overthinking // Yukierre

keep calm

"Tienes que aprender de tus errores si quieres cambiar lo que suceda en el futuro"

Era demasiado temprano por la mañana. Lo único en lo que los ojos de Yuki podían enfocarse era en la trabajada espalda de Pierre, quien meticulosamente empacaba su ropa en una maleta que no era tan pequeña como parecía. Pierre estaba visiblemente de mal humor, y ambos intuían que se debía a la inminente separación. A diferencia de Pierre, quien entendía la importancia de viajar a Francia una semana antes, Yuki no lo comprendía completamente. Las excusas y justificaciones que Pierre le ofrecía no eran del todo convincentes, dejándole un sabor amargo. Al final, lo único que Yuki pudo hacer fue confiar plenamente en él.

Pierre no quería alarmar a Yuki, por eso decidió contarle su plan solo si era necesario implementar un plan B. Mientras terminaba de empacar, notó la mirada triste de Yuki dirigida hacia él, captando un destello fugaz de tristeza en sus ojos. Al terminar de empacar, notó la mirada de Yuki, en la cual percibió un fugaz brillo de tristeza. Eso le causó una punzada en el pecho; tal vez estaba siendo demasiado cruel al no contarle su plan. En ese momento, experimentó una claridad mental, como esos instantes en que la mente se despeja y se comprende la realidad de las acciones. Decidió que no podía repetir los errores del pasado, aquellos que los habían lastimado tan profundamente. Era hora de demostrar que había cambiado que era diferente. Necesitaba hablar con Yuki.

Dejó caer su maleta estrepitosamente contra el piso, asustando a Yuki en el proceso. Ahora, Yuki no parecía triste, sino alarmado. Esto poco importó al mayor, quien atrapó al menor en un fuerte y necesitado abrazo; el miedo lo consumía, el nudo en su estómago parecía torturarlo de manera casi inhumana. Pierre Gasly comenzó a llorar ruidosamente en los brazos de su amado. Los pilotos eran conocidos por sus buenos reflejos, por eso los dos segundos que tardó Yuki en reaccionar se sintieron eternos; sintió su camiseta humedecerse con las lágrimas y los brazos de Pierre envolviéndolo con fuerza, mientras los sollozos resonaban en el aire. Yuki acarició el cabello de Gasly intentando reconfortarlo. Permanecieron en esa posición durante unos minutos, sin que a ninguno le pareciera incómodo. Pierre incluso sintió cómo sus ojos se cerraban bajo el peso del cansancio después de haber llorado sin parar. Fue entonces cuando tomó una profunda bocanada de aire antes de separarse de Yuki, quien resintió la distancia al notar que el lugar donde Pierre había derramado sus lágrimas empezaba a enfriarse. Yuki tomó el rostro de Pierre entre sus manos para limpiar las lágrimas que aún brillaban en sus mejillas. El mayor intentó sonreír, pero en su lugar, cayeron más lágrimas.

—Lo siento, acabas de limpiarlas—cerró los ojos al sentir de nuevo aquellos dedos acariciando su rostro.

—No seas tonto—los abrió nuevamente y observó los ojos de Yuki, que se concentraban en sus pómulos—. Limpiaría tus lágrimas toda la vida.

—No sería la primera vez—detectó un sentimiento agradable floreciendo en su interior al escuchar esas palabras.

—Es la primera vez que te veo así—enfatizó en la última palabra—. ¿Qué sucede, Pierre?

Sintió cómo el pánico se elevaba desde la punta de sus pies hasta la cabeza. Sabía que la reacción de Yuki no era la que más debía temer. Sin embargo, esto no impidió que avanzara aquella amargura.

—Quiero ir a Francia solo —el ambiente tenía cierto toque de seriedad, lo que hizo que Yuki ahogara un "eso ya lo sé" en sus pensamientos y permitiera que continuara—. Quiero hablar con mis padres, quiero algo serio contigo, pero no quiero esconderlo, al menos no de mi familia.

Los labios de Yuki se abrieron, dejando escapar un pequeño "oh" que, en un susurro, se hizo perfectamente audible gracias al silencio de la habitación. Se sintió estúpido; en su mente, había sido obvio que el viaje adelantado de Pierre tenía ese propósito. Sin embargo, había dejado que sus pensamientos se dispersaran en todas direcciones, excepto hacia lo obvio. Su rostro comenzaba a tornarse rojizo y su corazón a acelerarse. Soltó el rostro de Pierre y, a su vez, lo abrazó con fuerza. Él mismo había pasado por una situación similar años atrás y podía comprender el miedo y la desesperación que calan en los huesos. Afortunadamente, Yuki no estuvo solo; esa fue la razón por la que ahora él y Sergio eran tan unidos. Todo parecía indicar que ahora le tocaba a él ser el apoyo moral y no dudaría en serlo; haría todo para proteger a Pierre.