10.𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐯𝐢𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨𝐬

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Ya es miercoles y siento que la semana nunca se va a acabar.

Hago el trabajo que la maestra de matemáticas nos ha puesto que es un ejercicio algo difícil que requiere de toda mi concentración.

Timothy está detrás de mí sin entender nada, obviamente. Mientras hago unos cálculos, lo siento acercarse a mí y hablar en tono bajo desde atrás.

—¿Puedes ayudarme por fa? —Pregunta él.

—No, pideselo a alguien más. —Respondo y lo oigo quejarse.

Y Justo cuando había acabado el tercero de los cinco ejercicios siento como me empuja la cabeza desde atrás.

Odio que me toquen, pero aún así lo he soportado aquí, pero que me peguen no es algo que podría tolerar.

—¿QUE MIERDA TE PASA? —grito mientras me pongo bruscamente de pie frente a él

Yo no soy alguien que dice groserías regularmente, pero no puedo seguir reprimiendo mi ira cuando hacen algo que no me gusta.

Como era de esperarse, la maestra se para y va hacia donde mí. Su figura corpulenta es muy imponente, pero yo me mantengo firme.

Aunque eso no sirve de mucho.

[...]

Estoy sentada en un salón pequeño junto a unas cuatro personas más. Un hombre está frente a nosotros vigilando cada mínimo movimiento, como si estuviéramos en prisión.

A esto se le llama detención.
Te meten aquí hasta las 4:30 si haces algo malo, o en mi caso, si te enojas porque no te gusta que te peguen.

Mientras todos están usando sus teléfonos, en vista de que apenas son las 3:00, yo saco mis libros para estudiar como de costumbre, hasta que me llegan dos notificaciones de Brady diciéndome dónde y cuando vernos. No lo dice como un mandato, es más bien como una pregunta.

-Si quieres puede ser el sábado por la tarde-  Escribe él.

Yo respondo con un "Ok" al que no agregué el punto final para que se viera más casual y amistoso.

Cuando iba a continuar con mi estudio, escucho la puerta abrirse bruscamente, y por ella veo entrar a Timothy con una ropa diferente al uniforme escolar. Parece un vagabundo.

Todos se quedan observándolo como el enfermo mental que es, pero él ni se inmuta. Le entrega un pequeño papel al hombre encargado de vigilarlos y este, con voz áspera me ordena irme.
Este hombre se nota que odia su trabajo.

Entonces yo recojo mis cosas y salgo sin siquiera mirar a Timothy por obvias razones. Pero aún tiene el atrevimiento de ofenderse.

—Disculpa. —Dice con tono irónico.

—Disculpado. —Respondo mientras sigo caminando a paso rápido.

—Antonella Montclair, ven aquí ahora mismo. —Vocifera siguiéndome.

¿Y este quien se cree para darme ordenes?

—¡ANTONELLA! —Vuelve a gritar por mi falta de respuesta y yo me volteo bruscamente para mirarlo.

—¿Que quieres? Habla rápido. —Ordeno.

—¿Por qué estás tan molesta? —Pregunta.

Yo respiro hondo conteniendo las ganas de plantarle un golpe. ¿Como es que no sabe por qué estoy molesta?

—¿Como que por qué estoy molesta?, me pegaste y me insultaste, y me castigaron a mí.

Él lanza una risita sarcástica que me hace enojar aún más.

Charming Boy • Brady NoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora