Julio 2013
Como cada madrugada desde que estoy aquí, no puedo dormir. Siento el cansancio pero tengo mucho miedo de cerrar los ojos, los veo en la oscuridad, siento que me miran, que me hablan, que me tocan. Los tés de Gusty ya no me ayudan, les pedí que me compraran pastillas pero ninguno de los tres estuvo de acuerdo.
—Nena ¿no piensas dormir nunca?
Llevé mi mano al pecho del susto.
—Guido, me asustaste.
—¿Por qué estas a oscuras?
—No quiero despertar a los demás.
—Ni aunque cayera una bomba se despertarían esos dos.
—¿Te vas?
—Quiero caminar un poco.
—¿Vas a ir a pelear?
—No sé, puede ser.
—Apenas se te curaron los heridas que traías el día que llegué.
—Los heridas van y vienen.
—Sí, pero no te ayudan a arreglar tus problemas amorosos.
Guido me miró y me sonrió. Guido es la clase de persona a la cual no le importa nada, vive al extremo, hace y dice lo que quiere cuando quiere, no tiene limites en cuanto a seguir su instinto. Eso me demostró estos días.
—Voy a ir a caminar, anda a dormir.
—Llévame contigo.
—Que graciosa, no quieres que tenga moretones, pero si Gusty y Maxi se enteran que te dejo salir me van a dejar moretones de por vida.
—Por favor, quiero salir Guido. Demos una vuelta, solo una cuadra y me traes, después haces lo que quieras.
Guido me tiro su campera y no dude en vestirme con ella, unos segundos más tarde me trajo un gorro.
—Esto es demasiado —me quejo mientras Guido me acomodaba el gorro.
—No, no es demasiado. Es por precaución.
—No va a pasar nada.
La puerta del comedor conectaba el patio, un pequeño camino que daba a la calle.
—No te separes de mi —susurró Guido— Si ves a alguien o algo, ponte detrás de mí.
—No va a pasar nada.
—Estoy demasiado nervioso.
—Me di cuenta, respira rubio.
Entrelace nuestro brazos, sin pensarlo. Es la costumbre, siempre caminaba así con mis compañeras.
El viento se hacía presente, de todas formas estaba más que acostumbrada al crudo invierno.
—¿Cómo se llama este lugar? —pregunté.
—Esto sigue siendo Villa Madero.
Me sorprendí.
—Entonces, estamos cerca de donde me encontraron ¿no?
—Maso menos, estamos a unos cuentos minutos. Villa Madero es la ciudad más grande de esta provincia.
Asentí.
—¿Estamos lejos de la capital?
—Si, así es. ¿A donde te gustaría ir?
—Al Río.
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Vienen por mí (+18)
Teen FictionConvivo con varios sucesos, que siempre perturban mi mente. Mi madre me abandonó en un orfanato. Mi padrastro, me secuestra y gana las elecciones presidenciales (fingiendo que me busca a mi y a las cientos de mujeres que desaparecen). Tres hermano...