who?

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"De verdad quiero gritarle a todo mundo que eres mío... Sobre todo a él"
























La vida a veces puede parecer realmente extraña, una verdad que Pierre comprendía perfectamente. Aún le resultaba surrealista todo lo ocurrido en su vida hace apenas unos meses, cómo su ocio lo había arrastrado rápidamente hacia un abismo que, al principio, parecía oscuro y aterrador. Redescubrirse a sí mismo en un momento en que creía tener su vida completamente organizada y clara, para luego enfrentarse a la realidad de no conocer ni la mitad de la persona que creía ser en verdad, fue un choque monumental. Sin embargo, aquel abismo resultó ser solo un bache superficial y para nada era aquel hoyo al que temía, todo esto era una verdad que comprobó al despertar. Lo primero que captó su vista fue la pequeña silueta de Yuki, quien aún dormía tranquilamente a su lado. Lo primero que sintió fue su mano sosteniendo con firmeza la cadera del más joven, seguido de una caricia suave que rápidamente se desplazó hacia el cabello desordenado y oscuro del otro. Sus dedos se entrelazaron entre los mechones, sintiendo y disfrutando de la textura sedosa que chocaba contra la piel entre sus dedos. Inconscientemente, sonrió, deseando vivir de esa manera para siempre, sin importarle repetir ese escenario una y otra vez. Sin embargo, sabía que había algo más que resolver, algo que le provocaba un ligero dolor en el pecho y le provocaba noches de insomnio. En lo más profundo, era consciente de que necesitaba algo más que simplemente tener a Yuki a su lado. En ese momento, la sonrisa en su rostro se transformó en una línea recta.

—Gasly—fue lo primero que dijo el japonés mientras se frotaba los ojos suavemente, buscando acostumbrarse a los rayos del sol.—¿Está todo bien?—

—Todo está perfecto, pequeño— respondió el joven, depositando un tierno beso en la frente del recién despertado. A pesar de su profunda confianza en Yuki, aún le resultaba difícil compartir sus verdaderos pensamientos, prefirió venderle una pequeña mentira reconfortante.— ¿Quieres que pidamos algo para desayunar?—

—Vamos, Gasly, estás en mi casa— le recordó a Pierre, quien por un momento había olvidado que se encontraba en Japón, en la casa de quien todavía no era oficialmente su novio.—Yo prepararé algo mientras tú arreglas la cama—

El francés no protestó; se limitó a observar. Yuki, quien aún se veía adormilado, abandonó la cama rumbo a la cocina. A pesar de la sencillez de su pijama, que estaba compuesta únicamente por una camiseta blanca y unos sosos pantalones grises, Pierre no pudo evitar mirarlo detenidamente. Se percató de dos cosas: la primera era que a pesar de usar ropa holgada, la silueta de Yuki lograba destacarse, y la segunda era que de hecho esa camiseta, en realidad, era suya. No sabía si era aproposito, pero la visión de un Yuki somnoliento buscando su pantufla perdida, mientras llevaba puesta su camiseta, le agradó profundamente. Toda esa combinación le hizo sentir que todo estaba en orden.

Orden. Eso era exactamente lo que Pierre anhelaba. Como en una montaña rusa donde subías y bajabas, su coraje fluctuaba, pero ahora se encontraba en un punto alto. Se había esforzado demasiado para poder aceptar sus sentimientos y para al fin confesarse a Yuki como para dejar que un simple temor echara todo a perder. Yuki, por su parte, percibió la seriedad en el semblante de Pierre, pero optó por darle su espacio. Confía en que si el francés tenía algo importante que decir, lo haría por su cuenta. Se permitió una última mirada hacia el joven en la cama antes de cruzar la puerta.

La realidad golpeó a Pierre con el sonido de la puerta cerrándose. Con toda la agilidad que poseía una persona recién despertada, tomó su celular que descansaba en la mesita de noche al otro lado de la cama. Sus dedos se movían con habilidad por la pantalla, redactando un mensaje largo, borrando y escribiendo, aún indeciso. Era consciente de la importancia de abordar este tema desde ahora, esperando que, para cuando llegaran a Francia, todo estuviera "en orden".

overthinking // YukierreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora