Maldito Compromiso - A Hoffman Story

39. Radha

Miro a Harold reir con Kadesh mientras que le enseña como jugar videojuegos, ambos juegan contra Khalum  y los tres parecen estar disfrutando del momento, Akash está recostado a mi lado, exponiendo su vientre, disfrutando de mis caricias y lamiendo de forma ocasional mi rostro.

Es un día fresco, por lo que las cortinas están abiertas de par en par y  luego de la cena decidimos subir a pasar el tiempo en familia. En parte, para distraer nuestras mentes de lo inevitable.

La noticia de la muerte de Jadhe había sido tomada como algo trágico,  pero la prensa y la mayoría de los otros ministros no estaban demasiado interesados en poner en duda el asunto del "tragico accidente " del hombre.  Especialmente cuando el rey había disminuido sus apariciones públicas y se mantenía en contacto con los demás por medio de llamadas telefónicas o videoconferencias, evitando en gran medida enseñar sus nudillas lastimados.

Nadie cuestiona al rey, a mi sin embargo...Bueno, las criadas no son precisamente discretas, y la mayoría de ellas sabe bien que yo misma había participado en cierta medida con la tortura de Jadhe, y había ordenado una sentencia lo suficientemente severa para Maleska como para que las demás espías de mi hermana se atrevieran a salir a la luz.

Gracias a ellas, Harold habia podido dar más detalles a su padre sobre el asunto.

Intento no pensar en el hecho de que pronto, mi hermana estaría muerta. Es una tontería dadas las circunstancias, luego de todo el mal que habia hecho, pero no puedo evitar sentir un nudo en el estómago, no soy una persona que condone la violencia de esa forma. Sin embargo en ocasiones, alguien debe tomar este tipo de decisiones.

Tomo una respiración profunda al pensar de nuevo en Harold siendo...violento, mi esposo ha crecido, o bueno, sus músculos definitivamente han cambiado, los genes de su padre parecian estar atacando con fuerza, incluso la barba de un par de días que ha comenzado a dejarse me hace suspirar completamente atontada por lo increíblemente másculino y sexy que era.

¿Y verlo jugando con los chicos? Mi corazón entero parecía derretirse.

— Luces pensativa — murmura, tomandome por sorpresa,  ni siqiiera había notado que se había levantado de su lugar frente a la pantalla, ahora sus hermanos juegan solos, y él se recuesta contra mi, Akash gruñe lígeramente,  ante lo que Harold lo mira levantando una ceja. El perro se acurruca en mi pecho, ignorando a su amo — ¿Debería preocuparme de que mi propio perro me quiera robar a mi esposa? — pregunta, consiguiendo rodearme con sus brazos  y besando mi mejilla.

— Puede ser — murmuro, acariciando las orejas de Akash, que mueve su pata de forma agresiva ante las caricias, completamente encantado — Eres un chico guapo ¿no es así? Sí, tu lo eres.

Harold se ríe divertido, antes de susurrar en mi oído,  mientras acaricia mi cadera con un movimiento sugerente.

— Nunca tuvimos una segunda cita — murmura, enviando escalofríos por mi columna vertebral.

— Creí que mi cena había sido una cita — Me quejo, riendo nerviosamente al sentir los besos en mi cuello, hago mi mayor esfuerzo por no dejar escapar un gemido frente a los chicos, ya que las demostraciónes publicas de afecto eran algo realmente extraño a lo que no estaba acostumbrada.

— Buen punto — murmura Harold, suspirando — Y supongo que nuestra luna de miel cuenta como otra cita — murmura,  incorporandose y empujando suavemente mi hombro de forma que estoy recostada de espaldas, trago con fuerza, porque definitivamente comienza a gustarme la barba en el hombre.

— L-los chicos — consigo murmurar cuando se inclina lígeramente para besarme, Harold mira a sus hermanos y luego a mi.

— ¿Qué hay con ellos? — pregunta, acariciando mi mejilla con su dedo indice, trazando la linea de mi mandibula.