01. 𝐄𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐠𝐢𝐫𝐚 𝐚𝐥 𝐫𝐞𝐝𝐞𝐝𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐢𝐞𝐝𝐨

177 12 11
                                    

Entre el rugir de la multitud y el sonido denso del aire, me encuentro en medio del escenario lista para enfrentarme a mi oponente, normalmente mis piernas estarían temblando por los nervios, pero ahora no, porque nunca me he sentido más segura de mi misma.

Posterior al saludo, agacho mi cabeza y ligeramente mi espalda mientras ambas nos observamos tratando de encontrar el punto débil de la otra, pero en un movimiento fugaz la tomo del cuello tumbandola y ya en el piso haciéndole una kimura de la que no se puede liberar, aprieto su brazo con todas mis fuerzas hasta que...

-Señorita -oigo decir a una mujer.

Su voz es baja aún cuándo está intentando despertarme. Abro los ojos sin ninguna dificultad y me siento en la cama con las emociones revueltas. había tenido un grandioso sueño.

Sin siquiera hacer contacto visual con mi asistente doméstica, cuyo nombre no me importa en lo absoluto, me dirijo al baño para asearme.

[...]

Siento mi garganta apretada y nauseas en el estómago, por más que lleve toda la vida haciendo esto, desayunar avena cruda no es nada agradable para mi paladar, pero es necesario -Según mi madre-.

Son las 5:00 a.m, aún recién levantada puedo darme cuenta por el olor húmedo en el aire y la brisa fría que entra por las ventanas.

Y después de unos largos e intensos minutos de desayuno, finalmente me retiraron el plato y pude irme, pero no al colegio, si no a Royal Ballet School, el lugar en que desde muy niña he practicado ballet.

[...]

Siento mi pie izquierdo temblar, y con el toda la estructura de mi cuerpo con que tan forzosamente he logrado elaborar un Arabesque Penchée casi perfecto, aunque, obviamente, eso no es suficiente para mi maestra Lorde; la única persona que me he tomado la molestia de respetar aparte de mis padres.

Aunque lo que hace que me debilite por completo y caiga sobre mi no es el temblor en mi pierna, si no el fuerte golpe que Lorde proporciona en mi espalda con esa maldita bara de madera; tengo ganas de golpearla, tengo ganas de gritar, pero, como siempre, me limito a callarme y aguantar sus reprimendas antes de, por obligación, pararme y nuevamente hacer la pose una y otra vez hasta que ella esté satisfecha o cansada. No me importa, mi único deseo es irme de aquí, y aún si me voy no estaré en paz, porque a eso se reduce mi mundo. Codicia de por vida.

[...]

El timbre que indica la hora del descanso suena, despertando mi mente que lleva cuatro largas horas siendo explotada por el sistema educativo, aún con la mente cansada, tengo ánimos de llamar a mis amigas para pasar con ellas los cortos treinta minutos que nos dan para descansar; para lo único que no tengo ánimos ahora, es seguir estudiando, a diferencia de la chica que se sienta al lado de mí.

Parece una máquina, nunca la he visto comer, reír, cantar... ni siquiera le dirigiría la palabra de no ser porque me da pena verla siempre sola.

-Antonella -me oigo llamar tratando de tener su atención junto con una sonrisa sutil, pero por parte de ella solo recibo una mirada que me dice muchas cosas como: lárgate, no quiero hablarte.

Perra; es lo único en lo que puedo pensar, pero de todos modos, ella es la que se amarga su propia vida con todo ese odio sin sentido hacia la humanidad.

Todos saben por qué no tiene amigos, y es fácil darse cuenta de solo mirarla. Sus ojos café reflejan algo impropio de una persona de nuestra edad; como si hubiera pasado por tres divorcios, su boca nunca se curva para dar siquiera el más sutil rastro de alegría que ilumine su rostro, pero la frente siempre la tiene en alto.

Una cara bonita. Pero tiene tanta gracia como un golpe en el pecho.

[...]

-¿Por qué sacaste tan baja nota en este periodo, Antonella? -oigo a mi padre decir con su tono firme, nisiquiera me mira a los ojos.

-Solo son cinco puntos. -Digo con voz fluctuante esperando una respuesta que no recibo, en cambio, su mano choca contra mi cara causando un ardor en mi mejilla y un dolor en mi pecho; pero no lloro, porque ya me lo esperaba.

Alzo mi mirada hacia el, que al estar parado se mira alto -algo que no es-. Mi mirada es desafiante, pero tengo miedo, y el lo sabe.

Nos miramos a los ojos por unos segundos antes de que una empleada doméstica interrumpiese nuestra... ¿charla?

-Perdonen, la señora los espera para cenar -dice la muchacha, con casi el mismo tono que uso para dirigirme a mis padres; y no es por cuestiones de respeto, es por miedo.

Ante el asentimiento de la cabeza de mi padre salgo de esa habitación e inmediatamente siento que el ambiente se vuelve menos denso conforme me alejo, pero esa sensación se va tan pronto llega por la presencia de mi madre en el extremo del comedor, mirándome con la misma cara inexpresiva de siempre.

Me siento a su lado, frente a donde poco después se sienta el patriarca y sin siquiera tener que decirlo, nos tomamos de las manos para bendecir los alimentos, como pretendiendo ser unos completos creyentes, aunque sé que todos aquí no son más que unos completos embusteros que solo saben fingir; fingen que son creyentes, fingen que son perfectos. Típico.

Al terminar la oración ya tenemos nuestros platos de comida frente a nosotros. O al menos ellos, porque no sé si se le puede llamar comida a la miseria de sopa y maíz que me han dado. Tengo mucho que decir, pero, otra vez me muerdo la lengua y solo hago lo que se espera que haga. Callar y comer.









 Callar y comer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





𝙉𝙤𝙩𝙖 𝙖𝙪𝙩𝙤𝙧𝙖
Holaa, espero que les haya gustado el primer capítulo. Sé que parece relleno (y en parte lo es) pero es necesario para dar a demostrar la vida que lleva Antonella y que así puedan entender la historia.
Btw lo publiqué hoy pq es el cumple de Brady.
Si tienen alguna queja o algo que decirme no duden en hacerlo, lo agradecería mucho.

Estaré publicando un capítulo cada día.

Por fa voten si pueden eso me ayudaría mucho.

pd: hay una parte donde quien narra no es Antonella, si no una compañera suya de clases que no tiene ninguna relevancia en esta historia, solo la utilicé para que puedan tener otro punto de vista, y lo seguiré haciendo a lo largo de la historia ya que es difícil darse cuenta de algunas cosas cuando se narra solo en primera persona.
Espero que no se hayan confundido.

Charming Boy • Brady NoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora