•°•°●]
Los días pasaron con rapidez, cosa que me ponía los pelos de punta, sabiendo que en pocas horas habría un exterminio por primera vez en todo el infierno. Ya todos estaban en alerta y se les pedía mantenerse refugiado, mientras que en medio de la plaza había un reloj con un conteo en retroceso que anunciaba el año nuevo, aunque en este caso sería para tener conciencia que apenas el reloj se pusiera en 00:00 la peor de las desgracias surgiría, y miles de vidas se perderían en minutos.
Suspiro algo agobiada mirando por el gran ventanal de mi habitación toda la ciudad vaciarse de a poco buscando donde refugiarse de lo que se avecina. La nostalgia no se atrasó en adornar mi rostro y la culpa de no poder evitarlo me carcomia de a poco, me sentía tan egoísta en todo del no poder ayudarlos en nada y solo ocasionar perdidas de toda mi gente. Me frustraba.
Me alejo del ventanal cuando Charlie se adentró a mi habitación con una expresión de incomodidad en su rostros. Ya sabía que cierto individuo estaba en el hotel, su presencia prepotente era difícil de no percibir.
—Ya sé que se encuentra aquí... — comenté antes de que Charlie lo hiciera. Suspiró aliviada y se acercó a mí.
—Menos mal, ya pensaba en hacer todo lo posible para que no te lo toparas con Lilith, aunque de cierta forma ella no me agrada aquí. — me miró preocupada—. Me he sentido intranquila estos días, mamá, he tenido pesadillas que no logro descifra, pero me asusta que les vaya a suceder algo a ustedes... Con solo pensarlo me pone triste. — me abrazó—. Pensé que teniendo la presencia de papá ese sentimiento se iría, pero no hizo más que aumentar mi preocupación en todo... ¿Qué debo de hacer, mamá?
Me quedé en silencio analizando las palabras que Charlie decía, después de todo yo también había tenido un mal presentimiento desde días atrás y no pienso que sea algo bonito lo que posiblemente iba a suceder.
No sabemos cómo será, o quién será el causante de todo esto, pero teniendo en cuenta que Lilith está aquí y ya trató de hacerme un mal, no hay duda que pueda ser causante de algo más.
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