Besos de Medianoche 3: Gravedad

Capítulo 29:

Los ojos de Dorian estaban hinchados de tanto llorar mientras cerraba la valija. Al bajar la tapa de la misma, alzo la mirada encontrándose con Luca de pie en el umbral de la puerta.

—No imagine que tendrías el valor para venir aquí—escupio Dorian con cierto recelo.

Luca sostuvo su mirada, sin miedo o cobardia, antes de responder con calma:

—¿En verdad crees que me pueden comprar con dinero?—pregunto el con lentitud—.Deja de fingir que estas enfadado... ambos sabemos que clase de hombres somos.

Dorian parpadeo.

—¿Cuál fue tu precio?—pregunto lentamente el millonario.

—Sospecho que fue el mismo que el tuyo—hablo Luca—. Ahora vamos, mueve el culo y desarma la maleta.

—No puedo... si lo hago, Daphne...

—Daphne será llevada a la agencia, ya lo se, lo intuimos y...

—No.—dijo tajante Dorian, con notable temor—. Si no lo hago, Enzo la expondrá con la justicia como asesina... tuve que escoger, Enzo o la agencia...

Luca se quedo callado, su rostro comenzó a drenarse de color lentamente, mientras sentía como el pánico se apoderaba de el.

—¿Dónde esta Daphne, Dorian?—hablo el con pavor, mientras lanzaba miradas herraticas hacia los rincones de la habitacion, como si ella se escondiera allí.

Elena, con mirada aterrada ingreso corriendo al cuarto, sosteniendo su celular con pavor.

—Meliza dice que Daphne no ira a la agencia... al parecer ella fue vendida—estaba aterrorizada, todos los planes se estaban yendo al caño—¿Quién demonios podría pagar una fortuna por una mujer que no conoce...?

Antes de terminar de hablar, la pregunta habia sido resuelta.

—Enzo...—dijo lentamente Dorian, cayendo en cuenta de todo lo que estaba sucendiendo.

Sin demorar un solo instante mas, el alzo su celular y marco un numero.

—¿A quien llamas?—pregunto Luca con cierta confusión.

—A alguien que me ayude a recuperarla... puede que no tenga dinero pero aun cuento con favores, deudas por pagar, y reclamare cada uno de ellos.

o o o o o o o

Daphne:

Ella se mantuvo tensa durante todo el viaje, dejando que Enzo hablara todo el camino. De sus labios no emergio un solo sonido, simplemente escuchaba con atención mientras intentaba anticipar al lugar que la llevaba.

Cuando finalmente salieron de la ciudad, la duda y el desconcierto reino en su interior.

—Crei que me llevarías a la agencia—escupio ella con brusquedad.

—No, cariño... gracias al dinero de tu amado, pude comprarte en tu totalidad—canturreo el con arrogancia cruel—. Pero tranquila, aun me quedo algo de dinero para una sorpresa especial.

Daphne trago duro, mientras observaba como un paisaje conocido comenzaba a dibujarse en la ventana de auto.

>>No , por favor no.<< pensó ella mientras sentía como su corazón se paralizaba.

>—Finalmente podremos ir al lugar que deseemos, solo debemos imaginarlo, cariño... solos tu y yo, como una vez lo soñaste—dijo Enzo, deteniendo el auto.

—Eso fue hace mucho tiempo, Enzo... ahora mi único sueño es ver llegar el dia de tu muerte—gruño ella con los dientes apretados, igual que un animal rabioso.