𝗔𝗥𝗥𝗨𝗜𝗡𝗔𝗗𝗢𝗦 ▬▬▬ 𝔢𝔫𝔷𝔲𝔩𝔦𝔞𝔫

CAP 28

Intento cada día, curarme las heridas
El tiempo calma el dolor
Se me hace cuesta arriba, pero
más odiaría no haber tenido tu amor
Quisiera entender si hay un por qué,
si somos eternos

PRIMERA - cap 28: "Normalidad"

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El lunes a la mañana los recibió con un clima bastante tranquilo, no era caluroso ni frío, más bien templado. La necesidad de Julián de putearse por haber tomado bastante la noche anterior fue imperiosa y necesaria, odiaba despertar con dolor de cuerpo y cabeza juntos, más aún cuando tenía algo importante que hacer aquella mañana.

Su desayuno fue una sobredosis de nervios con un poco de café y el resúmen de lo bien jugado que había sido el partido de la noche anterior.

Su celular temblaba en sus manos, o sus manos temblaban con el celular en ellas, no supo distinguir cuál de las dos era realmente, lo cierto era que sus nervios se podían incluso ver a su lado.

Suspiró, buscando el famoso chat de Enzo, sintiendo que las mariposas en su estómago eran enormes, y podían representar tanto sus nervios por cómo se daba la situación cómo también de por quién se trataba.

Intentó, con toda su buena voluntad, enviar un mensaje claro, conciso y agradable. Sus nervios controlaban todo excepto su cerebro, por ahora.

Buen día Enzo, perdona que te joda a esta hora.

Se río ante ese 'a esta hora', porque eran las nueve de la mañana y, si lo conocía lo suficiente, sabía que Enzo seguiría durmiendo, plácidamente en su cama con todo a oscuras.

Te quería decir si te pintaba pasar por mi casa,
hay unas cosas que quiero hablar con vos.
Espero no joderte, y cuando puedas contestar
que lo hagas.

Julián asintió, creyendo que aquello estaba bien. O lo más cercano a eso. Los envió y sintió una gran descarga de nervios irse de él, dejó el celular a su lado y se convenció que debía limpiar un poco antes de que el otro llegue. Si es que iba...

✧

Mientras tanto, contrario a lo que había creído Juli, Enzo sí estaba despierto, haciendo el desayuno aquella mañana.

No le gustaba despertarse temprano cuando podía dormir más de lo usual, pero con Joyce era imposible dormir hasta después de las nueve.

Para su suerte, y la de Joyce incluso, sus amigos aparecieron en la puerta de su casa con unas facturas para disfrutar de aquella mañana.

Si su mala cara al ver a Joyce fue muy notable, ni Enzo ni ninguno de los otros dos hicieron un comentario al respecto.

Cuando volvió a la sala, luego de haber preparado el mate en la cocina, se encontró con Joyce preparando sus cosas para irse.

"¿Ya te vas?" preguntó, curioso. Menos mal.

"Voy a juntarme con las chicas" dijo y sonrió. "¿Ya me extrañas?" preguntó, divertida.

No.

"Algo así" murmuró Enzo, mintiendo tan descaradamente que dolía. "¿Querés que te pida un Uber?" preguntó y ella negó.