Capítulo 10

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El palacio de White Soul estaba preparado para recibir la visita de la reina de Emparion y al heredero. Fue difícil establecer una reunión oficial en el palacio de hielo, pero hacerlo en Adelatra con el resto de reyes estaba fuera de lugar ya que no era un tema que implicaba a todos, simplemente eran negocios entre el reino de fuego y el reino de hielo.

Los sirvientes llevaron a Galatea y a Arthur a la sala de reuniones de White Soul. Ninguno de los dos iba excesivamente abrigados ya que su temperatura corporal soportaba el ambiente frío del reino nevado, pero sí iban bien vestidos, cada uno con su corona correspondiente y con una extravagante capa de terciopelo que les colgaba frondosamente de los hombros. Siempre que iban a reuniones oficiales debían de vestirse así para dejar muy clara su imagen como familia real.

Una vez estuvieron sentados en la gran mesa de reuniones, esperaron a los reyes de White Soul, cuya llegada fue anunciada por un sirviente real.

- Con ustedes, los monarcas de White Soul, Robin y Victoria Lawrence, y Blake Lawrence, heredero al trono de White Soul.

El sirviente se echó a un lado dejando paso a la familia real. Los monarcas iban delante, también bien vestidos y con sus coronas. Tras ellos iba Blake, con porte serio y firme. Era la primera vez que los herederos se veían fuera del instituto, y los dos se sorprendieron al ver al otro. No podían demostrarlo por el protocolo, pero era increíble lo bien preparados que estaban los dos.

Una vez todos estuvieron sentados, cada familia a un lado diferente de la mesa, el rey Lawrence inició las primeras palabras.

- Galatea Hensen, ha pasado mucho tiempo desde que última vez que nos vimos. Hemos recibido sus insistencias para esta reunión, ¿Sabe que estamos incumpliendo el protocolo al vernos en solitario?

El habla del monarca era frío, perfeccionista y calculador, era toda una imagen del reino nevado.

- Somos conocedores de eso, rey Robin, pero debíamos de correr ese riesgo para poder ser escuchados - Galatea no se quedaba atrás, era una mujer firme en sus ideas, que había luchado mucho para llegar a donde estaba - Por favor, escuchad. Nuestro reino se está sumiendo en una sequía irremediable. Hemos hecho estadísticas y hay una predicción que lo respalda, es por ello que venimos a ofreceros un trato para poder salvar a Emparion.

- Emparion y White Soul son enemigos aférrimos, Galatea. Cualquier trato que implique juntar a nuestras gentes acabará siendo un desastre.

Esta vez había hablado Victoria. Tenía la vos más suave, pero era igual de fría que su marido.

- El trato será monetario. Contrataremos vuestros servicio de hielo y guardias de Emparion vendrán a por él, les recuerdo que estamos en una situación crítica.

- ¿Una situación crítica? - Robin se mofaba de las palabras de la reina - Antaño trabajábamos con Emparion, nuestro hielo fue una buena fuente de agua potable para vuestro reino desde que se extinguió el clan Hydor, pero vuestros antepasados fueron orgullosos y lo rechazaron después de descubrir vuestros acuíferos. Según ellos, tendríais agua para el resto de vuestro linaje.

- Lo sabemos, rey Robin, pero se equivocaron, por ello estamos aquí ahora. Necesitamos que nos ayudéis.

- Rechazamos vuestra oferta.

Arthur apretó los dientes. La función de los herederos era solo escuchar y ver, pero no quería dejar a su madre sola.

- Ofrecemos diez mil monedas de oro por el primer encargo. El segundo encargo puede ser el doble si así lo queréis.

Arthur habló implacable. Como si ya fuera el representante de Emparion.

- Lo repetiré, heredero. Rechazamos el trato.

Corazón de PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora