No sé cuanto tiempo pasa realmente hasta que se queda dormida en mis brazos, su pánico habia sido súbito y completamente inesperado, aunque en retrospectiva, realmente nunca la había visto acercarce a las piscinas del palacio, recuerdo la unica interacción que habiamos tenido cerca del agua, ella habia estado asustada, sí, pero lo había atribuido a otras razones.
Sin embargo ahora es evidente que no habia sido solo en ese momento. Pienso momentaneamente sobre si valia o no la pena quedarnos en el yate después de esto, pero finalmente decido que el plan debia continuar, no es que el plan proginal incluyera mucho tiempo fuera de la alcoba de todas formas.
Miro a mi esposa dormida, su mano aún aferrada a mi camisa mientras que su largo cabello está desparramado sobre la cama, lo que me hace preguntarme mil cosas ¿Se hace trenzas para dormir? ¿Duerme con él suelto en todo su esplendor? Me doy cuenta entonces que incluso durante nuestro periodo de amistad inicial, realmente no habíamos conocido esas partes fundamentales el uno del otro, acaricio su mejilla con cariño antes de inclinarme y depositar un beso con cuidado.
— Ángel — llamo con un susurro, aspiro su aroma, a canela y especias, es dulce pero intoxicante — Es tarde, la cena está lista — murmuro contra su oído, ella frunce el ceño y se acurruca más cerca. No puedo evitar sonreír, es malditamente adorable, sigo intentando despertarla, y finalmente abre los ojos, sonríe tímidamente al notar nuestra posición, pero no le permito alejarse cuando lo intenta.
— Hey — susurra, levantando su mano y acariciando mi mejilla, luego mi cabello — Lo siento — murmura dejando caer su mano — No era mi intención arruinar nuestro viaje
— No está arruinado — aseguro, sonriendo con malicia — Te tengo exactamente donde quiero — añado, deslizando mi mano sobre su trasero, ella jadea con sorpresa, inquieta bajo mi mano, riendo ante su reacción, masajeo lentamente por encima de su pantalón, tirando de su muslo por encima de mi cadera
— Eso...es...trampa — se queja sonando completamente sin aliento.
— Te dije que no te dejaria escapar la proxima vez — le recuerdo, inclinandome para besar su cuello — Pero...necesito saber que estás bien con esto — añado incorporandome para admirar su expresión agitada — Realmente te deseo Radha
Ella muerde su labio inferior, dejando escapar un suspiro y asentir.
— Yo también — admite— Es...No sé que hacer, yo...es, me cuesta dejarme llevar, nunca...nunca había sentido esto — toma una respiración profunda y aparta la mirada — A demás es...enorme, yo...
No puedo contener la risa ante el comentario, una pequeña caricia al ego, sí, pero teniendo en cuenta que la mujer me ha visto desnudo dos veces, escucharla finalmente hacer un comentario al respecto, es hilarante.
Ella me da un pequeño golpe de reproche
— Lo siento, lo siento — digo con sinceridad, carraspeando antes de mirarla — Es normal, pero si no lo intentamos, nunca vas a saber si realmente te gusta o no — le recuerdo, continuo masajeando la curva de su trasero, apretandola ligeramente contra mi — Puedo hacerte sentir bien, solo tienes que dejarte llevar.
— ¿Qué hay de ti? — pregunta casi sin aliento
— Yo puedo esperar — aseguro, encontrando el borde de su camisa y tirando de él lígeramente, ansioso por tocar su piel, explorar cada centímetro de su cuerpo — Podemos turnarnos...para explorar — propongo — Si eso te hace sentir mejor.
Ella lo piensa un momento, su respiración es agitada y por un segundo, creo que dirá que no, pero finalmente asiente con determinación antes de incorporarse, gruño logeramente cuando se aleja, y ella se rie entre dientes, mirandome
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Maldito Compromiso - A Hoffman Story
RomancePara Harold, su deber siempre fue el de ser rey, incluso cuando su pasión por la fotografía era lo unico que lo hacía feliz, luego de que su madre y su padrastro lo traicionaran e intentaran arrebatarle todo lo que le importaba, sus responsabilidade...