𝗔𝗥𝗥𝗨𝗜𝗡𝗔𝗗𝗢𝗦 ▬▬▬ 𝔢𝔫𝔷𝔲𝔩𝔦𝔞𝔫

𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎

RESERVA 00 / "Neandertal, Logi"

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Para Julián había sido difícil mudarse a Buenos Aires, ya que además de significar un cambio total en su vida, dejar a sus amigos de toda su vida y parte de su familia, padeció el haber perdido el año, teniendo que repetir su quinto año. Lo único que lo reconfortó, fue que River le aligeró todo el trámite estudiantil, brindándole la opción de estudiar en su colegió.

Así fue que, Julián Álvarez comenzó a vivir su vida en camino a transformarse en un futbolista profesional, comenzando en el club de sus amores: River Plate. Su, ahora, segunda casa.

Empezar 5to año de nuevo fue un bajón, y más siendo él un chico introvertido. Por suerte se amoldó rápido a los profesores y a la forma de evaluar de cada uno. Todo iba bien encaminado hasta que, a mitad de su año, entró un nuevo chico al curso y al equipo.

“Démosle la bienvenida a su nuevo compañero, Enzo.” dijo el director. Julián supo en cuanto vio a aquel chico, que no sería simplemente un compañero más. “Sentate junto a Julián, por ahora, Enzo. Que tengan una buena mañana.” deseó, yéndose por donde había llegado.

Enzo se sentó donde el director le había señalado, sin abrir su boca por el resto de la hora, hasta que se hizo recreo y Julián, por un impulso de quizás hacer un amigo, decidió interrumpir su salida apurada y hablarle.

“Hey, me llamo Julián” se presentó, sonriente. Enzo miró su mano extendida y asintió.

“Ya lo sé,” dijo y Juli asintió, siguiendo con su sonrisa y mano extendida, haciendo un esfuerzo enorme por no mandarlo a la mierda. “yo soy Enzo, ya puedes bajar la mano, se te va a acalambrar.” dijo y se giró, dejando a Julián con las palabras en la boca.

Ahí empezó su irritación por aquél chico. Un porteño desubicado y creído más del montón.

Frustrado, agarró un cuaderno en el que solía escribir lo que le pasaba por la cabeza, y escribió. No sé porqué creí que sería una buena amistad… Claramente es uno más del montón.

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Luego de dos meses de stand by, la temporada volvió a comenzar, haciendo que Julián y Enzo deban aguantarse más del horario escolar, la pesadilla de ambos.

Si bien al principio a Enzo no le había caído ni bien ni mal el cordobés, con el pasar de los días sintió cómo este parecía estar con un humor de mierda cada que les tocaba estar en el mismo espacio, lo que hizo que tan pronto cómo pudo librarse de él (cambiarse de asiento) lo haga, y con mucho gusto. Aún cuando recibía miradas de aquél chico.

Lo peor, es que su molestia hacia el otro no quedaba sólo en el colegio, no. Ya que, ¡oh casualidad!, ambos juegan en la misma posición. Para ellos, claramente el Universo les daba razones suficientes para que odiaran al otro, ellos cumplían con el deseo mayor, sin pararse a pensar en darle al otro una oportunidad de ser mejor.

Facundo Villalba, el DT de la Reserva esperaba con impaciencia a los jugadores, quienes deberían estar cambiándose. El entrenamiento para enfrentarse a Defensa y Justicia iba a ser un poco más exigente, ya que luego enfrentarían a Boca y no podía correr el riesgo de los jugadores se confíen.

“¡A la cancha, ya!” gritó al ver a los jugadores salir del vestuario. Ellos al verlo corrieron hacia dónde se encontraba. “¿Falta alguien?” preguntó mientras miraba atentamente a sus jugadores. Los obvios que notó en seguida, fueron Fernández y Álvarez.