Capítulo 5: La primera carta de la Muñeca de Recuerdos Automáticos.

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Mientras Gilbert hablaba, se dio cuenta de que Violet era genial como oyente de historias y amanuense

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Mientras Gilbert hablaba, se dio cuenta de que Violet era genial como oyente de historias y amanuense. Desde el principio, a pesar de lo sucedido días atrás, había tenido una impresión de serenidad constante y, durante su nuevo trabajo ordenado esa tarde, eso era aún más evidente. Lo único que se escuchaba era su voz masculina y la pluma que usaba Violet para escribir sus palabras que contaban una de sus tantas historias infantiles para los jóvenes de orfanatos. Cada vez que preguntaba hasta qué punto había escrito, ella se lo leía. Sin duda, su voz templada y buena oratoria eran algo interesante de escuchar. Con ella como narradora, todo sonaba como una historia de ficción solemne.

No obstante, a pesar de eso, notaba su mirada se perdía de vez en cuando, pensativa, seguramente por el nulo avance que había tenido a la hora de intentar trascribir los sentimientos y deseos de las personas en el papel, pareciendo más informes que otra cosa.

Una cliente la insultó nuevamente, gritándole que era una idiota si pensaba que eso era una carta, marchándose sin pagar los servicios de ambos. Ella permaneció inexpresiva, más susurró para sí misma:

—¿En serio... lo hice no era una carta?

Había dado todos sus intentos con esfuerzo, Gilbert lo había visto con sus propios ojos, pero nada parecía dar frutos.

Cuando terminó esa tarde de escribir la historia que tenía pensada desde hacía mucho —gracias a la increíble ayuda de su pupila—, le ofreció a Violet hacer algo diferente esa vez:

—¿"Que el Maestro me escriba una carta"? —Ella, sentada recta en el asiento, dejando caer la falda blanca por sus piernas hasta sus botas marrones, posaba hermosamente el atuendo que le había regalado. Él solamente no experimentaba nervios producto de la costumbre de ver su deslumbrante figura todos los días.

—Sí, Violet —Empezó a acomodar los objetos para proceder—. Siempre hablas del "Capitán". ¿Por qué no le escribes una carta a él?

—Pero... —casi balbuceó.

—No es necesario que se la envíes —aclaró para su alivio—. Tú has visto que muchas personas no desean escribir cartas para enviárselas específicamente a alguien, sino para descargarse de sus pensamientos y sentimientos referentes a esa persona.

Ella miró al suelo. Apretando sus manos entre sí, hasta que asintió.

—De acuerdo. Tú empiezas... —ofreció él con una sonrisa.

Violet con dificultad tomó aire, hasta que entreabrió sus finos labios rojos:

...............

Gilbert nunca esperó pasar más de cinco horas, hasta que anocheciera, sin poder escribir ni una sola letra en la hoja blanca.

—Lo siento, Maestro —Mantenía la cabeza gacha, como una niña deprimida o frustrada.

Live in Freedom // Levi Ackerman x Violet Evergarden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora