Poco a poco,
fuímos volviendonos locos
ese vapor de nuestro amor
nos embriagó con su licorPRIMERA - cap 32: "Deseos"
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Las luces estaban apagadas, y el único disturbio auditivo era el bombeo de su corazón, bombeando sangre al resto de su cuerpo profundamente dormido e inmóvil.
Lo único que lo hacía saber que vivía, era su consciencia. Una que estaba en deplorables condiciones, por culpa y responsabilidad de sus sentimientos. La misma, lo único que deseaba, era ver y escuchar a algo más que a su eterna soledad.
A alguien más que a él mismo; a Enzo.
Los distintos recuerdos de lo que fueron, llenaba de nostalgia a su alma.
La primera vez que lo vió, las ganas que tuvo de ser su amigo. El dolor que le causó su rechazo y lo conflictiva que fue su relación. Cómo también la vez que se pelearon en frente de todo el mundo.
Sonrió.
Enzo siempre fue lindo. Interesante. Aunque ese día de Julio, en lo único que pensó, fue en que lo echaran cuánto antes del Predio y del Club. Lo odiaba, y lo odiaba tanto que le costaba comprender cómo luego se dió vuelta cómo panqueque aquel sentimiento, en cuestión de semanas.
Fingir. Eso fue lo que terminaron acordando, a pesar de que dolía saber que, en cierto punto, todo parecía mentira. Las risas, los chistes, los acuerdos... El cariño.
Enzo y él supieron ser los grandes actores de una novela que ellos mismos crearon, y supieron también ser los únicos pelotudos en creer que eso era una novela y no la realidad.
Luego fue Valentina, la Libertadores y la llamada demasiado junto. Algo que el corazón de Julián sentía lejano, porque lo era, pero al mismo tiempo, su alma lo traía cómo un calmante. Cómo un verdadero consuelo.
Lo siguiente fue el beso. Su primer beso, el punto dónde se dieron cuenta que ya no había un punto límite en su forma de relacionarse, la realización por complacer un deseo interno demasiado fuerte, fue comparado y prontamente eclipsado por el sentimiento de que querían más. Querían todo, explotarlo, usarlo, aprovecharlo.
Para entonces, el fingir se dió vuelta y tuvieron que empezar a ver cómo hacer que ninguno se diera cuenta que, efectivamente, la novela había tomado otros rumbos. Rumbos que no eran exactamente bienvenidos en el tipo de sociedad en la que conviven. Y ese fue, para Julián, para Enzo, y sus corazones tan enamorados del otro, el principio de su propio fin.
Y todo terminó, con el peor final posible, que es dejándose el uno al otro con el amor en sus manos. Con las ganas y deseos de una vida compartida hechos trizas, pero no por no ser posible, sino porque ellos mismos habían cavado su propia tumba al permitirse sentir de más. Al permitirse abrir la puerta del enamoramiento, y luego intentar cerrarla cómo si nunca hubiese existido.
Y Julián hubiese amado despertar aquél día, treinta y uno de enero de dos mil veintidós, con Enzo a su lado, durmiendo. Durmiendo hasta que él saliera del baño, despertando para el momento exacto en que tuvieran que bajar a desayunar, no sin antes repartir besos por toda su cara, diciendo lo muy afortunados que eran tanto el uno cómo el otro, de tenerse.
Porque su mejor regalo, siempre será, sería y va a ser que su amor sea tan infinito cómo el Universo, tan largo cómo la insistencia de Argentina por la soberanía de las Islas, y tan profundo cómo los ojos de Enzo, que guardaban tantas cosas, tantas palabras no dichas, tantos deseos que vivían en resguardo constante.
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𝗔𝗥𝗥𝗨𝗜𝗡𝗔𝗗𝗢𝗦 ▬▬▬ 𝔢𝔫𝔷𝔲𝔩𝔦𝔞𝔫
FanfictionEnzo y Julián son compañeros en la reserva de River y se llevan terriblemente mal, y no se molestaban en ocultar aquello hasta que, cómo castigo por ello se los obliga a pasar tiempo el uno con el otro teniendo que fingir una buena relación. Si demo...