VIII

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15 de Noviembre de 2013.

—Es extremadamente raro que todavía no haya vuelto. Hace mucho tiempo que no desaparecía. 

Desde el living podía escuchar las voces de Maxi y Gus. Guido había salido anoche, hace 24 horas que no sabemos donde está. Decido levantarme e ir hasta donde estaban.

—¿Sin novedades? 

—Nada aún. 

—Estábamos tan bien, a una semana de sacar el nuevo video y desaparece. 

—¿Creen que le pudo haber pasado algo? —pregunto. 

—No, seguramente mañana aparece con la peor resaca de su vida.

—Y con la chica esa —termino de decir Maxi.

—¿La ex novia?

—Si, esa misma. Siempre que se va, se va con ella.

Asentí, yo preocupada y él debe estar pasándola bien. 

—Ale, nos vas a tener que ayudar en el estudio —exclamó Gus.

—Me encanta la idea, vamos.

En el estudio las cosas se tornan serias, bueno la mayoría de las veces, los chicos estaban a una semana de sacar un himno del rock y todavía quedaban cosas por ajustar. Yo no entendía nada pero ya podía preparar café. 

—Hola señorita Alex —me saludó Maxi mientras me grababa con la cámara. 

—Hola Maxwell —saludo y ambos reímos, era su apodo.

—Quedarás registrada en nuestro archivos para siempre ¿algo para decir?

—Si, estoy muy emocionada porque salga la nueva canción. Ya quiero gritarla en el próximo concierto —muevo mis hombros emocionada. 

—El próximo viernes —anuncia mientras se graba a el mismo con una voz de locutor horrible. —Gusty ¿algunas palabras? ¿Algún saludo para tus nenas?

Me rio con fuerza. 

—Un saludo a mi novia, que hace dos semanas no veo por el bendito video.

—Bla bla bla —me burlo.

—No seas celosa. 

—Para nada —exclamo y le saco la lengua.

—Tienes que buscarte una novia como la mía, que entienda tus horarios de rockero. 

—La tuya no se molesta en verte porque ya no te aguanta.

Largo una sonora carcajada que contagia a Gus y a su vez, provoca que Maxi simule tirarme la cámara.  

—Eres malvada y cruel —me dice mientras hace un primerísimo primer plano en mi cara. 

—Era una broma, no se enoje señor. 

—No te perdonaré, me enojaré por el resto de mis días. 

Maxi se da la vuelta dejando la cámara en su lugar y yo lo sigo.

—Te quiero mucho, no seas enojón —exclamo y lo abrazo por la espalda.

—No le mientas a la cámara, menos a mi.

Lo empujo conmigo y ambos nos acercamos a la cámara. 

—Maxwell, te quiero con todo mi corazón, perdóname por ser una mala hermana. ¿Ya? ¿Estoy perdonada?

Maxi asiente y me da un beso en la mejilla, salgo del plano de la cámara y los dejo trabajar. 

(***)

Vienen por mí (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora