Mehndi

1.6K 197 13
                                    

Harold.

— Vas a perder tu virginidad, hermano — se burla Marcus zarandeandome mientras aparto las joyas para Radha, hago mi mejor esfuerzo por ignorarlo, porque ¿sinceramente? Si lo golpeo papá se cabrearía.

— Marcus, cortalo, por favor  — se queja papá, que luce completamente  agotado,  los ultimos días han sido un caos, y los quintillizos estaban enloquecidos con el amplio terreno que tienen para jugar aquí,  Zhevy se había perdido por seis horas en el laberinto, y Mörk había asustado a los elefantes, lo que había conseguido a un montón de mujeres asustadas durante el Sangeet.

Marcus pone los ojos en blanco pero de todas formas hace un gesto obsceno en el espejo, intento ignorarlo, sin admitir que en realidad si estoy un poco nervioso. No soy un santo, he hecho una cosa o dos, ser principe y famoso por ser el hijo de mi padre consigue que suficientes chicas me muestren sus pechos o intenten llevar las cosas más lejos. Pero había hecho lo posible por mantenerme virgen...en lo principal.

Si Radha tenía que sacrificar su vida sexual para ser mi esposa, lo menos que podía hacer era cumplir.

Planeaba ser fiel y hacerla tan feliz o al menos contenta como pueda. He llegado a este acuerdo con el paso de los años, conociendola y admirandola de lejos.

Radha ha crecido, es evidente que ya no es una niña, sus pechos definitivamente habían crecido en el ultimo año, sus largas pestañas enmarcaban sus ojos marrones de forma adorable, tenía labios llenos y una figura atractiva. Es gentil y casi tímida,  conoce el protocolo y muchos de mis gustos, pero la mayoria de nuestras interacciones suelen ser...planeadas, estrategicas, para la prensa, para mi madre, y es algo que detesto. No es su culpa por supuesto, al contrario, ella es probablemente la unica inocente en toda la situación,  y eso solo me hace sentir como un cretino frente a ella.

No nos conocemos mas allá de una que otra charla casual, sus respuestas parecen ensayadas y precisas, y sé que lo son, mi madre se ha dedicado los ultimos cuatro años intentando preparar a la esposa perfecta para mi.

Una mini versión suya que me resulta repugnante. No le he comentado mis preocupaciones a papá,  el tiene suficiente en su plato, Marcus lo sabe sin embargo.

- Tu mamá está obsesionada contigo, por papá  - aseguraba mi hermano una tarde - Es obvio.

No lo había visto de esa forma hasta que hace un año,  había decidido cortejar a Radha de forma apropiada, romanticamente, darle un intento real a las cosas más que forjar una simple amistad, había decidido llevarla a un paseo romantico y luego una cena privada, sin chaperones, donde pudiera conocerla.

Pero evidentemente tanto sus padres como mi madre se habian negado, así que me habia tenido que limitar a un paseo de mierda por el palacio, donde claramente mi madre estaría observando.

Pero algo había llamado mi atención, el perfume de Radha era...el mismo de mi madre, sus aretes eran similares a los suyos, incluso la forma en que utilizaba su saree...y el color amarillo.  Durante el tiempo que la habia conocido, Radha nunca vestía de amarillo, sin embargo mi madre lo hacía, decía que era el color de la buena fortuna,  ver a Radha de amarillo me había resultado extraño, y aunque había estado lejos del palacio para evitar a mi madre, aquella primera salida con Radha había sido...amarga.

Mi madre la estaba convirtiendo en una versión de ella, incluso sus respuestas eran como escuchar un disco repetir las mismas frases una y otra vez. Akash había intervenido, arrojandonos a la piscina y había sido allí cuando finalmente había obtenido mi cometido.

La verdadera Radha.

Ella le tenía miedo al agua, no sabía ese detalle, yo ami hacerlo así que ella había asegurado que igualmente,  pero aún recuerdo la forma en que se había aferrado a mi cuerpo, intentando escalar y gritado por ayuda, desesperada.

Maldito Compromiso  - A Hoffman StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora