Cupido y judío

Episodio 13: Kyle

Lo que parecía ser un tranquilo paseo durante un cálido clima terminó con ambos empapados por la lluvia. Aunque sí debo admitir que fué muy divertido subir a su espalda mientras él corría bajo la fría tempestad, ni siquiera me importó acabar mojándome después de eso y... Siento que el haberme dado su chaleco para cubrirme del frío fué muy lindo y considerado de su parte... Lo bueno es que él jamás notó que me sonrojé por su amable gesto.

Llegamos a su casa y tuve que quitarme la ushnaka por lo mojada que estaba. Extrañamente él se me acercó muchísimo de un momento a otro, pensé que sólo quería jugar con mi cabello pero al acercarse tanto supe que realmente su intención era otra, incluso logró ponerme nervioso y supongo que él también se sintió así porque cuando se dió cuenta simplemente se fué diciendo que traería toallas.

Mientras él subía a su habitación yo lo esperé en la entrada, tratando de mantener el calor corporal aunque no lo logré, sentí mucho frío hasta que Eric volvió y me colocó la toalla sobre los hombros.

- Quítate la ropa.

- ¡¿Qué?! - aquella petición me tomó por sorpresa y me hizo sentir mis mejillas arder, claramente no estaba dispuesto a hacerlo - ¡eres un jodido pervertido!

- No jodas Kyle - a diferencia de mi el tono de voz de Eric era más pausado y sereno, cosa que al menos yo no veía tan seguido hasta que comenzó a invitarme a salir - te lo estoy diciendo porque tu ropa está muy mojada e iba a prestarte algo mío para que uses, así lo único que vas a lograr es terminar con un resfriado.

Al escuchar eso me sentí tan estúpido por pensar que él tenía otra clase de intenciones, y más aún por haber imaginado un escenario así entre los dos... Carajo, no sé que me está pasando últimamente. Le reclamé diciendo que se explique bien y luego dije que no me iba a desvestir si él estaba presente, se quejó y me llamó imbécil para luego darme una de sus camisetas y subir a su habitación, yo esperé a que se fuera para entrar a la sala, cerrar las cortinas y comenzar a quitarme la ropa para cambiarme. Por suerte y gracias a la considerable diferencia de estaturas (que no es demasiada, le llego a la altura de los hombros así que tampoco soy tan enano) y tallas bastó una sola camiseta suya para cubrirme incluso hasta un poco más abajo de los muslos. Y al terminar me quedé esperándolo en la sala sentado sobre el sofá,  Eric volvió casi diez minutos después y se sentó a mi lado para luego cubrirme con una frazada.

- Toma, usa eso para entrar en calor.

- Gracias... - nuevamente me sorprendió lo amable y atento que él es conmigo, aunque para este punto mi corazón ya comienza a reaccionar ante este tipo de gestos de él - pero ¿y tú? también acabaste empapado ¿no tienes frío?

- No te preocupes por mi - él sólo me miraba asegurándose de que la frazada me cubriera bien, después él se levantó - mejor dime si quieres chocolate caliente, vendría muy bien para este clima frío ¿no crees?

- Bueno... Preferiría un té. Si tienes de canela o gengibre mejor... Y sin azúcar, por favor.

Eric sólo asintió a mi petición y se fué a la cocina, no sin antes decirme que si quería podía ver algo en la televisión por lo mientras, le agradecí y tomé el control para buscar algo entretenido, aunque al final acabé poniendo una película.

El suave aroma de la canela junto al del chocolate se sentían cada vez más cerca de mi, volví la mirada y ví a Eric regresando a la sala, llevando consigo dos tazas, luego me dió una de ellas cuidadosamente y tomó asiento a mi lado nuevamente.

- Ten cuidado, está caliente - él me miró con una sonrisa que yo correspondí con el mismo gesto.

- Gracias...

Aún me seguía preguntando desde cuándo él es así, y al parecer ahora las dudas del por qué mi corazón comienza a reaccionar ante la sola presencia de él rondarían por mi cabeza...