Cuando veo a Max, me preocupo de inmediato, la siempre risueña y dulce chica lucía deshecha, a sus dieciseis años, era hermosa y activa, por lo que ver sus lágrimas y rostro enrojecido hace sentir que mis propias lágrimas de frustración y dolor se sientan ridículas.
— Maddison ¿Qué sucedió? — pregunto, acercandome a ella mienttas que su madre la ayuda a sentarse en uno de los sofás para el te. Estoy en una de las habitaciones anexas, una especie de salón social que solía pertenecer a la reina, y ahora era mío, era a demas de mi habitación el unico lugar en el que podía permitirme algo de soledad, por lo que ver a Natasha llegar con Max me tomó por sorpresa
– Está bien, princesa, no pueden hacerte daño — susurra la mujer en inglés, toda su atención en Max, envío a buscar por algo de té caliente y algo de comer, ambas lucen pálidas y enfermizas, lo que solo consigue hacer que aumente mi preocupación, sin embargo, me siento como una tonta simplemente de pie esperando que noten mi presencia — Estás a salvo.
Max hipa lígeramente mientras se recuesta en su madre, que la abraza con cariño, y no puedo evitar sentir una punzada de celos al pensar en lo mucho que me habría gustado ser sostenida de esa forma por mi madre, un lugar donde deberia sentirme segura.
Tal vez Harold me sostenga gentilmente, pienso, pero me obligo a mi misma a apartarme del pensamiento, por muy tentador que sea pensar en lo cálido que es su pecho, o...
— Lamento no haberte saludado correctamente, Radha — dice Natasha finalmente, consiguiendo sacarme de mi fantasí, es cuando noto entonces el corte en su mejilla
— Estás herida — digo, arrodillandome junto a ellas e inspeccionando el corte.
— Solo es un rasguño — asegura ella restandole importancia antes de sonreír en mi dirección y fruncir el ceño — ¿Tu tambien has estado llorando? — pregunta, luciendo lígeramente molesta.
— N-no es nada — aseguro de inmediato, intento incorporarme pero ella me detiene
— Radha ¿Harold hizo algo? — pregunta con seriedad, Max me mira y sonrie con simpatía
— Probablemente es sobre lo que no hizo — murmura, ganandose una mirada de reproche de su madre.
— ¿Ahora estamos haciendo bromas? — pregunta la mujer, lo dice con tono juguetón antes de acariciar la mejilla de su hija — ¿Estas mejor?
Max asiente, tomando una respiración profunda y tomando el té que le ofrece uno de los criados en cuanto ella sonrie gentilmente
— Es solo...tuve un ataque de pánico, cuando intentó besarme, yo...— se estremece, sacudiendo la cabeza y mir mira — Mejor dime ¿Por qué tengo que golpear a Harold? ¿Fue algo que dijo? Porque sea lo que sea, no le creas
— Son iguales a su padre — se queja Natasha negando antes de palmear el asiento junto a ella — Ven, linda, cuentamelo todo.
Dudo un momento, pensando en lo que Madha y la reina habian dicho más temprano. Las fotografías de Harold y yo habían salido a la luz, y estaban en todas partes, si bien la reina había estado satisfecha con el hecho de que parecía que finalmente estaba avanzando en cuanto a mi intimidad con Harold. Sin embargo, Madha había conseguido retorcer la historia, y de alguna forma, ahora era yo quien merecía un castigo, pues de acuerdo a mi hermana y a la reina, no solo había sido una exposición indecente. Había traído burla y deshonra a la corona y a mi familia.
Ni siquiera he tenido la fuerza de salir de mi salón para encarar a Harold, mucho menos ver las fotos, sin embargo, hay algo en Natasha que te invita a ser sincera
— No es...no es culpa de Harold — aseguro — Ha sido todo un caballero — añado, lígeramente irritada y sintiendo de nuevo el rechazo de la noche anterior, cuando había prácticamente rogado por más, el simplemente se había negado — Es una tontería, lo prometo.
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Maldito Compromiso - A Hoffman Story
Roman d'amourPara Harold, su deber siempre fue el de ser rey, incluso cuando su pasión por la fotografía era lo unico que lo hacía feliz, luego de que su madre y su padrastro lo traicionaran e intentaran arrebatarle todo lo que le importaba, sus responsabilidade...