27 de Noviembre 2013
—Quédate tranquilo, me quedaré pintando.
—Estaremos muchas horas afuera. ¿Quieres que llame a Nerea?
—No Gusty, no hace falta.
—Sabe cuidarse sola —exclamó Maxi.
—Vayan a ver a sus chicas, que están esperándolos desde la madrugada.
—Si, menos mal que pudimos llevarle agua, comida y mantas.
—¿Quién es ser mas responsable y genial del mundo? Gusty!
—¿No hay ningún alago para mi? —pregunta Guido sonriente.
Levanto una ceja.
—No, ninguno.
Maxi me mira cómplice, y muerde sus labios para no reírse.
—Todo listo —anuncia.
—Cuídate mi vida, hay pasta y gaseosa en la heladera.
—Gracias pa —lo abracé mientras el me correspondía riendo.
Saludo a Maxi y a Guido, mientras me preparo mentalmente para quedarme sola.
Cada vez me cuesta menos, cada día me siento más a gusto con la soledad, quizás sea porque se que siempre hay alguien que va a venir por mi.
No como antes.
Camino a la cocina, busco la comida y la caliento en el microondas. Subo hasta el atelier de Gusty con la comida, enciendo la música y me siento en el piso.
Comiendo observo la caída del sol desde la ventana, dirijo mi rostro hacia los cuadros, me encantan. Gusty desborda talento por los poros, no hay nada que no haga bien. Sus cuadros representaban muchas cosas, sus ideales políticos, sus gustos musicales, mis favoritos son los cuadros en donde pinta paisajes.
Termino de comer y cierro la ventana, subo el volumen de la música, suena "libertad" mientras pienso ¿cuanto vale la mía?
Dejo la pasta a un costado cuando un recuerdo invade mi mente, observo las flores pintadas frente a mi. Pienso en mi hermano, pienso en aquellos cuadros que me había regalado cuando era una bebé.
¿Mi hermano realmente había decidido quitarse la vida o se la quitaron? ¿Por qué nuestro querido presidente lo quería fuera de escena? ¿Por qué me quería a mi fuera de escena?
La fortuna de mi madre, seguro. Sin nadie quien reclame, todo sería para él.
¿El dinero era todo lo que quería? O ¿que hay detrás de todo esto?
Otro recuerdo más, mi hermanastro Mauro, estaba tan perdido y aún así me reconoció en el medio de toda esa gente.
—María... Hace mucho tiempo que nadie me llamaba así.
Mauro espero que no le hayas dicho a nadie de nuestro encuentro, prefiero vivir toda mi vida encerrada en esta casa, a tener que enfrentarme a ese infierno.
No logro terminar la comida, mi estomago se cerró ante todos esos recuerdos.
Me levanto y agarro un lienzo pequeño, le haré un cuadro a Maxi, ya le había hecho uno a Gusty.
¿Qué le gustaba a Maxi?
Las mujeres, me diría él.
Su color favorito es el rojo, cosas de color rojo, una rosa... No, muy romántico. También le gustan las guitarras, no se dibujar ninguna. Las mariposas, una mariposa roja sería ¿extraño?
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Vienen por mí (+18)
Teen FictionConvivo con varios sucesos, que siempre perturban mi mente. Mi madre me abandonó en un orfanato. Mi padrastro, me secuestra y gana las elecciones presidenciales (fingiendo que me busca a mi y a las cientos de mujeres que desaparecen). Tres hermano...