Luego del baño, no pude resisitirme a tomar a Radha de nuevo, la mujer parecía disfrutar de provocarme, y no soy de piedra, si me enseña su trasero redondo mientras se sube a la cama ¿Como puedo resistirme de tomarla de espaldas?
No es que ella se queje, al contrario en realidad, parece gustarle, porque después de la cena (donde había conseguido convencerla de comer en la proa del barco ) la mujer había saltado a mi regazo, por voluntad propia. No que me moleste en absoluto, pero me sorprende un poco, de haber sabido que lo que necesutaba para conseguir que entrara en confianza era follarla, lo había hecho mucho antes.
La dejo tranquila sin embargo, podía verla quejarse lígeramente al caminar y era evidente que estaba un poco irritada, por lo que me controlaría un poco....por ahora. Nuestra primera noche juntos es bastante agradable, y descubro que no solo le gusta dormir con mil sabanas sobre ella, también le encanta acurrucarse, lo que está bien para mi, porque su cuerpo es suave y delicado, me siento jodidamente posesivo de ella en este momento, y no quiero dejarla ir incluso por un segundo.
Creo que entiendo la forma en que mi padre siempre pulula alrededor de Natasha, ambos lo hacian en realidad, como si no pudieran evitar tocarse en todo momento, siempre orbitando alrededor del otro, incluso cuando ambos estaban trabajando en cosas diferentes, encontraban uma excusa para estar cerca del otro. Es así como me siento con Radha, desde el ataque, me había sentido atraido más y más por ella, y ahora, al saber que ella siente lo mismo, y que finalmente unimos nuestros cuerpos, es...casi doloroso.
Ella duerme a pierna suelta, mienttas que yo tengo un sueño más ligero, aunque las leves sacudidas del mar son relajantes, mi mente siempre suele divagar a altas horas de la madrugada. Luego de que mi madre muriera, me habia hecho cargo de mis hermanos, Khalum había pedido mi bendición para ir a un retiro en Londres, yo había accedido con la condición de que se mantuviera en contacto, y el lo ha hecho, sin embargo, sé que su relación con nuestra madre era todo lo cercana que yo creí era conmigo. Kadesh había sido diferente, no conprendía completamente lo que sucedía y estaba molesto conmigo, había intentado convencerlo de venir con Radha y conmigo, peeo había preferido quedarse en el palacio.
Ambos son difíciles y realmente ponen en perspectiva todo el asunto de la paternidad, un rol en el que defintivamente no pensaba encontrarme tan pronto, al menos, no de un momento a otro con niños tan grandes, tengo veinticuatro, y a duras penas conozco realmente que hacer.
Miro a Radha, la idea de los hijos realmente nunca me habia parecido atractiva, en absoluto, especialmente con todos presionandome por el asunto del heredero.
Heredero. Un titulo que me habia costado demasiado, incluso el amor de mi propia madre. ¿Como podría hacerle pasar por algo similar a mi propio hijo? Pienso en mi padre, en todo lo que hizo para protegerme, para evitar cosas que eran incluso más grande que él. Siento mis ojos humedecerse lígeramente ante el pensamiento.
Sintiendo una punzada en el pecho, me incorporo, lo que cuesta un poco sin despertar a Radha, que se queja en sueños antes de volver a dormir. Me incorporo y salgo de la habitación en silencio, poniendome un saco antes de ir hasta el exterior, es de madrugadaz por lo que el mar está jodidamente precioso, lamento no haber traido mi cámara conmigo, pero hay una llamada que debo hacer.
Ella responde de inmediato, como siempre que uno de nosotros le llama.
— Cuentale todo a mamá — dice, sonando sospechosamente animada, miro la hora, por la diferencia horaria, en Nueva York deberían ser cerca de las seis de la tarde, esa suele ser la hora antes de la cena en la que ella llegaba del trabajo
— ¿Como lo haces? — pregunto, sonriendo al imaginarla en su auto, cansada del trabajo y tomandose el tiempo para contestar. Ella ríe
— Soy tu madre, siempre sé cuando me necesitas — asegura con suficiencia, sonrío, porque es cierto, ella siempre parecía saberlo — ¿Todo bien con Radha?
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Maldito Compromiso - A Hoffman Story
Любовные романыPara Harold, su deber siempre fue el de ser rey, incluso cuando su pasión por la fotografía era lo unico que lo hacía feliz, luego de que su madre y su padrastro lo traicionaran e intentaran arrebatarle todo lo que le importaba, sus responsabilidade...