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CA(R)P 01

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RESERVA 01 - "Castigo o castigo"

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Ambos se miraron con el odio en todo su sistema, Facundo suspiró, agotado de pensar en que debía llamarles la atención durante el partido.

“Estos pendejos, la puta que los parió” susurró para sí.”¡Uno, dos, tres y…!” gritó y sonó su silbato.

El partido estuvo bien, en realidad, fuera de los empujones ‘inocentes’ que se daban Enzo y Julián. Razón por la que las faltas fueron varias, dándole a Facundo Villalba la posibilidad de medir su rendimiento en lo defensivo, ataque y la presión que ejercían.

Llegó a la misma conclusión que tuvo desde que vió jugar a Enzo y Julián por primera vez, respectivamente, y es que era imposible que ambos no formaran parte de su once titular. Lástima que sean de la misma posición.

El silbato sonó, marcando el final, con un empate 2 a 2, dejando a casi todos lo suficientemente conformes como para marcharse, mientras que los dos castigados cumplieron con su castigo. Cuarenta minutos, en los que practicaron tiros y luego de una elongación lo suficientemente agradable para su tiempo de trabajo, se encaminaron a los vestuarios.

“Ustedes dos. Vengan acá, ya.” dijo Facundo y ambos lo miraron curiosos, pero hicieron caso. “No quiero, escúchenme bien, no quiero ni voy a permitir que esto que pasó hoy vuelva a ocurrir.” exigió.

“No, señor, no va a volver a pasar.” dijo Enzo, adelantándose a contestar por ambos. Julián lo miró con enojo.

“Yo asumo cualquier castigo que tenga para esto, señor, y pido mis más sinceras disculpas por eso… Me dejé llevar por mi mal humor y mal día” murmuró Julián, provocando un bufido en Enzo.

“Chupamedias” murmuró y tanto Facundo cómo Julián lo miraron, juzgando el término.

“Basta.” dijo Facundo, sinceramente harto. “Después del papelón de hoy, claramente veo que no pueden controlar su carácter de porquería. Y si no pueden trabajar en equipo aún sabiendo que puede traer consecuencias muy peligrosas para ambos, entonces me queda la anteúltima posibilidad.” dijo y negó, con una mirada de decepción que les dolió a ambos. “A partir de hoy, ambos van a tener que cooperar de forma obligatoria, tanto en los entrenamientos cómo en la concentración. Y me voy a encargar de que eso se cumpla a rajatabla, porque sino… Las consecuencias van a ser peores que no ser convocados a un partido, o una temporada completa.” amenazó.

“¿En… las concentraciones, se refiere a que…?” Julián no quería terminar su pregunta, sabiendo que moriría del asco.

“Me refiero a que a partir de hoy, ambos serán compañeros en todo aquello que la Institución y los que la manejamos podamos controlar. O aprenden a cooperar y trabajar juntos por las buenas, o lo aprenderán por las malas, y ustedes decidieron no cooperar, por lo que no me dejan otra opción.” finalizó.

“¡No, por favor, todo menos estar tanto tiempo con él!” pidieron ambos, al mismo tiempo, con el mismo desprecio marcado en su voz al referirse al otro.

“Su reacción sólo me demuestra que estoy haciendo lo correcto. Listo, se pueden ir de mi vista. Y que sea la última vez que me dicen señor, no soy un viejo, soy jóven todavía.” concluyó y se alejó, dejando a ambos solos.

Se encaminaron en un silencio intenso hasta los vestuarios, dónde se ducharon y cambiaron, para luego dirigirse a su habitación, ahora compartida.

Cuando estaban por entrar, Julián buscaba la llave y parecía estar tardando bastante para Enzo, porque este no paraba de quejarse.