Capítulo 4. Viva la vida escolar

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Sobreviví un día a la escuela, nada más quedaba sobrevivir el resto de la semana, y luego, todas las otras semanas. Lo único que me había gustado de la nueva escuela es el hecho de que las clases son más interesantes, un poco más difíciles. Eso era todo lo que me gustaba, odiaba el feo edificio, odiaba aún más todos los inútiles focos extremadamente brillantes; aunque amaba los casilleros y los baños extremadamente limpios.

Bruno era agradable, me tocó con él en dos clases más, se sentó junto a mí. Sé que ya tenía otros amigos porque todo el mundo le saludaba por los pasillos, pero aun así se quedaba conmigo. Quería creer que le agradaba, pero mi cabeza no paraba de decirme que solo era un caso de caridad para él.

Algo que me parecía hermoso de las escuelas privadas era el uniforme, me gustaba el uniforme. Nadie puede juzgar lo que traes puesto si todos traen puesto lo mismo.

Después de la escuela, me tocaba ir a terapia. En ese momento entendí porque mi mamá me obligo a ir a terapia desde aquel día.

—Elsie, ¿puedes ponerme atención?

—Nope —dije alargando lo más posible la o.

—Elsie, independientemente de lo que te haya dicho Jaxon tienes que descubrir tú misma la clase de persona que es Kayden.

—Daniela, no puedo- ¿sabes?, acabo de recordar que hoy conocí a un chico que se llama Matthew, era muy lindo, era alto, cabello castaño, piel entre blanca y morena-

—Elsie, no cambies el tema. ¿Puedes darle una oportunidad a Kayden de demostrarte la clase de persona que él es?

Tal vez Daniela tenía razón, pero me asustaba no poder creer en Jaxon, Jaxon era lo más importante en mi vida en ese momento, no quería que eso cambiara por ningún motivo, no quería dejar de pensar que él era la persona que me iba a salvar.

—Lo pensaré.

○◌☼◌○

Después de hacer un montón de tarea, me aburrí de la vida, ya había cenado, pero aun así quería algo dulce. Lo malo de vivir en un fraccionamiento es que no había ninguna tienda por ningún lado. Las gomitas que los chicos me habían comprado se acabaron el mismo día así que no contaba con eso. No tenía licencia de conducir así que tampoco podía ir a la tienda yo sola, pero sabía quién sí.

Cruce el pasillo hasta encontrarme con su puerta, toque exactamente 3 veces y cuando él dijo que podía, entre a su cuarto.

—¿Qué pasa, Elsie? —preguntó, dejando de lado sus videojuegos.

—Mhm, me preguntaba si tal vez tú podías llevarme a la tienda, quiero dulces y todas las tiendas están muy lejos para ir caminando...

—Claro, yo te llevo, deja le pregunto a Kayden si va con nosotros —. Se paro y agarro un par de cosas antes de ir a buscar a Kayden.

—Está bien, yo voy a ir por mi bolso.

No tardamos más de 20 minutos en llegar al auto, en el que nos esperaba Kayden. Yo ocupe el asiento trasero, Lucas el del conductor y Kayden el copiloto. Esperaba que eso no implicara platicar sobre cualquier cosa, pero, lamentablemente, a la gente le gusta platicar.

—Elsie, ¿en dónde estabas en el almuerzo?, no te vi, pensaba invitarte a estar conmigo y mis amigos en la cafetería, pero nunca te vi así que no pude —dijo Kayden.

—Oh, es que cuando entré a la cafetería me di cuenta de que estaba llena y decidí mejor irme a pasear por la escuela. Además, ni siquiera pensaba comer comida de la cafetería, no tenía sentido estar ahí.

—Elsie, tienes que comer en la cafetería una vez, te juro que tienen comida que te puede gustar —dijo Lucas sonriendo— y sino, hay una máquina de chucherías justo al lado de la parte en donde sirven la comida. Dios, como extraño Who Academy.

La Chica de ArcillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora