CAPITULO 2

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Cuando desperté sentí un horrible dolor en mi garganta, mis ojos y boca estaban vendados, mis manos y pies estaban atados, ¿Ahora en qué mierda me metí? No podía creerlo, sabía que un día de estos algo así podría llegar a pasarme, pero nunca imaginé que fuera tan pronto, espero que alguien llegué pronto, no importa si me golpea, solo me gustaría un poco de contacto humano.

Creo que 3 horas despues, por fin alguien llegó, escuché varios pasos a mi alrededor.

- Despertaste antes de lo esperado - cuando termino de hablar quitó lo que cubría mi boca.

- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? - solo pude escuchar un par de risas de su parte

- Si te lo digo... ¿Prometes no llorar? - yo asentí con desesperación.

- Aproximadamente.... Casi un mes - sus palabras se encajaban en mi, casi un mes..... ¿Desde cuándo estuve dormido?

- ¿En que lugar estoy? -

- Es clasificado, pero en algún lugar de Alemania -

Aún sigo sin poder creerlo... ¿Cómo llegué tan lejos?

- Tienes hambre? Sed? Ganas de ir al baño? -

- Tengo mucha sed - acto seguido solo pude escuchar sus pasos alejarse, unos 5 minutos después estaba nuevamente al frente de mi.

- Abre la boca - sin dudar obedecí, hacerco la orilla del vaso a mis labios, y trate de beber lo más rápido que pude.

- Se ve que si tenías ganas -

Al final solo me volvió a dejar solo otra vez, está vez fue por un tiempo más corto, habrá sido una hora? No lo sé. Cuando regreso primero desató mis piernas, fue un gran alivio, pude estirarme fácilmente, sonreí un poco.

- ¿Por qué estás feliz? -

- Las ataduras me dolían - dije sin miedo alguno. Después de eso me quitó la venda de los ojos, poco a poco empecé abrir mis ojos, al principio todo se veía borroso, con el paso del tiempo pude ver bien, al poder enfocar pude observar al mismo chico, el mismo de la vez de la fiesta, solo que está vez estaba usando lentes.

- No sabía que fueras miope - el se quedó sorprendido con mi respuesta.

- ¿Cómo puedes bromear en estos momentos? Sabes que tú vida corre peligro - al final el río, por alguna razón le pareció gracioso, me mostró una sonrisa, una sonrisa inigualable, con solo ver sus dientes pude saber de qué familia provenía.

- Eres el hijo d- no me dejó terminar, instantáneamente me interrumpió.

- Si, si lo soy, soy uno de los gemelos del terrible genocida, soy Alemania -

- Osea we, ya se que mi papi te pago para que me dieras el susto de mi vida, pero, osea, llámale y dile que ya cambié, porfis - dije con un tono fresón, obviamente fingido, pero Alemania me veía con desprecio, me quedé confundido.

- ¿Enserio? Tu papi no me pagó, esto es de verdad. Solo eres una persona desagradable - mi sonrisa se desvanecido.... Mi cuerpo empezó a temblar, al final no era una lección de vida, al parecer si era real, algunas lágrimas empezaron a caer.

- No llores cariño, te gustaría comer algo? - me lo dijo con un tono algo bobo, sabía que trataba se burlarse se mí. Al final asentí, honestamente si tenía hambre, el me sonrió y acto seguido me sostuvo en sus brazos, recorrimos un enorme pasillo, parecía interminable, al salir del pasillo había un enorme balcón, tenía doble escalera, se veía realmente lujoso, al bajar las escaleras seguimos caminando unos segundos más, la casa si que era grande. Finalmente llegamos a la cocina. Alemania me dejó sentado en el comedor mientras el servía la comida.

Comencé a observar el lugar, se veía muy grande y lujoso, no era nada que me sorprendiera, pero era de esperarse, el es una clase más alta que yo. Al poco tiempo regresó con dos platos, al parecer era uno para el y uno para mí, me acerco el plato y unos cubiertos, todo se quedó en silencio, con desconfianza comencé a tomar pequeños bocados.

- Come rápido, no tengo tu tiempo -

- ¿Yo que hago aquí? - al escuchar mis palabras, condujo su mirada hacia mí.

- Hay una persona que te odia demasiado -

- Eso que tiene que ver ? - Alemania solto una pequeña carcajeada.

- Bien, creo que es tiempo de contártelo, tu hermano mayor quiso tener el poder nuevamente - eso sí que fue un golpe duro en el corazón.

- Mi deber es mantenerte con vida hasta que mueras -

- ¿No ubiera sido más fácil matarme? -

- Probablemente si, pero fuiste de mi agrado, deberías estar agradecido -

- ¿Agradecido? -

- Si no ubiera sido por mi, estarías 15 metros bajo tierra -

Solo desvié la mirada, preferiría estar muerto, puede sonar cruel, pero no me gustaría vivir el resto de mi vida sabiendo que ahora tengo limitaciones en mi vida.

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¿Síndrome De Lima? ¿Estocolmo? AleMexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora