Podía escuchar los gritos desde mi habitación, no me gustaba para nada. El sentimiento de culpabilidad no disminuía y el hecho que por no actuar antes llegamos a esto. Quisiera salvarlos, brindarles mi protección, pero no podía hacer nada.
Yo era un angel igual, pero nunca me había enfrentado a uno de mi especie, nunca. Sabía que habían rangos y que varios angeles me superaban en poder, por lo que me hacía casi imposible actuar.
Charlie estaba con los demás en el primer piso, se sentía algo frustrada por el hecho que sucedía una masacre a fuera, algo que nunca había sucedido hasta el día de hoy. Se sentía devastada, ya que antes que todo esto llegase a suceder ella había dado un anuncio para que se refuigiaran en el hotel, la tomaron en chiste y ahora estaban así.
Suspiro, separándome del ventanal para poder ir al salón principal, dónde claro que sabía que Lucifer y Lilith estaban presentes y por cierto tema que esa mujer hizo conmigo, me daba un poco de enojo convivir con ella. Al llegar me acerco a paso lento, siendo Alastor el primero en percatarse de mi presencia, acercándose a mí y me sonrió.
—Querida... ¿Te encuentras bien...? — su pregunta me hizo soltar un gran suspiro y miro al frente, teniendo ahora un ambiente tenso y la mirada calculadora de Lilith mirándome fijamente. Genial.
—Por supuesto... Al... — lo miré y sonreí—. Gracias por preocuparte, aunque todo esto... No me gusta para nada... Me da miedo... — murmuré.
Se escuchó una carcajada forzada a unos cuantos metros, interrumpiendo mi pequeña plática con Alastor, claro sin siquiera mirar y por el tono de su voz, era Lilith de quién hablamos.
No sé que pretende esa mujer, pero me era raro que tuviera que venir al hotel siendo el castillo de Lucifer un buen refugio.
—¿Miedo...? Eso es hilarante... — rió burlescamente, tratando de acercarse a nosotros, pero Charlie la detuvo.
—Lilith, tú no tienes permitido acercarte a mi madre, estás aquí porque fuí amable y te dejé venir, no sé porque o para qué, pero tampoco permitiré que en mi propiedad quieras molestar a mi madre. — la había detenido poniendo una mano frente a ella, la cual observó indiferente y luego mira a Charlie de la misma manera.
El ambiente tenso, más por el posible enfrentamiento que Lilith quería causar con su altanería, pero inclusive a eso, Lucifer no tenía intenciones de intervenir, eso no me gustaba para nada.
Lilith suspiró y me dió una última mirada, para luego dirigirse hacía un ventanal y observar por ahí con suma tranquilidad. Yo por mi lado estaba evitando sentirme abrumada por todo lo que había en el exterior. Me causaba angustia el saber que el cielo ordenó matar, algo que siempre estuvo prohibido.
—Todo esto... Es increíble... Pero no de forma positiva... — murmuré, mirando nuevamente a Alastor, quién asintio y luego miró hacía Lilith.
—Esto no me da buena espina... Hay algo que no cuadra en todo esto... ¿No lo crees, Crista?
Al finalizar con esa pregunta volteé a mirar a Lilith, quien aún miraba por el ventanal, su mirada se veía pacífica y sin intenciones malvadas, pero la sonrisa que tenía en sus labios era todo lo contrario y para nada era una sonrisa normal y agradable, había algo en medio de ella, algo ella estaba ocultando y de alguna forma me hacía enojar un poco.
Quería saber que era lo que tenía en mente, pero para poder lograrlo necesitaba mirarla a los ojos, cosa que había notado que no me miraba directamente, y era por la obvia razón que sabía como funcionaban mis poderes. Era claro que iba a evitar que pudiese ser un problema como lo hizo hace meses con las drogas que me daba, pero... ¿De dónde sacó todo eso? De verdad era un misterio algo molesto.
—Eso creo... — murmuré—. Ella no debió venir a este lugar...
Con el pasar de las horas y la matanza que había en el exterior había finalizado. No ví en que momento todos se fueron, pero apenas abrí la puerta pude contemplar el caos que había en este lugar, algunos llantos de niños como locales en ruinas y llamas por todos lados, era algo aterrador y me hacía sentir angustiada al no poder ayudar, esta era mi gente... Y yo... Yo no pude protegerlos...
Caminé lentamente sin dejar de ver a mis alrededores con pena, apenas un pequeño niño se cruzó en mi camino, el cual estaba algo herido por los escombros que habían a su alrededor, no dudé en sacarlo de ahí y curarlo, mientras sus llantos incrementaban con cada minuto que pasaba. Nunca pensé que padre fuera alguien tan cruel... Nunca me atrevería a cuestionarlo, tampoco le guardo rencor, pero estas también eran personas y lo que estaba causando no era un dolor justo. Suspiro lentamente, mareada por el pestilente hedor a sangre fresca, me causaba cierto asco, pero tampoco me atrevía a irme y dejar al niño solo en este lugar silencioso, me daba algo de desconfianza.
Tomé al niño en brazos y lo acuno, aún de rodillas en el suelo sucio, pero sin intenciones de querer levantarme y regresar, no prestaba atención a mis alrededores más que solo al niño que lloraba sin consuelo en mis brazos, quizás esa fué la parte primordial que no me hizo escuchar los pasos a mis espaldas y la espada que fué clavada en mi espalda, llegando hasta mi pecho, miré hacía arriba con una sonrisa, mientras sangre salía despordada de mi boca, la mirada llena de satisfacer en los labios de Adam me dejaba en claro que esto era lo que siempre quiso... Ella había sido la causante de todo esto.
—Y pensar que los angeles éramos inmortales... — sacó su espada abruptamente, dejándome sentir mi pecho vacío y gélido gracias al aire que nos rodeaba—. Parece que ni alguien tan "valiosa" como tú se salva de la muerte... Krystel
Mi vista estaba nublada y mi cuerpo ya no tenía fuerzas para soportar y seguir conciente de la situación en la que estaba rodeada. Miré al niño en mis brazos, el cual desapareció con solo un chasquido de dedos, y antes que me sumergiera en una oscuridad eterna, escuché por última vez la voz de mi niña, Charlie...
—¡MAMÁ!
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo
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𝑊𝑟𝑖𝑡𝑡𝑒𝑟: 𝑆𝑘𝑎𝑟𝑙𝑒𝑛𝑡ℎシ︎
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ETERNOS | 𝑨𝒍𝒂𝒔𝒕𝒐𝒓
FanfictionUn ángel cegado por el amor hacía la persona que años más tarde, después de poder concebir al que sería el "anticristo" se "deshizo" de ella, ó mas bien se con siguió a una amante mortal, pero no cualquiera, ella era la primera mujer en la tierra, L...
