"Estoy libre de alcohol pero me siento ebrio
A pesar de que no he bebido ni un poco
Pasa siempre que estoy contigo
Por la forma en que me miras"
Seis años habían pasado desde aquella noche en que ambos habían formalizado su relación. Durante todo este tiempo, enfrentaron diversas dificultades a lo largo de su noviazgo, incluyendo el cambio de escudería que Pierre tomaría solo un año después. A pesar de sus temores, esto no fue un impedimento para continuar. Al contrario, la distancia y los desafíos profesionales los fortalecieron como pareja; seguían apoyándose mutuamente y celebraban sus pequeños avances a pesar de todo. Su relación seguía siendo algo privado, donde solo personas cercanas a ellos estaban informadas de toda la situación. Ambos acordaron que así sería, no querían que algo tan lindo se arruinara debido a los pensamientos y la presión que terceros pudiesen ejercer sobre ellos.Yuki se encontraba de pie mirando por la ventana, sentía el frío golpeándole en el rostro, lo cual contrastaba increíblemente con la calidez de la habitación. No había algún ruido que lo perturbara, y esto le permitió pensar en todos esos años que solo podía denominar como los mejores de toda su vida. Una sonrisa iluminó su rostro; quién diría que justo en este momento se encontraba en lo que sería su último día como novios.
Seguía tan sumergido en ese mar de recuerdos agridulces, en el que se encontraban entre buenos y uno que otro malo que rápidamente se veía opacado por los primeros. En ningún momento se dio cuenta de la puerta que se abría y cerraba a su espalda, ni de la luz siendo encendida para iluminar la gran habitación, ni tampoco se dio cuenta del hombre que se encontraba a su espalda hasta que sintió un par de brazos envolviéndole con fuerza sobre su cintura. Volteó sorprendido y se encontró con aquellos ojos azules. Le gustaría decir que lo veían igual que el primer día en que se vieron, pero sería mentira.
—Gasly, me asustaste.
—Estás demasiado distraído. ¿Te encuentras bien? —la voz le salió temblorosa, solo durante unos segundos, pero ambos se dieron cuenta.
—Solo estoy nervioso y, ya sabes, estaba pensando en todo esto, en nosotros —ambos se miraban fijamente, no existía tregua, los dos se analizaban minuciosamente—. Pierre, ¿cómo te diste cuenta de que yo te gusto?
El francés palideció ligeramente, por dentro se sintió un poco estúpido por creer que jamás sacarían ese tema a relucir. Aunque no iba a mentir tampoco, le sorprendía enormemente que tardara tantísimo tiempo en hacerle esa pregunta. No estaba preparado para dar una respuesta, y cualquier excusa que pasara por su mente no le parecía lo suficientemente buena. Fue el primero en romper el intercambio de miradas; inevitablemente su vista fue directo hacia la ventana, se dio cuenta de que empezaba a anochecer.
—¿Pierre? —Tomó su rostro para obligarlo a mirarlo. Para Gasly, la textura del frío metal que se encontraba alojado en el dedo sobre su mejilla le parecía una extraña mezcla entre rareza y emoción—. Dime, prometo no burlarme.
—Hasta tú sabes que eso es mentira —se acercó lentamente al contrario y dejó un fugaz beso en la frente de su novio—. Mejor vayamos a dormir, ya es demasiado tarde.
—No evites el tema —se dio cuenta de que el mayor se removió intentando zafarse sin éxito—. Nada puede ser tan malo.
—No es malo, pero es vergonzoso —silenciosamente deseó que eso fuera suficiente para erradicar la curiosidad del japonés.
—Solo dilo, cariño —al contrario de lo que el francés esperaba, la curiosidad comenzó a crecer dentro de la cabeza de Yuki y haría confesar al contrario aunque le llevara toda la noche.
Un fuerte suspiro salió de la boca del alto, sabía que no podría escapar a ningún lado. Aceptó su destino y abrazó con fuerza al japonés buscando las palabras menos vergonzosas y más fáciles de explicar. Lo intentó durante un buen par de segundos, barajó todo tipo de respuestas y formas. Y, como la mayoría de las veces, solo pudo decir lo primero que se le venía a la cabeza.
—En realidad no es tan complejo, solo ya sabes, un día estaba aburrido y, bueno —sintió a Yuki mirarlo a los ojos, gesto que no podía regresar sin sentir que se moría—, encontré por ahí unas historias sobre... sobre nosotros.
En un intento vago de ocultar la verdad, Pierre fue bajando la voz conforme hablaba, dejando en un simple susurro las últimas palabras. Yuki reprimió lo mejor que pudo su risa; esperaba cualquier cosa menos eso. Le sorprendía la capacidad que tenía Pierre para superarse en este tipo de cosas y siempre ser tan único. Eso era lo que lo atraía a él, cómo la vida no parecía para nada aburrida a su lado. Pero todo eso no iba a impedirle molestar un poco a su novio.
—¿Entonces te enamoraste de una versión ficticia de mí? —ni siquiera él sabe cómo logró que su voz no se distorsionara hasta convertirse en una risa.
El francés le dirigió la mirada con los ojos realmente abiertos en sorpresa, casi como si se sintiera ofendido de alguna u otra forma, porque tal vez sí estaba ofendido de que su novio, con el que lleva casi siete años, pudiera creer esas cosas de él.
—Claro que no... ¿o sí? —ahora era su turno para devolver la broma, tomando por sorpresa al contrario, quien no se esperaba eso para nada.
—¡PIERRE!
Ambos se miraron en silencio durante unos segundos antes de dejar estallar unas risas. El sonido viajaba por toda la habitación, inundándola antes de volver al silencioso estado inicial. Los ojos de Gasly se iluminaban con tanta intensidad que Yuki comprobó que, en efecto, lo miraba con aún más amor que aquella primera vez.
—En realidad, esas historias solo me hicieron darme cuenta de lo asombroso e inigualable que eres. Me gustas porque eres tú y eres mejor que cualquier versión ficticia.
Pierre tomó el rostro de Yuki y lo besó. Era un beso suave, cargado de todas las palabras no dichas aún, mezclándose con todas las emociones que sentían en sus corazones. Se amaban más allá de lo humanamente explicable, y la forma en que se besaban lo demostraba, como si no existiera nadie más en el mundo y los segundos simplemente dejaran de contar y se detuvieran en ese preciso momento.
Ambos sabían que lo único que marcaba la diferencia entre este beso y todos los demás era que mañana, a casi medio día, dejarían de ser novios en medio de aquella playa y decoraciones para nada sencillas, y por fin, después de tantos meses pasando por el estrés de planificar un evento de ese estilo, podrían unirse completamente en matrimonio.
Porque Pierre amaba a Yuki infinitamente.
Y Yuki adoraba a Pierre como si su vida dependiera de eso.
"Todos los demás pensamientos se desvanecen
Y mi corazón late más fuerte
De repente, el amor se siente tan fácil
Entonces me enamoro más y más profundo por ti
Eso es lo que me haces sentir"Btw, para todxs lxs q les intereso la idea de Charles cupido vengo a decirles que probablemente cuando suba esto ya esté subido el primer capítulo de esa mafufada ajdaujaja los tkm.
ESTÁS LEYENDO
overthinking // Yukierre
FanfictionDonde Pierre empieza a leer fanfics sobre él y Yuki solo por diversión hasta que empieza a sobrepensar. ¿De verdad Yuki es así de dulce?