Kyler Knight
Tenía una misión y no podía distraerme. Proteger a la princesa. Pero desde su llegada todo se había vuelto más complejo. Tenía un don para complicar la situación y hacerme llegar al límite de mi paciencia.
Aquella mañana en el bosque me disponía a ir a buscarla cuando me detuvo posicionando su mano en mi hombro.
—Yo iré por ella. —Su voz era demandante.
Mi mirada fue directamente al rey quien con un asentimiento de cabeza me dio a entender a que debía obedecer. Su actitud y la forma de darme órdenes causó que mi mandíbula se tensara. No me quedaba otra que obedecer.
Lo vi alejarse a toda velocidad sobre su caballo por el mismo camino en el que se perdió Artemisa. Los minutos pasaban y al no mostrar rastros de ellos aún el rey se comenzó a desesperar mientras lanzaba maldiciones. El ambiente se volvió más tenso y la preocupación de que algo grave pasara se volvía más presente.
—Ve por ella.
Fue la única palabra que necesité para emprender mi camino a toda velocidad hacia el denso bosque. Llegué justo a tiempo para ver como a la lejanía la envolvió con sus brazos y acercaba sus rostros.
Llegué justo a tiempo para detener aquel beso. Aún no lo sabía pero habría sido su mayor error.
—Si hay una guerra pelearé. Ganaré trayendo orgullo a este reino o moriré defendiendo el honor de la princesa. —Sus palabras sonaban con tanta seguridad que mi corazón se aceleró—. De cualquier manera mi vida le pertenece a ella.
Sin duda mis palabras sonaron de manera cursi. Pero no me importó, en ese momento solo me importaba que estuviera a salvo.
—¿Qué es lo que intentas? —Me confrontó a mitad del pasillo.
En estos momentos la princesa se encontraba en la sala del trono manteniendo una conversación, imagino que poco agradable con su padre.
—No intento nada. —Respondí de manera cortante.
—No lo pareció en el bosque, dime Kyler —sus brazos se cruzaron en su pecho, dándome una mirada de pies a cabeza comenzó a dar vueltas a mi alrededor. Mantuve mi vista levantada y fija al frente—, ¿Acaso estás celoso?
Su pregunta sonó en un susurro cerca de mi oído. Eso causó que un escalofrío recorriera mi cuerpo y le diera una mirada desagradable.
—Deja las formalidades Kyler, sabes bien que eso no va con nosotros. No después de nuestro último encuentro en Baslan.
Aquel día. Lo recordaba con tanta nitidez como si hubiera sido ayer. Nunca creí que lo volvería a ver, menos en las tierras de Kaan.
—Lamento decirte que haremos negocios con el rey Corvin y con la princesa Artemisa. —Una sonrisa se formó en sus labios—. ¿Harás algún escándalo? ¿Detendrás nuestros planes? ¿Quieres que ambos reinos estén en guerra de por vida? ¿Serás egoísta? Vamos, dime que planeas.
Una risa amarga escapó de mis labios.
—Sé que es lo que piensas Caspian, y no, no estropearé nada de ustedes —su sonrisa se ensanchó pero rápidamente se esfumó al escuchar mis palabras—. Porque no se hará nada.
—¿Qué quieres decir?
—Simplemente dejaré que ella misma se encargue de ti. —Su ceño se frunció dejando una notable arruga—. Te recuerdo que no solos los reinos están en guerra. Nosotros aún tenemos cuentas pendientes. Pero lo dejaremos para otro momento, por ahora limítate a ser un buen príncipe.
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Derrocando la corona
FantasyArtemisa lo único que quería era poder sentirse libre. Libertad que por culpa de su padre le fue arrebatada. El rey en un acto de controlar la rebeldía de su hija asciende a Kyler a guardia personal de la princesa. Mientras Artemisa está ocupada t...