Luca:Cuando Luca Lee volvió a abrir sus ojos, el vespertino sol mañanero irrumpía en la sala del comedor del millonario.
A él le tomó varios segundos comprender dónde estaba y que había ocurrido, instantes que aprovechó para estirar su entumecido cuerpo y restregar sus ojos enrojecidos por el exceso de llanto.
Lentamente cayó en la realidad, mientras admiraba el espantoso escenario que se erguía ante él.
Botellas de bebidas alcohólicas se encontraban desparramadas por los muebles de la sala y el suelo, incluso un poco del líquido se encontraba manchando el último mencionado.
Con algo de pánico viro velozmente la cabeza hacia la pequeña bodega que Dorian guardaba en un extremo de la cocina, solo para contemplar con horror que no quedaba ni una botella en pie.-¡Mierda!-escupió el ex-agente poniéndose de pie a gran velocidad, mientras sentía como su garganta ardía.
Sintió un poco de culpa, algo fugaz y efímero que abandonó su cuerpo antes de notarlo, solo para volver a dejarlo solo y vacío, despojado de cualquier emoción.
En aquel entonces, incluso la muerte de Aiden parecía algo irreal y ajeno a él, como si jamás hubiera ocurrido.Con pasos lentos, él avanzó hacia el baño y se deslizó en su interior con la clara idea de tomar una ducha.
Utilizaría las cosas de Dorian, al fin y al cabo él estaría con Daphne un largo tiempo, y para el momento en que regresara él dudaba que pusiera especial atención a eso, sobre todo teniendo en cuenta que él también estaría de duelo."No, solo es está de duelo" se regañó a sí mismo mientras cruzaba miradas con el reflejo de su espejo.
"Él no era nadie para ti, nadie. Lo conocías hacía menos de un mes".
Sin embargo, por más palabras que se dijera, intentando borrar con desesperación los sentimientos que ahora parecían arder como fuego en su corazón, sus enrojecidos ojos y la garganta seca eran prueba suficiente del dolor que habitaba en él.
Fue por este motivo, que con rabia estampó el puño contra el vidrio del espejo, sintiéndose incapaz de seguir viendo sus propio reflejo gritando una verdad que intentaba ahogar.
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Elena:
Ella deslizó una mano en el bolsillo de su abrigo y extrajo el juego de llaves que Dorian le había presentado, antes de introducirlas en el compartimiento de la puerta del departamento.
Al instante, la abertura se abrió, y ella ingresó al lugar cargando consigo un enorme bolso con ropa para Daphne, algo a lo que se había ofrecido sin pensarlo dos veces.
La culpa, un sentimiento nuevo y completamente desconocido para ella ahora habitaba en su interior, devorando todo a su paso igual que un veneno que lo corrompe todo.
Elena había ido al hospital varias veces, sin embargo, en ninguna de esas ocasiones se había atrevido a ingresar al cuarto donde reposaba Daphne, ya que la vergüenza y culpa le impedían ver el rostro de aquella mujer que había superado demasiado por sus acciones.
Aún así, ella había preparado todo para el regreso de la mujer de mirada nocturna, desde el departamento hasta la comida y ahora su propia ropa.
Todo con el fin de facilitarle las cosas.Durante el último tiempo, ella había pasado más horas allí en el penthouse, que en su propia casa.
No es que se quejara, al contrario, disfrutaba enormemente estar allí y distraerse de su propia vida. Lo único que le disgustaba era el inquilino de aquella morada.Luca....bueno o lo que quedaba de él, ya que desde la muerte de Aiden, el chico de mirada gris parecía más un fantasma que un ser humano.
Su mente viajaba a través del listado de cosas que tenía que hacer, cuando irrumpió de manera ocasional en la cocina del lugar, y sus músculos quedaron rígidos igual que la piedra.
—Ay Luca—susurro ella, mientras su mirada esmeralda viajaba por la enorme pila de botellas vacías que colmaban la sala.
En ese mismo instante, el sonido de vidrio estallando en mil pedazos resonó desde el interior del baño, y ella sin demorar un instante soltó el bolso con la ropa para correr a toda velocidad en dirección al baño.
Un latido de corazón después, ella estaba estampando su hombre contra la puerta para abrirla de un tirón.
-¡¿Qué demonios te ocurre?!-grito desesperado el chico de mirada gris dando un salto hacia atrás para apartarse.
-¡¿A mí?! ¡¿Que demonios te ocurre a tí?-respondió Elena con desesperación, notando la sangre que corría por el lavado y el espejo roto-¿Acaso crees que la mejor solución a tu miseria es morir?
-¿De que mierda hablas?-escupió Luca tomando su propia mano ensangrentada para ejercer presión y detener el sangrado. Fue entonces cuando lo notó-. No quería matarme ni nada de eso, solo creí que el espejo era demasiado feo.
La mujer de cabello dorado lo observó durante varios segundos con incredulidad.
-A Aiden no le habría gustado para nada verte así, ahogándose en tu propia mierda y sintiéndote miserable-escupió ella manteniendo su mirada fija en él.
-Cierra la boca, no digas su nombre-atacó Luca sosteniendo la mirada de Elena.
-¿Por qué? Acaso tienes miedo de que al decir su nombre los sentimientos hacia él se hagan realidad-ronroneó ella aproximándose hacia él-Te dire algo, chico tormenta; puedes intentar ocultar los sentimientos bajo el tapete, pero sabes que allí están, y no lo hará más fácil ignorarlos.
El chico ante ella apretó sus labios con fuerza, mientras sus manos se unían en un fuerte puño.
-No tienes derecho a decir eso-escupió él con dolor-, no cuando te empecinas cada día por ignorar tus propias emociones.
Al decir estás últimas palabras, ambos callaron durante varios segundos, observándose mutuamente.
Rotos, esa era la única conclusión a la que ambos podían llegar. Tanto Luca como Elena se encontraban librando sus propias batallas y atravesando sus propios infiernos.
Y por primera vez en todas sus vidas, ambos dejaron de sentirse solos, ya que su increíble e infinita miseria, por primera vez tenían a alguien al lado.
No para aminorar la carga o sacarlos de aquel oscuro agujero, no, simplemente tenían un compañero para caminar en la oscuridad.Fue por este motivo, que Luca se lanzó hacia ella, reclamando sus labios con desmedido desenfreno, como si intentase olvidar su propio tormento.
Pero Elena no lo rechazó, por el contrario, separó delicadamente sus labios mientras deslizaba sus dedos por el enmarañado cabello de él, permitiéndole elevarla del suelo para llevarla al cuarto de huéspedes.No había amor ni pasión en el roce de sus desesperados besos.
Aquello solo era un intento por bloquear el mundo y su dolor, concentrándose simplemente en el éxtasis de sus impulsos más primitivos.
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Hola bellos seres que leen, ¿Cómo están? ¿Que les pareció este nuevo capítulo?
Perdón por la demora en actualización, los capítulos estaban listos, pero por algún motivo Wattpad no le los permitía cargar (creo que es problema de mi dispositivo).
Actualmente mi computadora no funciona y mi celular (el medio que utilizo para escribir y actualizar) está al borde del suicidio.
Espero que resista un poco más, pero no estoy segura de eso.
Bueno ahora sí, me dejó de joder y les dejo los demás capítulos (en el último, el especial de San Valentín, les dejo una noticia super genial que creo, les va a gustar 😏🤭).
Un abrazo enorme, los quiero ❤️
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Besos de Medianoche 3: Gravedad
RomanceLuego de que por designio la vida de Daphne y Dorian se entrelazaran, ellos debieron luchar contra el caos que se apoderó de sus vidas. Sin embargo ahora, luego de todo, deberán recoger juntos los pedazos rotos de una vida pasada para tratar de unir...