Los rayos del sol se estamparon contra la cara de Naruto.
—Maldición...olvidé cerrar la cortina anoche...—Soñoliento se quejó mentalmente para después entrar en una batalla mental, ¿seguía durmiendo con el sol en la cara o se paraba y cerraba la cortina para después seguir durmiendo...?
Suspiró, no quería dormir con el sol en la cara, era una molestia.
Se sentó en la cama y se tocó la frente, su cabeza dolía, estaba algo mareado...su cadera también dolía y su entrada se sentía pegajosa.
Oh no...
Bajo su mirada, un brazo le rodeaba la cintura.
Sus sentidos se agudizaron. Aún seguía en su nido, pero había alguien que lo tenía abrazado por la cintura. Saltó de la cama inmediatamente, soltándose del agarre. Gracias a su brusco movimiento, su pareja se despertó, sentándose en la cama, de esa forma pudo ver su cara.
Maldita sea.
—¿Qué tanto haces, dobe?.—Naruto se talló la cara frustrado, ¿Qué había pasado?
—¿Tú qué haces aquí?—Ok, Naruto ya se estaba alterando, tenía meses sin saber de Sasuke y de repente amanece con él, ¡en su cama!.
—Tu me llamaste.—Contestó el Uchiha con total tranquilidad y como su fuera obvia la respuesta.
—¡Ah! y para esto si vienes ¿no?—El rubio empezó a caminar de un lado a otro por la habitación mientras hablaba.—No fuéramos Sakura y yo diciéndote que regreses a la aldea, por que no, ¡Dios te libre de regresar con nosotros!—Hacía ademanes con las manos mientras hablaba y un puchero ya se encontraba en sus labios.
Sasuke no prestaba atención a todo el parloteo de Naruto, se había concentrado en las facciones del rubio, su (en su muy secreta opinión) tierno puchero, y su cuerpo...se perdió en las curvas del Omega, en los botoncitos rosados que adornaban su acanelada piel. Y cuando el ojiazul se dio la vuelta, en ese esponjoso trasero.
—¡Sasuke!—El rubio llamó al Uchiha al percatarse que este no le prestaba ni la más mínima atención a sus palabras. Miró a Sasuke, queriendo saber en que era lo que pensaba para que no le prestara atención.
Y cayó en cuenta de un pequeño detalle.
Ambos estaban desnudos.
—¡Alfa pervertido!—Gritó Naruto, avergonzado de la atención que Sasuke le daba a su cuerpo desnudo.
—Omega gritón.—Respondió Sasuke mientras se paraba de la cama y se acercaba al rubio, el cual le dio la espalda cuando estuvieron de frente. Sasuke, aprovechando la posición y la piel desnuda frente a él, besó el hombro de Naruto, provocándole a este último un escalofrío.—Te extrañé.—Admite el Alfa.
—Si me extrañaras estarías siempre conmigo.—El Alfa interior de Sasuke gruñó al percibir el dolor en las palabras del Omega.
—No empieces.—Pidió Sasuke, no quería empezar una discusión, no llegarían a nada, simplemente quería disfrutar el tiempo con su Omega.—Disfrutemos ahora que estamos juntos.—No quería complicar las cosas.
—Si vas a irte, hazlo ahora.—Soltó Naruto, pues no quería ser mimado y amado para que después le arrebatara el sentimiento y la ilusión de estar juntos, dejándolo solo de nuevo.
Sasuke gira le cuerpo del menor y coloca sus manos debajo de sus muslos para cargarlo. El rubio por inercia se sostiene de los hombros de Sasuke y enrolla sus piernas a la cadera de este para evitar caer.
—Eres mi Omega, la distancia no va a cambiar eso, solo la muerte nos separará. Eres el único en mi vida, soy el único en tu vida. Eso es todo.—Sus miradas se conectaron, eran el Sol y la Luna, hacían una combinación hermosa. El corazón de Naruto se conmovió, Sasuke no era una persona cursi ni de muchas palabras, escucharlo decir este tipo de cosas lo sonrojaba a sobremanera, y a su Omega interior lo hacía dar brincos de la felicidad, su alfa los amaba, era lo que su Omega interior chillaba con felicidad y euforia.
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𝑀𝒶𝓁𝒹𝒾𝓉𝑜 𝒸𝑒𝓁𝑜 ✩ 𝒮𝒶𝓈𝓊𝓃𝒶𝓇𝓊 ①
Hayran KurguEse día estaba yendo de maravilla para Naruto Uzumaki. Hinata había tenido el lindo detalle de ir hasta su casa para entregarle un delicioso desayuno empaquetado. La misión que la Hokage le asignó a su equipo había sido emocionante y todo un éxito...