Vernos de nuevo

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Las personas que están destinadas a estar juntas siempre encuentra el camino para volver estar unidas solo es cuestión de tiempo.

Cambiar de país para seguir tu sueños es cosa de valientes, comenzar de cero fue un reto, pero ellos lo superaron, Marc después de aceptar una oferta en los Ángeles le ofreció a Bill la oportunidad de ser su contador había estudiado algunos semestres dejandolo a un lado cuando sus dones comenzaron a salir y sus temores de ser rechazado hicieron qué desistiera en continuar, los últimos meses hizo un buen trabajo administrando su contabilidad y ahora no solo ejerce su cargo si no qué lo alternaba con sus clases en la universidad. Se mudaron a un apartamento en el centro de los Ángeles desde allí todo les quedaba cerca hasta el enorme océano qué desde el balcón se veia imponente y a la vez transmitia paz.

En sus ratos libres Bill se iba a relajar sentandose en la arena fumando un cigarro y viendo a las personas en su estado natural, no sabia nadar le tenia cierto respeto al agua y por ser precavido solo miraba el horizonte.

Últimamente tenia el vacio en su pecho y cada vez los sueños eran frecuente, no sabia a qué se debia y no se acordaba de qué era el sueño solo recordaba a su protagonista ¿porque si? eran sueños muy húmedos y siempre se despertaba con una tremenda erección, nunca lo había visto, de hecho solo veia sus ojos y sus brazos tomándolo de la cintura mientras su miembro desaparecía entre sus nalgas, podía escuchar sus gemidos, sentir su olor corporal y todo ese placer qué le daba esos sueños era suficiente para quedar satisfecho obteniendo una discusión con su rubio por no corresponder el deseo qué Marc queria darle con sus besos y caricias cada noche.

Su móvil sonó haciendo salir de sus pensamientos, tomando la llamada de inmediato.

-dime Marc

-¿donde estas pequeño?- Pregunta atravez del movil

-en la playa, ¿porque?

-hoy tendremos una comida importante en un nuevo restaurante y quiero qué me acompañes... Ponte guapo pasare por ti en dos horas ok

-ok Marc-

Y sin decir mas nada termino la llamada, se le hacía difícil tratar al rubio con cariño solo sentía qué sus palabras iban dirigidas a otra persona cuando lo llamaba por un apodo cariñoso.

Duro mucho tiempo arreglando su cabello ahora era largo rubio y liso, se había hecho perforaciones y otros tatuajes qué adornaban su piel, en su pecho estaba el mas significativo para el, lo había copiado perfectamente del brazo de aquel chico qué...

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Duro mucho tiempo arreglando su cabello ahora era largo rubio y liso, se había hecho perforaciones y otros tatuajes qué adornaban su piel, en su pecho estaba el mas significativo para el, lo había copiado perfectamente del brazo de aquel chico qué en su sueños le hacía ver estrellas con las embestidas qué esté le daba, no era idéntico pero si muy similar... Lo miraba atravez del espejo, la camisa que tenía dejaba ver parte de el y con sus dedos siempre se tomaba el tiempo para acariciarlo un rato, cuando dio su visto bueno a su imagen salio al salón a esperar a Marc... No pasó mucho cuando el rubio aparcaba afuera y con el claxon hizo saber qué había llegado. Bill dio su último vistazo a su imagen en el espejo y salio de casa para subirse de copiloto, el rubio quedó sin habla era tan notorio el cambio qué tuvo, era mas maduro, mas fuerte y mas honesto pero en el físico era un cambio extremo, Bill era hermoso y por eso Marc enloquecía por el.

El restaurante era muy elegante y demasiado calido, la música en vivo era sonoramente agradable y su decoración le daba un toque otoñal su mesa era la más grande puesto que alli estaban todos los modelos y fotografos qué la agencia solicito para el evento de la marca Vogue.

Sus risas se escuchaban por todo el salón y es qué Bill había hecho click con otro modelo amigo de su rubio y por ser de la misma edad tenian demasiadas cosas en común, Georg listing venia también de Alemania y su carrera tomaba vuelo demasiado rápido, Bill parloteaba tantas cosas qué con su rubio no podía y Marc solo lo miraba con orgullo...

Se sentía orgulloso del novio qué tenía, de su belleza pero sobre todo de su inteligencia.

El final de la cena llegó, se despidió de su nuevo amigo e intercambio números mientras qué Marc se ausentaba para ir al baño un momento, cuando estuvo solo decidio ir hasta la entrada del local a tomar aire, se moria por un cigarro pero su novio destetaba ese hábito qué había adquirido.

Caminó por las mesas colocando su abrigo sin fijarse qué un chico entraba en ese instante tropezando con el.

El chico lo sostuvo a tiempo antes qué este terminara cayendo en el piso Bill se aferró de los fuertes brazos qué lo sostenían y se disculpo por la torpeza, fijo sus ojos en aquel chico qué lo miraba igual y se perdió en esos ojos qué le parecían conocidos. -disculpa no te vi- le dijo el chico, Bill no soltaba esos brazos y le sonrió sin dejar mirar esos ojos miel tan hermosos y tan familiares, pensó qué talvez lo conocía pero el jamás podría olvidar esos ojos miel.

Bajo a su boca y vio su piercing tuvo la sensación de haber jugado con ellos en algún momento.. la voz de Marc lo sacó de las sensaciones qué sentía al ser tocado por ese chico, soltó sus brazos para agarrar la cintura de su novio qué a la vez este pasaba las suyas por las de el, Bill se disculpo una vez más y después de desearles una buena velada en el restaurante se dirigieron a la salida, Bill sintió la necesidad de ver a el chico qué dejaba atrás, giró su cabeza y se encontró de nuevo con esos ojos miel, levantó su mano y con un gesto se despidió de él, para luego tomar la mano de Marc y subir a su auto para perderse en la multitud qué a esa hora transitaba por las calles de los Ángeles.

Tom vio cuando aquel chico rubio se alejo entre las calles de los Ángeles y tuvo la necesidad de ir en su búsqueda pero la voz de Natalie indicándole dónde estaba su mesa hizo qué desistiera de aquello y en su lugar caminó hacia ella para sentarse y sonreír, no sabía porqué estaba feliz pero su corazón así lo sentía, volvió a recordar el momento en qué tropezó con ese chico rubio con ojos encantadores y labios sexis, sintiendo su corazón latir más de lo normal, entonces decidió qué no sería la última vez qué vendría a ese restaurante.

Seher TwcNr (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora