No soy para ti (Lumity G!P)

30. Hasta aquí llegamos

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Amity se dejó caer en los sillones del reservado, el baile la había agotado ― ¿Qué haces? - miró como Luz estaba parada frente a ella con una mano en sus espalda. Obviamente la empresaria nunca se percató de que esa mano tenía bien aferrada la cajita que contenía el hermoso anillo de compromiso comprado en Tiffany & Co. ― Ven aquí amor.- la apuró Amity, quería volver a los besos rápidamente.

Luz agitó la cabeza en negativa ― Quiero... me toca... quiero... me toca cobrarme la prenda.- dijo nerviosa.

Amity miró para todos lados ― ¿Aquí? - no estaba segura de que el área estuviera apta para hacer lo que la morena quisiera.

Luz asintió.

― Es... es fácil.- le dijo ― Solo tienes que decir que... solo tienes que decir que si y listo.- agregó como si nada.

Amity frunció el ceño.

― ¿No puedo decir que no? - preguntó tratando de pensar cual era el engaño.

―No.- sentenció Luz ― Tu prenda es... es contestar sólo que si.- repitió tomando aire, ahora solo faltaba arrodillarse.

El cuerpo de la morena empezó a bajar...

— ¡QUE LOS CUMPLA FELIZ! ¡QUE LOS CUMPLA FELIZ! - Luz se incorporó rápidamente volviendo a apretar la cajita entre sus manos. Apenas se reincorporó del todo vio a Boscha y Willow entrar con una enorme torta entres sus manos. Cerca de ellas estaban Gus y Gavin. Las velas del pastel estaban prendidas y detrás de ellos venían todos los amigos de Amity que estaban aquella vez en el departamento más un montón de gente que la tatuadorano conocía — ¡QUE LOS CUMPLAS QUERIDA AMITY! ¡QUE LOS CUMPLA FELIZ! - la castaña se hizo para atrás de inmediato dando lugar a que Boscha y la bailarina se acercaran para que Amity soplara las velas.

La empresaria tenía una sensación rara, sus ojos iban entre Luz y sus amigos.

— ¿Tu sabías de esto? - le preguntó a la morena agarrando su mano. Luz negó rápidamente, esto no le gustaba nada pero si su novia estaba feliz no había nada que hacer.

— ¡Es una sorpresa! ¡Sopla ya culona, que me estoy cansando de tener este estúpido pastel! - por la música ninguna de las tres chicas alcanzó a escuchar a Luz murmurar lo perfecto que era la cola de Amity —. Viney llamó a Willow para pedirle tu teléfono y de paso nos contó de la reserva de la rari en este lugar .- dijo la pelirosa mirando de costado a Luz — Tan solo un llamado y organicé todo ¿Boscha Diosa puede o no con todo? - Boscha se sentía orgullosa mientras que Luz estaba planeando una forma de comunicarse con su empleada para despedirla.

— ¡Pide tres deseos Amity! - la animó Willow para que soplara las velas.

Amity sonrió y tomó aire para apagar las veinte y cinco velitas. Todo el mundo en la sala aplaudió y Luz tuvo que soltar a su novia para que pudiera recibir los saludos de toda la gente que quería felicitarla.

Poco le molestaba todo eso mientras la sonrisa de la empresaria seguía en su lugar, el problema llegó cuando Luz vio al estúpido chico de peinado raro acercarse con su sonrisa seductora y caminando como si se llevara todas las miradas del lugar. Luz detestaba a ese chico más que a ninguno, bueno el otro alto tampoco le caía bien - Ese era Brad- pero al menos no se trataba de comer a Amity cada vez que la veía

— ¡Amity! - la saludó Chris abriendo sus brazos para abrazar a la ex pelimenta — Que bueno verte y encima en tanto detalle.-  los ojos del chico se fueron hacia el escote de la empresaria y Luz tuvo que obligarse a clavar sus pies en el piso.

La morena odió que la sonrisa de Amity siguiera allí aunque estuviera el chico y le dijera cosas que Luz no aprobaba.

— ¡Chris! - la ojiambar le correspondió el saludo y se dejó abrazar por el muchacho. Luz pudo ver que el chico quiso besar en la boca a Amity pero ella lo esquivó con facilidad y le puso la mejilla. El chico se dio cuenta y rió con una carcajada. Luz pensó que el chico se veía bien. Era alto y tenía su físico marcado, vestía con ropa cara y moderna y tanto su color de piel como su peinado combinaban a la perfección el look de chico malo que atraía a casi todas las mujeres. La tatuadora veía a su novia interactuar con el muchacho y veía la pareja perfecta, ella no le llegaba ni a los talones a Chris — ¿Cómo estás Chris? - la voz de Amity la sacó de sus pensamiento.