47. Radha

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La prensa se apropia rápidamente de la historia de Harold rescatando a un niño de la calle, lo que podría ser buena publicidad para la familia, pero es definitivamente agobiante para todos, especialmente cuando un par de reporteros intentan colarse en la habitación para conseguir fotografías del niño.

Es asutadizo y no habla demasiado, sin mencionar que parece haberse encariñado con Harold.

Es un niño pequeño, los doctores dicen que tiene entre tres y cuatro años, pero su estado nutricional es terrible, está tan delgado que puedes ver sus huesos facilmente, Khadesh se ofrece a prestarle un par de juguetes, lo que me resulta demasiado tierno, el niño sin embargo solo toma los juguetes en sus manos, mirandolos con un ligero ceño, sin saber que hacer con ellos, loo que me rompe el corazón completamente.

- ¿Qué deberiamos hacer ahora? - pregunta Harold, mirando al niño dormir, uno de los peluches que conseguimos para él, firmemente agarrado en su mano sana - Ni siquiera sabemos su nombre y se niega a hablar

- Bueno, el orfanato se hará cargo de él en cuanto consigamos que mejore - Aseguro, era de lo primero que me había encargado al enterarme de la situación, parte del proceso de admitir a los niños implicaba un examen medico completo, intentariamos identificarlo y cosneguir información de los padres, y luego nuestro programa de adopción incluía un año entero de clases y rehabilitación, para los pequeños que no sabían leer o escribir, me había asegurado de entrevistar personalmente a todas las maestras y había vigilado el programa - No le faltará nada - aseguro a Harold, quien evidentemente está afectado por el niño.

- ¿Como puedes hacer esto todos los días? - pregunta, mirándome y buscando mis brazos, lo que es adorable, porque el hombre es enorme y a duras penas consigo rodearlo poniendome de puntillas - Eres fantástica ¿lo sabías?

- No es fácil - admitio, parpadeando para evitar derramar más lágrimas - Especialmente ahora que han empezado a dejar bebés en la puerta - murmuro, tomando una repsiración profunda.

- ¿Como lo estás manejando? - pregunta, incorporandose y dándome una mirada preocupada, acariciando mi mejilla con cariño - ¿Todo bíen aquí arriba? - añade, presionando un beso contra mi sien.

Asiento, poniendome de puntillas para besarlo.

- Estoy bien - aseguro - Los niños son adorables...y sé que ya llegará nuestro momento -  añado, acariciando su rostro, su expresión precupada y ojos lígeramente húmedos hacen que mi pecho duela por él. Está preocupado por Khalum y por el niño, y mentiría al decir que yo no lo estoy, pero ambos están fuera de peligro ahora. Y eso es lo que importa.

Khalum puede regresar a casa primero, por lo que en un intento de levantar los animos, preparo una pequeña fiesta de bienvenida para  el chico, con ayuda de Kadesh y de Maddison, quien al parecer, ahora es la mejor amiga de Khalum.

- ¿No lo habías acusado de intentar besarte? - pregunto al ver a la chica entrar al salón cargando un par de cajas llenas de decoraciones.

- Lo hizo, y se disculpó - asegura poniendo los ojos en blanco - No es un total cretino después de todo

- ¿Entonces sí te vas a casar con él? - pregunta Kadesh, que lleva treinta minutos intentando inflar el mismo globo sin conseguir demasiado.

Maz mira a Kadesh con horror.

- Jamás y nunca - Asegura, antes de estremecerse lígeramente, lo que me hace reir lígeramente - Es como un hermanastro, más o menos - añade, sacando las decoraciones de la caja con cuidado. Su padre había llamado hacce un par de días, luego de que la noticia del accidente de Khalum se había hecho algo internacional, Max había insistido en viajar para visitar a su amigo y a su hermano, por lo que me habían pedido mantener un ojo en la chica.

Maldito Compromiso  - A Hoffman StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora