No soy para ti (Lumity G!P)

9. Beth

≫───°❅•❀•❅°───≪

— ¿A dónde estamos yendo? ¿Por qué no estamos siguiendo a Luz? .- preguntaba Amity a medida que ella y la hermana Lilith caminaban por los largos pasillos del lugar. Si hubiera sido por ella, ya hubiera salido corriendo tras la morena, pero la monja que la acompañaba iba a un ritmo muy tranquilo. Amity nunca habían dejado que el regalo y la famosa caja azul salieran de sus brazos.

La hermana Lilith la miró y le sonrió.

—Tranquila, hija.- la calmó —. Estamos en eso, Luz  ya debe haber llegado al lugar que te estoy llevando.- aclaró.

— ¿Qué es exactamente este lugar? ¿Un convento o un hogar de niños?.- preguntó la ojiambar, estaba desesperada por respuestas.

—Bueno, funcionan los dos perfectamente. Cuidar niños es una parte de la obra benéfica que hacemos desde el convento.- explicó la hermana.

— ¿Cuidar? ¿Qué quiere decir con eso? ¿Sólo están aquí por un tiempo?.- la empresaria quería adentrarse en el tema.

—Pues la mayora tiene familia, aunque debido a que los padres no pueden encargarse permanentemente de ellos, nosotras los alojamos por un tiempo hasta que la situación cambie.- explicó —. Mientras tanto, todos los fines de semana cada niño vuelve con su familia. Luego nosotras nos encargamos de su educación y cuidado entre semana, como una especie de escuela hogar.- impresionó a Amity esto último —. Hay otros que aunque tienen familia, no la ven tan seguido y otros que son huérfanos y viven con nosotras.- agregó —. Como es el caso de la mayoría de chicos que viste hoy y como fue el caso de Luz.- ante esta información, Amity se detuvo en seco.

—Luz es... es. Quiero decir, ¿no tiene padres?.- preguntó, sorprendida.

La hermana Lilith miró a Amity con cautela y negó con su cabeza ante esta pregunta.

—Creo que es mejor que sigamos caminando.- tomó el brazo de la pelimenta para darle un empujoncito.

Amity solo la miró y siguió caminando junto a ella, había entendido que la mujer no quería tocar ese tema, pero eso no impedía que pudiera averiguar otras cosas.

—Entonces... ¿Luz estuvo acá?.- volvía el interrogatorio.

La mujer, sin dejar su sonrisa, asintió.

—Desde los catorce años más o menos.- comentó —. Se escapó varias veces.- recordó —, pero al final siempre volvía, y mi hermana y yo la pudimos convencer de que se quedara.- dijo.

— ¿Su hermana es monja también?.- no tenía nada que ver con el interrogatorio inicial, pero quería sacarse la duda.

Sorprendentemente, la hermana Lilith largó una carcajada.

—Perdona, es que... Edalyn no es monja... para nada.- explicó a medida que se iban acercando a una puerta de madera —. ¿Por qué no entramos mejor?.- le señaló la entrada.

La monja abrió la puerta y dejó pasar a Amity. La pelimenta no avanzó mucho, se quedó mirando la enorme habitación que tenía enfrente y que estaba llena de camas individuales que estaban una al lado de la otra; estaban separadas por un pequeño espacio.

Cuando su vista llegó al fondo de la habitación, Amity pudo ver a la morena sentada en la última cama mientras acariciaba la espalda de algún chico que estaba metido entre la ropa de cama, Amity no pudo distinguir si era niño o niña. Alrededor de Luz  y el pequeño cuerpito había otra monja y una enfermera.

—Beth.- la hermana le daba una mano a Amity para que entendiera.

— ¿Qué?.- aunque la pelimenta estaba más perdida que nunca.