overthinking // Yukierre

a third party is not always bad

Siempre fue una tormenta
antes de la paz ¿O como iba?

El aburrimiento volvía a apoderarse del francés; apenas eran las cuatro de la tarde y la película que se reproducia en la televisión dejó de cautivarlo en los primeros quince minutos. Era lamentable, ya que había depositado ciertas expectativas en ella, especialmente después de leer el resumen que prometía más interés.

Rasco su cabeza levemente frustrado antes de tomar su celular, a estas alturas no le daba tanta importancia a su nueva forma de entretenimiento.
Una vez que reviso los anteriores títulos recordó el mal sabor de boca que le dejo el último, esto lo hizo retractarse momentáneamente realmente no tenia ganas de pasar sus pocos ratos libres haciendo rabietas y corajes, dio una rápida vista al frente dándose cuenta que no tenía muchas opciones, intento darse ánimos recordando que de hecho, el primer relato no fue tan malo y genuinamente le había gustado.

Esta vez decidió escoger uno al azar deslizando rápidamente entre todas las historias hasta que una llamo su atención por completo; la portada era linda y el título empalagoso, una sonrisa se asomó de forma automática decidido a revisar la descripción dándose cuenta que escondía algo interesante.

"Charles, cansado de la obvia tensión romántica entre sus dos amigos decide servirles de Cupido."

Esto lo hizo alzar una ceja con intriga, era la segunda historia donde se involucraba un tercero pero en esta ocasión parecía ser algo bueno, su perspectiva acerca de las historias mejoro y ya con más ganas presiono el conocido botón de leer.

Al igual que la primera historia parecía estar ambientada en un aire escolar, noto que parecía ser un cliché cosa que no le disgustaba, entre más fantasioso fuera menos podría relacionarlo a la vida real ayudando más a su proceso, aunque ¿Realmente esto ayuda?.

Continuó con la lectura, como lo sospechaba era bastante dulce y también algo cómica, en más de una ocasión logro sacarle una pequeña risa.

Aunque había un sentimiento escondido que salía a la luz en cada página que avanzaba, sentía como el dulzor de la trama se le enredaba en una telaraña de emociones, Pierre no quería aceptar que estaba floreciendo un pequeño amor, uno que tal vez siempre estuvo ahí.

Mientras en la historia Charles cumplía muy bien su rol de Cupido siendo ayudado en ocasiones por los demás "no pilotos", no solo eso también era el mayor confidente de ambos protagonistas.
El francés interrumpió por un segundo su lectura dándole más importancia a la increíble paciencia que el Charles de la historia tenía, estaba seguro que de él estar en esa posición no dudaría ni dos segundos en gritarles a la cara que dejarán de ser tan ciegos y se dieran cuenta de la atracción mutua que se sentía en el aire, afortunadamente no estaba en ese papel.

Termino su lectura, la cual tuvo el obvio y esperado final feliz no solo para ambos protagonistas, también hubo un par de parejitas que también terminaron juntas, una en concreto era la de Charles y Carlos, el primero poco a poco dándose cuenta que pasó todo este tiempo intentando que Yuki y "no Pierre" se dieran cuenta de lo que sentían que ignoro casi por completo sus propios sentimientos, se sintió como un tonto pero al menos era un increíble Cupido.

A estas alturas y con el libro ya finalizado Pierre se encontraba reflexionando sobre sus propios sentimientos hacia Yuki, no iba a negar que en algunas partes de verdad deseaba que pasarán, quería vivir algo parecido con él pero no todo era tan fácil, seguía habiendo algo que lo obligaba a renunciar a ese amor, algo que le asustaba de una manera inmensa.
Cerro los ojos durante unos segundos dando un fuerte suspiro algo agotando para después volver a abrirlos dando un rápido vistazo a la pantalla de su celular a punto de apagarse, el título se asomaba de forma un tanto burlesca o al menos eso le pareció a él. La historia le resonaba de una manera sorprendente, haciendo eco en su propio dilema interno.

Cansado de solo estar enfocando en la parte negativa de todo esto, decidió buscar un poco de luz en la oscuridad e inspirado por la narrativa, Pierre se sintió impulsado a compartir sus pensamientos con alguien, buscar una segunda opinión, alguien que pudiera decirle si todo esto estaba bien o al menos que le ayudará a aclarar sus pensamientos.

Dos rostros llegaron rápidamente a su mente, pero descartó al primero ¿Como se supone que hablaría con Yuki sobre esto? No se imaginaba llegando con el bajito y simplemente soltarle un "oye creo que me estás empezando a gustar ¿Que opinas?" Al menos no lo haría sobrio.

La segunda persona era Charles, dejando un poco de lado la historia, el monagesco y él eran muy buenos amigos desde hacía ya muchos años, estaba ya casi convencido de contárselo pero la idea de confiárselo a su amigo de la infancia lo llenó de dudas. Temía que la complejidad de sus pensamientos no fuera comprendida plenamente, por más en negación que se encontraba no se podía negar la realidad, esto iba más allá de sus sentimientos, el problema no era lo que sentía era quien lo hacía sentirse así, en todos estos años él jamás vio a Charles pasar por algo mínimamente parecido, podría contárselo y lo haría pero en estos momentos necesitaba más un consejo que un oído.

Recordó un poco de las lecturas anteriores, entre las líneas de aquellas historias, Pierre buscaba respuestas para su propio corazón, deseando encontrar la valentía necesaria para abrirse y revelar sus sentimientos a aquellos que le rodeaban, muy en el fondo eso era lo que más quería pero aquella duda de a quien confiarle algo tan importante y quién podría ayudarle le comía la cabeza, termino por rendirse, desechando aquella loca idea y mejor buscar algún tipo de consuelo en otra historia, siendo la primera vez que leía dos historias en un día.

Esta segunda lectura era corta, solo contaba con un capítulo, la trama, aunque ficticia, actuaba como un espejo de sus propias inquietudes, y Pierre se sumergió en la lectura con la esperanza de descubrir una guía para su propia travesía emocional.

No todo es tan malo como parece