Capítulo 7

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Hasta los dieciocho años recordaba toda una vida encerrado el una de las torres del palacio. Los únicos cambios que había allí eran los muebles cuando se le quedaban pequeños, y los juguetes cuando ya no jugaba con ellos.

Habían sido años tan largos que apenas recordaba lo que hizo durante todo ese tiempo para entretenerse. Leer, estudiar o pensar jugadas en ajedrez eran algunos de loa hobbies que tenía más presentes, pero no había mucho más que hacer en ese lugar.

Por las noches le visitaba su madre a escondidas, hablaban de cosas del palacio, de los cotilleos sobre los sirvientes, y después le leía un cuento hasta que se quedaba dormido. Cuando creció todo siguió igual, simplemente se sustituyó el cuento con un beso de buenas noches y un abrazo.

Su padre era conocido fuera del castillo como el intrépido rey Zacharías Hensen, el menor de tres hermanos y el único superviviente de un naufragio que acabó con la vida de sus dos hermanos mayores, o eso decía la leyenda que se esparció por todo Emparion.

Cuando Zacharías volvió del naufragio tuvo que comunicar la noticia y enseguida postuló como el único heredero al trono. En un baile de presentaciones conoció a la hija de la duquesa, Galatea, que pronto se convirtió en su mujer y en la madre de Arthur Hensen, heredero al trono de fuego.

Los primeros años de vida de Arthur fueron muy exigentes por parte de su padre. Solía recibir golpes si desobedecía sus órdenes y gritos que estremecían al niño. Cuando Galatea se interponía entre medias acababa igual de golpeada que el pequeño, hasta que un día Zacharías se cansó de dar golpes. En lugar de eso, decidió encerrar a Arthur hasta que pudiera heredar el trono, es decir, hasta la muerte del monarca.

Galatea luchó durante muchos años por la libertad de su hijo en vano, no podía hacer nada para sacarle de ahí, así que decidió ser paciente, esperar hasta que su hijo se hiciese fuerte para planear una manera de sacarle de la torre.

A los dieciocho años del heredero, el monarca sufrió un ataque al corazón. Todos en el pueblo de Emparion se entristecieron con su muerte. Estaban convencidos de que había sido un buen rey y de que estaba llevando a Emparion por un próspero camino. Por supuesto que nada de eso era cierto, Zacharías era un rey vil, egoísta, orgulloso y maltratador, pero la tristeza de los plebeyos les vino bien a Arthur y Galatea. Nadie sospechó en ningún momento de la muerte del rey.

Técnicamente, Arthur podía haber sustituido a su padre, pero aún no había alcanzado los veintiún años, edad adecuada para ascender al trono, y tampoco había acabado sus estudios, por lo que fue Galatea quien decidió tomar provisionalmente la corona hasta que su hijo estuviese preparado. "Conviértete en un rey honrable y fuerte, hazlo mejor que tu padre para poder ser admirado durante el resto de tu linaje", esas fueron las palabras que recibió Arthur de su madre, palabras que no olvidaría nunca.

Con Galatea en el trono, ahora había una manera de que Arthur supiese de su leyenda. Al parecer Zacharías no había querido contarle nunca la leyenda a Arthur, ni siquiera la miró porque estaba convencido de que eso eran "falacias de un inventor", pero Galatea no era así.

La mujer le preguntó a su pequeño, convertido ahora en un fuerte alfa, si de verdad quería conocer su leyenda. Por supuesto que Arthur quería saberlo, pero tenía miedo de saber con qué se encontraría así que, en lugar de decir que sí directamente, decidió pensárselo.

Los meses pasaron y Arthur se fue adaptando poco a poco a su libertad. En el Instituto de Adelatra conoció al resto de heredero, resultaba que tenía un espíritu extrovertido que no había podido demostrar nunca. Consiguió rápidamente unos cuantos amigos, y sus años de estudios encerrado en esa torre le ahorraron mucho esfuerzo para las clases.

Arthur entendió que no debía temerle a nada por haberse criado entre cuatro paredes, desde el principio demostró tener madera para ser un increíble monarca.

Cuando el alfa ya estaba acostumbrado a su vida nueva, decidió que era el momento de saber su leyenda, dar un paso al frente más de un año después y plantarle cara a ese misterio con el que había convivido desde hacía años.

La reina no se opuso a la decisión de su hijo, y juntos fueron a la Cámara Secreta, abrieron el Libro Sagrado de las Leyendas, y juntos leyeron el destino de Arthur Hensen, heredero al trono de fuego.

"Al reino de Emparion llegará un nuevo heredero, fuerte de corazón y sabio de conocimientos. Tendrá todo lo necesario para gobernar desde temprana edad, sin embargo, un oscuro presagio caerá sobre sus tierras. 

La escasez de agua que amenazará con sumir al reino en el caos y la desesperación.Ante esta inminente catástrofe, el futuro rey de Emparion convocará a su pueblo y para revelarles la única solución: negociar con White Soul, un enigmático reino con la capacidad de crear agua infinita. El debate entre reinos será intenso, no será fácil que ambos colaboren de nuevo. 

Ambos herederos, uno del fuego y otro del hielo, comenzarán un camino juntos para salvar a Emparion de la sequía que los acechaba, pero  corazones comenzarán a sentir una atracción irrefrenable, mucho más fuerte que cualquier otro problema. 

En medio de la lucha por asegurar el futuro de su reino, el heredero del fuego se verá confrontado con una difícil elección. Seguir sus sentimientos y amar libremente, o renunciar a su amor para cumplir con su deber hacia su reino, pero solo la unión de sus corazones podrá salvar a los reinos de su desdicha "






Corazón de PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora