Ese día acompañé a Kyle hasta su casa después de la cita improvisada a la que lo llevé como iniciativa para ganar la apuesta. Honestamente estaba un poco cansado y comenzaba a pensar si realmente esto valía la pena a cambio de dinero.
Subí a mi habitación y luego de dejar caer mi mochila cerca del armario me recosté en mi cama mirando al techo sintiendo que al fin podía descansar, o eso pensaba hasta que escuché esa molesta voz que pude reconocer de inmediato: cupido yo. No lo había visto ni escuchado desde que salía con Heidi y por alguna razón que hasta este momento no logro comprender apareció otra vez. Preguntó acerca de la cita con Kyle y si él me gustaba, de inmediato lo negué afirmando que sólo lo hacía por una apuesta pero esto sólo hizo que comenzara a insistir diciendo que yo realmente estaba enamorado de ese judío estúpido, dejándome sin otra opción más que golpearlo nuevamente para que cierre la puta boca.
- ¡Espera! - antes de que pudiera golpearlo usando una de mis libretas yo cupido interrumpió, levantando ambas manos en señal de rendición - puedo ayudarte a conseguir lo que quieres, lo juro.
- ¿De verdad? - pregunté con una voz más calmada y bajando la libreta que pretendía usar como arma.
- Sí, pero sólo como un apoyo, tampoco hago milagros así que aunque mis flechas sean de ayuda el resto tendrás que hacerlo tú.
Suspiré, pensé que con eso ya tendría prácticamente todo resuelto y sólo debía cobrar mi dinero.
- ¡No es justo! - reclamé, ahora indignado por no obtener una solución rápida - ¿por qué carajo las flechas sí funcionaron en poco tiempo con los idiotas de Tweek y Craig?
- Yo no fuí, hice exactamente lo que digo. Si ellos siguen juntos es porque realmente son el uno para el otro.
Al escuchar eso miré mal a yo cupido, aunque realmente tiene razón, esos imbéciles siguen juntos después de casi diez años e incluso podría jurar que cada día son más apegados el uno al otro... Como sea, el caso es que aunque él fleche a Kyle tendré que idear un plan para conseguir mi objetivo y así ganar la apuesta. Mientras yo cupido se colaba en la casa de Kyle para flecharlo yo permanecí en casa, sentado frente a mi escritorio y escribiendo en las últimas páginas de una libreta el paso a paso de mi plan maestro.
Al día siguiente llegué a la parada de autobús con normalidad y al ver que Kyle estaba hablando con Kenny y Stan lo abracé por los hombros para llevármelo conmigo, ellos no dijeron nada al saber el por qué estaba haciendo eso pero Kyle no dejaba de reclamarme por eso, con insultos como "gordo de mierda" y tratando de soltarse de mi abrazo.
- ¡¿Que carajo pasa contigo, gordo imbécil?! - para este punto Kyle ya estaba molesto y se notaba en la manera en que me miraba, pero yo seguí manteniendo mi sonrisa relajada, supongo que eso lo hacía encabronar más - ¡se supone que debíamos irnos con los demás, no quedarnos apartados del resto!
En ese momento sólo me quedé callado, bajé la mirada para luego sacar de mi mochila una barra pequeña de chocolate con nuez que le dí, él me agradeció aunque un tanto confundido por el repentino cambio de actitud pero supongo que lo entendió mejor cuando le dije que me daba vergüenza darle el chocolate delante de Stan y Kenny porque sabía que iba a burlarse.
Esta sería la primera parte del plan, tener más acercamientos a él y si se puede darle uno que otro detalle. Serían largos meses llevando a cabo cada maldita parte, sólo espero no volverme loco en el intento.
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Cupido y judío
Fiksi PenggemarDicen que del odio al amor hay un solo paso pero, ¿eso es cierto? Nuestros protagonistas están por comprobarlo. Eric Cartman se verá obligado a dedicarle gran parte de su tiempo a cierto judío de Jersey que dice odiar gracias a una apuesta hecha co...