No soy para ti (Lumity G!P)

44. Todos los caminos conducen a la fiesta

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Un par de semanas después - En Nueva York.

―Está en su oficina ― Boscha no necesitó ni siquiera preguntarle a Viney por Luz, apenas la asistente la vio cruzar por la puerta le indicó donde se encontraba la morena.

Para la jovencita no valía ni siquiera la pena sacar la mirada de su celular, directamente bastaba con señalar. El caso es que la presencia de Boscha, de Willow y por supuesto de Amity y de las tres pequeñas que venían con ellas había pasado a ser una constante en el estudio de tatuajes, ni hablar de que ahora la lista en color "arcoiris" de la morena había aumentado a un considerable número de personas.

Boscha no frenó para preguntar si estaba ocupada o no, ya sabía que estaba de color arcoíris y sabía perfectamente que eso significaba un pase libre en cualquier momento. Lo que si la hizo frenar fue el sepulcral silencio que casi nunca había en el estudio. Subió su cara y dio un vistazo panorámico, todas las estaciones de los tatuadores estaban vacías. Boscha volvió sobre sus pasos murmurando por lo bajo cada vez que tenía que saltar algún inflable que estaba tirado por el piso o una Barbie que había quedado rezagada por allí, y se frenó en el escritorio de Viney.

―¿Qué carajo pasa aquí? ¿Alguien tiró una bomba? ¿La rari sacó a pasear a raronzilla de su jaula? ― fue esta última pregunta la que hizo reír a Viney y la que hizo que la jovencita se demorara en contestar para actualizar la cuenta de twitter elgranrarón.

Después de que le mostró a Boscha su brillante tweet, réplica de su chiste, ambas rieron y la joven contestó ― ¿Sabes que Luz empieza sus clases el próximo lunes cierto? ―la pelirosa asintió, la noche anterior Amity se había encargado de demostrarle a Luz lo orgullosa que estaba por eso y el resto de los humanos lo tuvieron que escuchar.

―Ni me hagas acordar, menos mal que las niñas estaban de visita en el hogar ―ojala ella hubiera decidido aceptar la invitación de la hermana Lilith para hacer un retiro espiritual esa misma noche.

Viney asintió ― Te entiendo, esta mañana vivimos lo mismo aquí cuando Amity apareció de repente y se encerró en la oficina de Luz ― Boscha giró los ojos. Por supuesto que ella había visto llegar a su socia en un estado más que deplorable a la oficina― De más está decir que antes se encargó de echar a patadas a la chica sobre la cual Luz estaba trabajando ―una novia celosa era igual a menos clientes.

Boscha volvió a girar los ojos― ¿Por eso se fueron? ―señaló los puestos vació del resto de los tatuadores― Sabía que el negro idiota le tenía miedo a los orgasmos, ni una sola vez escuché a Willow...

―No se fueron por eso ―la interrumpió Viney― Luz los despidió ―informó como si estuviera contando una tontería.

Por tercera vez en la mañana Boscha volvía a girar los ojos― ¿Otra vez? ¿Y ahora porque?―era como la vigésimo cuarta vez que los echaba.

―Porque es imposible que los chicos dejaran pasar el hecho de que Luzura vuelve al colegio―contó Viney y Boscha empezó a entender― No iban a parar hasta que Luz no se muriera de la vergüenza ―agregó.

Boscha rio― ¿Qué le hicieron? Por favor dime que no superaron mi broma de la mochilita ― se había encargado de regalarle una hermosa mochilita de Bob esponja a la morena. Cuando Luz atinó a dársela a su hija, Boscha se la sacó y le dijo que era para el rarón.

El color de Luz fue de un rojo instantáneo que creció a un más cuando la pelirosa sacó uno de los preservativos que había puesto en la mochilita y le dijo que era para el "recreo" del rarón y que no le iba a venir mal cuando lo tuviera que usar con alguna de las porristas del instituto.