Ariadna García, ex-militar, y Bucky Barnes, ex-soldado del invierno. Ambos, con cosas y actitudes completamente diferentes pero similares, son invitados (obligados) por sus mejores amigos a vivir al dichoso complejo de los vengadores.
Pero al parece...
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El día de hoy es miércoles, el único día que García y Barnes tenían para alistar sus cosas e irse a vivir al complejo. Una decisión un poco abrumadora para ambos, pues tendrían que convivir con los vengadores. Ninguno de ellos dos era como tal un vengador (aunque hallan luchando junto a los vengadores), y sin contar que Tony nombró a Ariadna vengadora, ella sigue sin creerlo y pensar que es una mala broma de su mejor amigo.
Y que por otro lado Barnes aún creía que no solo para entrar, Steve lo quería en el complejo. Tiene algunas dudas sobre si en verdad debería mudarse. Bucky simplemente no podría soportar el buen ánimo de todos y más el de Sam, que aún le sigue pareciendo molesto cuando habla y habla como loro.
Y con dudas ambos empezaron a hacer las maletas, llenándolas con su ropa y algunas pertenencias. Barnes logró hacer una maleta con toda su ropa, y es no ocupaba mucha ropa ni muchas pertenencias. En cambio García logró hacer hasta tres maletas, y sí, todas estas estaban llenas de ropa, zapatos, más ropa, un poco de maquillaje, más ropa, cosas de aseo y solo un poco más de ropa. Y si contamos los dos bolsos que traía aparte de las maletas, entonces habría empacado un total de cinco maletas por así decirlo.
A ella le tomó todo el día empacar sus maletas y terminó a eso de las siete de la noche (pues se había levantado tarde). En cambio a Barnes, apenas dos horas para empacar solo una maleta donde mágicamente cabía todo.
Son las siete y media de la noche, Bucky se miraba al espejo con una cara muy seria. Su aspecto era poco favorable, una barba un tanto larga sin recortar, el pelo largo desnivelado y con unas ojeras notorias a simple vista. El sargento lava su rostro y drásticamente piensa en cambiar un poco su look para poder encajar mañana.
A los minutos sale del pequeño departamento que consiguió para irse a una peluquería y que lo "arreglen". Ahora es cuando se le había subido el autoestima, quizá pida que me corten como en los 40's, piensa embozado una ligera sonrisa.
Llega al lugar, espera su turno y pide que le recorten el cabello y un poco la barba emparejandola. El joven que lo atendía obedeció y le cortó el pelo y la barba como Barnes le pidió. Se mira al espejo cuando terminan y sonríe al ver que se ve un poco similar a él en el pasado. Agradece y le paga al chico para luego salir de la peluquería. Camina con sus manos metidas en su chaqueta y por primera vez en su vida después de dejar de ser el soldado del invierno, se sienta demasiado observado por distintas personas en la calle. Quizá sea por su nuevo aspecto, ya que ahora sí se le podía ver lo atractivo que es.
Camina hasta un puesto de salchichas y compra una junto a un Coca cola. Ese sería su cena del día de hoy. Paga el pedido y sigue caminando por las calles de Nueva York, ya son como las ocho de la noche y Bucky decide seguir caminando por el lugar para adaptarse a esa era.
Por otro lado, Ariadna luego de terminar de empacar. Decidió ir a comprar comida, un par de refrescos y quizá un café. Entró a la cochera y sacó la moto Panigale V4 SP2 (busquen el Google, es bonita), un modelo color negro con franjas rojas y algunas grises.
