CAP 27

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Do you call her? Almost say my name?
'Cause let's be honest, we kinda do sound the same
Another actress
I hate to think that I was just your type

PRIMERA - cap 27: "Cambios"

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Los días de partido para Enzo conllevaban un ritual bastante específico, dónde no necesitaba a nadie cerca. O, más bien, no quería a nadie cerca.

Su habitación estaba totalmente iluminada, cosa que Enzo le atribuía en totalidad a Joyce, quién parecía no soportar vivir con una cortina cerrada en las mañanas.

A veces eso era insoportable.

"¡Enzo, son las ocho de la mañana, dale!" lo llamó Joyce, con el tono que tendría cualquier madre luego de haber pedido que su hijo se levante más de veinte veces. Había claras diferencias de eso con Joyce, en principal que ella no era madre, ni suya ni de nadie. Por suerte.

"Putísima madre" susurró contra la almohada, agobiado.

"Enzu, amor, dale que Marcelo te va a cagar a pedos después" dijo Joyce, entrando a su habitación. Se sentó en la cama y empezó a acariciarle la cabeza con cuidado. "Dale, cielo" murmuró.

"Ya voy" murmuró, cortante.

"No te das una idea de lo hermoso que te ves así, Enzo, pero tenés que irte, en serio" murmuró y comenzó a pasar sus manos por su espalda.

Enzo se ahorró el palabrerío de insultos y se levantó, dejando a Joyce ahí. Caminó hasta el baño y se miró al espejo, con una mezcla de enojo y cansancio.

¿Por qué había permitido que Joyce se instalara en su casa?

Por hacerte el superado, pelotudo. Sí, claro.

Se bañó, tardando lo máximo posible, y al salir sintió que podría afrontar los siguientes veinte minutos antes de subir a su auto, e irse a entrenar.

Joyce estaba en la mesa, desayunando y usando su celular con una atención increíble. Todo hasta que Enzo se sentó en frente, dispuesto a desayunar.

"¿A qué hora jugás hoy, amor?" preguntó.

Enzo fingió pensarlo, simplemente para ver cuánto duraría su curiosidad. Y aquella pregunta tan estúpida, porque desde hace una semana que venía preguntando lo mismo.

"A las cinco" dijo y siguió tomando el mate, decidido a que ningún día podría empezar de buena forma con alguien tan poco interesante cómo Joyce.

Por décima vez, se preguntó qué carajos estaba haciendo de su vida.

Diez minutos antes de las nueve, salió corriendo de su casa, prediciendo la cagada a pedos de Marcelo. Agradeció haber estado en una relativa cercanía al Monumental, porque probablemente sería hombre muerto si llegaba más tarde de las nueve y media.

Una vez estacionó su auto, se bajó y se encontró con quien menos quería ver. O quizás al revés, aún con lo mucho que le costaba aceptarlo.

Julián estaba bajando de su auto, con una cara de dormido increíble, mientras miraba fijamente su celular. Enzo estuvo a punto de decirle, aconsejarle, que mirara por dónde iba, para evitar catástrofes, pero decidió no decir nada.

𝗔𝗥𝗥𝗨𝗜𝗡𝗔𝗗𝗢𝗦   ▬▬▬   𝔢𝔫𝔷𝔲𝔩𝔦𝔞𝔫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora