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CAP 15

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[...]
Said you'd never hurt me, but here we are...

RESERVA - cap 15: "Te amo"

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Diciembre, 2019

Julián se encontraba en su cama, junto a la de Enzo, con sus ojos totalmente abiertos y con a penas unas pocas horas de sueño.

Sabía, muy dentro suyo, que aquella situación era todo lo contrario a lo que debía suceder cuando uno iba a romper todo. Pero, al mismo tiempo, también sabía que él necesitaba de Enzo tanto cómo el otro de él. Aunque, también estaba convencido de que aquello era cuestión de tiempo para que vaya desapareciendo.

Sintió cómo su brazo quemaba y cosquilleaba al rozar con la piel de Enzo, haciéndolo sonreír y tener un dolor en su pecho, dolor que sólo sería evitado o curado por algo imposible, quedarse así con Enzo, para siempre, o por lo que dure la eternidad.

Dolía. Y le dolía aún más saber que, quién cargaría con el peso de romper sería él, pero también era justo en su justa medida.

Enzo era un ser lleno de luz, que le daba vida incluso a cosas tan miserables cómo las noches de domingos, o aquellas horas y días en los que no se sabía muy bien cómo seguir... Enzo siempre estaba ahí, brindando una sonrisa, un abrazo, un beso... ¿Cómo podría esperar alguna mala acción de él?

Enzo, el mismo que soñaba con un futuro entre ambos, siendo y haciendo lo que amaban. Un futuro que era posible, a medias.

Ellos juntos no iban a llegar a ningún lado. Y tan pronto cómo los descubran, iban a terminar arrepintiéndose de todo. De ellos, de contarlo, de hablarlo, de pensarlo, de creerlo posible.

Unas lágrimas brotaron de sus ojos, y lo único a lo que Julián pudo aferrarse para no olvidar que aún, para bien o mal, todos aquellos pensamientos eran apresurados, fue abrazar a su novio.

Enzo, entre un sueño poco profundo, le devolvió el abrazo. Julián se preguntó si Enzo siquiera querría o podría verlo después de que terminen su relación.

Más lágrimas salieron, y su sollozo hizo despertar a Enzo, quien al verlo se preocupó y lo abrazó fuerte, sentándose en la cama, y dejando que Julián repose su cabeza en su pecho.

"Ju, amor, cielo" susurró Enzo, preocupado. "¿Qué pasó?" preguntó.

Julián empezó a llorar más, no te alcanza con hacerlo mierda que encima lo preocupas.

"Perdón" susurró Julián, haciendo que Enzo se quede sin palabras, no entendiendo qué le pasaba.

"Amor, cualquier cosa que hayas soñado, no es cierta. Es un sueño, y se queda ahí" murmuró. "No hay nada por lo que tengas que pedir perdón, no hay nada que tenga que perdonarte, bah... Exceptuando el que te robaste mi corazón sin vergüenza alguna" dijo, aportando un poco de broma en aquella situación.

Julián sonrió, con dolor, porque tenía razón Enzo.

Todavía no había hecho nada. Todavía no había roto la esperanza de Enzo.

¿Cómo podía evitarlo? ¿Cómo dolería menos, cómo lo odiaría menos?

Lo más doloroso para Julián, en ese momento, era sentir que ya no tenía tiempo. No había tiempo de hacerlo mejor, de encarar la situación de otra forma. No había más tiempo para retrasar todo.