50. Harold

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Un año después

- Papi, papi - Llaman Kharan y Khadesh en cuanto me va entrar en la sala, sonrio contento al verlo bajar del regazo de su madre y correr en dirección a mi.

En el ultimo año ha crecido, recuperado peso y prácticamente olvidado cualquier terrible recuerdo sobre el pasado. Es un niño feliz, y se nota. Lo recibo en mis brazos y lo levanto en el aire, haciendole cosquillas y besando sus mejillas

- Dios, estás pesado - Me quejo, Kadesh llega después, abrazandome con fuerza. Mi hermano menor se ha convertido en mi hijo en más de un sentido, y aunque aún me llama "hermano" de forma ocasional, simplemente lo dejo ser - ¿Y que hay de ti? ¿Estás más alto?

- Solo te fuiste dos meses, no un año - Se queja Khalum desde su asiento. Radha se incorpora y al igual que los chicos, se abalanza sobre mi. Y me dedico a saludar a mi esposa como es debido. Pongo a Kharan en el suelo antes de cargar a Radha en brazos, tomando sus labios . 

- Te extrañé - susurro, presionandola lígeramente contra mi. Ella rie nerviosa

- Y yo a ti - asegura sin aliento. Dandome un ligero apretón que ambos sabemos perfectamente significa que terminariamos ese beso luego, en privado.

Regreso mi atención a mi hijo, durante el último año, Kharan había hecho un progreso impresionante, durante seis meses, Radha y yo hacíamos visitas constantes, convirtiendonos en sus guardianes legales sin completar el proceso de adopción, porque, aunque soy el rey, y mi esposa la fundadora del orfanato, el proceso no fue precisamente flores y corazones.

La recuperación había sido un poco más larga de lo que me habría gustado,  había requerido dos hospitalizaciones y un par de largas terapias para conseguir que su estado nutricional mejorara,  finalmente había ganado peso, y la terpaia de habla nos había ayudado a comunarnos mejor, aunque aún pronunciaba algunas paralabras de forma curiosa, es definitivamente un ccambio radical. 

No reconocería al pequeño sucio y demacrado que había encontrado en le basurero. Mis padres estaban completamente encantados con el niño, aunque mamá no habla hindí, verla intentar comunicarse con mi hijo es adorable, porque Kharan adora a sus abuelos.

La adopción había sido oficial hace solo tres semanas, pero los asuntos del reino me habían mantenido alejados durante los últimos dos meses, así que es la primera vez que veo a Kharan mientras soy su padre legalmente. Debo admitir que estoy un poco emocionado.

La primera vez que me llamó papá estuve a punto de llorar, y Radha....Dios, verla siendo madre es simplemente fantástico. Su rostro se ilumina de forma preciosa cuando Kharan la llama mamá, y verla haciendo algo tan mundano como darle un baño o ayudarlo con la cena, se han convertido en las cosas más dulces del mundo.

- Bienvenido de vuelta, cuñado - Dice Lumila acerándose, con la pequeña Anika envuelta en su pecho, completamente dormida en su cargador, la niña es una preciosidad, identica a su madre, y para mi total diversión, la completa adoración de su padre. Vladimir besa el piso por el que su niña gatea, y es malditamente divertido de ver.

Especialmente porque sé que yo haría exactamente lo mismo en caso contrario, Khalan está aprendiendo a usar una bicileta, y bien podrías decir que ganó una maratón. Porque se ve malditamente adorable con sus rueditas entrenadoras y su casco. Y soy un padre orgulloso.

Dios, Marcus se ha burlado tanto de mi este año.

Durante la cena, todos quieren un poco de atención, lo que me hace sentir ligeramente mareado, y para nada envidio a papá, con los quintillizos debía ser un infierno. Kharan insiste en sentarse en mi regazo mientras le doy de comer, Khadesh quiere contarme con detalle su primera funcion oficial como principe, con fotos incluidas. Incluso Khalum, que intenta convencerme de dejarlo ir al instituto donde mi padre había enviado a Max, quien al pafrecer, ahora era por alguna razón su mejor amiga.

Maldito Compromiso  - A Hoffman StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora