✨╎Omega en celo╎✨

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Capítulo 4

El olor a humedad y la temperatura fría del ambiente la hizo removerse un poco, puesto a que luego de aquel ajetreo vívido había acabado inconciente por aquel trapo con el que, aquel que definió como alfa por su aroma, le cubrió la boca con algo húmedo por el fuerte aroma que la hizo sentir un abrazador sueño al que se dejó dominar y acabar quien sabe dónde.

Por lo cual, abrió pesadamente sus hermosos ojos azules como el océano o incluso, como dos luceros. Encontrándose en total oscuridad mientras distinguía estar en una cama, y a cuestionar por el aroma, era una cama ajena, y la comodidad apenas era aceptable al sentir alguno de los resortes de esta, a diferencia de su gran cama personal en la casa de sus padres.

Pero abrió sus ojos de golpe, el aroma en las sábanas de aquella cama eran de alfa, así que, se asustó por la posible ausencia de sus prendas. Aunque, al mira su propio cuerpo, se dio cuenta que seguía aún vestida pero si tenía su mano derecha esposada en la mesita de noche al lado. Por lo cual, ante el miedo de posiblemente haber sido raptada, trató de liberarse con movimientos bruscos de la esposa, sin obtener resultados y lastimandose la muñeca.

—No te muevas o puede lastimarte más —le dijo una voz en un susurro, solo que lo suficientemente alto para que lo escuchará y buscará al dueño de la voz entre la oscuridad.—

—¿Q-Quién eres?, ¿que quieres de mí? —le pregunto, tratando de evitar que su voz sonará temblorosa, pero falló en el intento.—

La respuesta no le llegó de inmediato, solo sabía que el lugar cayó en un pulcro silencio que para su gusto fue demasiado aterrador. Y claro, siguió buscando a alguien en la habitación, hasta que sus hermosos ojos azules se toparon con un par de ojos bayas primaverales que en la penumbra de la noche y la oscuridad, brillaban de manera inhumana.

—Nada, princesita —le respondió por fin la dueña de esas ascuas bayas primaverales, hasta ahora se daba cuenta que se trataba de una mujer con la que hablaba—... lo que pasó hace horas fue accidental. Jamás quise tomar a alguien de rehén, pero bah; eso es cosa aparte a tu actual posición.

—¡¿Q-Que quieres decir con eso?! —Lux sonó totalmente aterrada, mientras tragaba grueso— ¡Muéstrate, cobarde!

Aquello sin dudas molestó a su contraparte, pues escucho un leve gruñido animal, a la par de unos pasos pesados de botas sonar en la habitación sola. Y por como pudo distinguir aquellos ojos poco humanos, sabía que la persona obedecería su petición.

Su primera impresión fue retener el aliento al ver el rostro de su 'captora'.

Ojos bayas primaverales, cabello azul eléctrico, una piel pálida, pequeñas cicatrices poco notables en su rostro, una nariz respingada, labios algo quebrados y de un color rojizo suave en forma del arco de Cupido. Su mirada no demostraba emoción alguna al igual que su expresión vacía.

Y si hablamos de su cuerpo; alta, delgada, su cuerpo parecía un látigo y acordé a su apariencia, tenía una vestimenta informal que consistía en unos leggins con cargo militar, un top negro manchado de pintura en aerosol que dejaba desnudo su abdomen un poco marcado, una chaqueta de tela de jean azul, y seguramente, un par de botas puestas por el ruido que escucho al verla moverse.

Esta chica era una belleza exótica.

—¿Y?, ¿contenta? —le pregunto con claro sarcasmo, manteniendo su expresión vacía y suspirando leve.—

"Es bonita". Pensó la Crownguard para sus adentros, dejando de lado su miedo y dejando de forcejear para liberarse de la esposa.

—... ¿cual es tu nombre? —le pregunto de manera inconsciente.—

Crazy Love || Lightcannon AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora