☆ 𝟏𝟏. 𝐁𝐫𝐨𝐦𝐚 ☆

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[Narra Yoonah]

Otra vez estoy frente a esa guardería, y también está la niña, pero no está llorando, esta vez está feliz.

Me acerqué a la niña y le sonreí.

- Hola pequeña, estás sonriendo, eso me alegra, ¿Puedo saber porqué?

- Sí... ¿Recuerdas a mi mejor amigo? El que te dije que no lo ví hace días... Pues por fin vino, solo estaba resfriado.

- ¿Y esa risa tonta? - le dije, sabiendo perfectamente lo que pasaba.

- Bueno... Es que él es muy bueno conmigo y... Creo que me gusta... Pero un poquito, un poquito nada más.

Le sonreí dulcemente - Me alegro por ti, pequeña.

Después la niña sonrió y se fue adentro de la guardería y yo volví a escuchar los llamados con mi nombre...

"Yoonah... Yoonah ven aquí..." Miré por todas partes, pero no había nadie, estaba yo sola frente a esa guardería.

La voz era neutral, no podía distinguir si era femenina o masculina, pero seguía siendo aguda y cada vez la escuchaba más cerca de mí.

"Yoonah, no llores... Todo está bien" decía la voz. Yo no lo lograba entender. Pensé en hablarle de vuelta a la voz.

- Pero... Yo no estoy llorando. - dije con miedo, a lo que la voz me respondió.

"Tienes razón, pero estuviste llorando... ¿Es eso cierto?" Hablaba en un tono cálido y reconfortante.

- Sí, lloré muchas veces en mi vida. Pero necesito que me respondas una pregunta... ¿Quién eres?

La voz solo rió, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y contestó: "Soy yo... ¿No me recuerdas?"

- C-creo que n-no...

"Soy tu-"

Me desperté. Por alguna razón sentía que la voz que me hablaba no quería que yo supiera quién era. Eso me frustraba. Ya había soñado varias veces con lo mismo: la niña de la guardería hablándome sobre su amigo o sus padres, después la niña se iba y la voz comenzaba a hablarme y decirme que no llorase, que todo estaba bien.

"¿Qué significa todo esto?" Es la pregunta que rondaba por mi cabeza todo el día.

Y mis amigos pudieron notar que no estaba bien, mi cara estaba cada vez más pálida.

[Narrador]

Seungmin se acercó a Yoonah mientras ella comía su almuerzo, con una sonrisa.

- Duendecilla, mira lo que traje para ti - dijo Seungmin con un típica sonrisa y enseñándole a Yoonah una caja. - ¿Sabes lo qué es? ¿Lo quieres saber, Yoonie?

- ¿Desde cuándo me llamas "duendecilla"? - dijo extrañada.

- Me dí cuenta de que eres más bajita que yo - se rió.

- Y eso que tiene - Yoonah se levantó y se puso al lado de Seungmin para medir su altura, sí es cierto que el chico era más alto que ella, pero tampoco exageradamente - Pero si apenas te llego a la nariz, no soy un duende.

Él sólo rió y acarició el pelo de la menor - Para mí seguirás siendo mi duendecilla. Vamos, ¿No quieres saber lo que hay dentro de esta caja? - dijo cambiando de tema.

- Sí, dímelo.

- No, compruébalo tú misma - sonrió pícaro y alzó la mano con la caja para que así Yoonah no pudiera alcanzarla.

Ella saltaba pero a su vez Seungmin alzaba más la mano. Él sólo podía reír dado a esta escena.

- ¡Ugh! ¡Kim Seungmin!

El anteriormente nombrado se calló. Ella lo había llamado por su nombre completo, una mala señal.

- Está bien, tú ganas - Seungmin bajó la mano.

- Ya puedes ir buscando otro apodo - ella agarró la caja y lo miró - O sino encontraré uno peor para tí - ahora era ella la que sonreía pícara.

- Deja de hablar y abre la caja de una vez.

Yoonah abrió la caja y vió que dentro había... Un papel.

Estaba confundida y miró a Seungmin, este le dijo con la mirada que leyera lo que ponía escrito y fue justamente lo que ella hizo.

Desdobló el papel y leyó lo que decía: «Debe de ser bonito que te roben un beso, ¿No crees?»

Lo miró con la mirada más confusa del mundo, "¿Es lo que estoy pensando?" se preguntaba Yoonah.

Seungmin se dió cuenta de eso y se acercó a Yoonah para poder ver lo que leyó, y a él también se le quedó cara de no comprender

- Minho... - se pudo escuchar a Seungmin decir en voz baja - ¿Me permites un momento? Volveré pronto.

Y al decir eso Seungmin se fue corriendo.

Alrededor de unos cinco minutos más tarde Yoonah se había cansado de esperar y se fue a dar una vuelta por los pasillos.

Pero por los pasillos vió a Minho corriendo hacia ella.

- ¡Yoonah! ¡Yoonah! - Minho la llamaba, y cuando llegó hacía ella, se escondió detrás de su espalda.

Miró al frente y pudo ver a Seungmin corriendo con su zapato en la mano, y ahí fue donde entendió todo.

- Ven aquí desgraciado - decía Seungmin mientras intentaba darle con el zapato a Minho pero a su vez intentando no golpear a Yoonah.

Continuará...

𝑼𝒏𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂 𝒓𝒐𝒕𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora