Al día siguiente se dirigió con entusiasmo al instituto, sentimiento que hace años no sentía con tal intensidad, estaba empezando a sentir confianza en aquel que fue su mejor amigo de años, su cimiento ante la debacle continua que fue su infancia estaba volviendo de manera lenta y con una estabilidad que parecía de fantasía, y eso no podía más que llenarle el corazón de una sensación positiva.
Estaba dejando la oscuridad sin tener que sufrir o provocar ningún dolor, y aunque aquella luz que ahora lo quería guiar nuevamente no emitía calor como antes, se sentía pleno ante el camino por el que andaba.
Cuando llegó a su plantel de estudio sintió un revuelo en el estómago al no ver a Sasuke parado en la entrada esperándolo. Intentando ignorar la extrañeza, siguió caminando al interior del lugar, pero una punzada en el pecho no le permitió llegar hasta el aula.
Iba de regreso a la entrada, dispuesto a salir a buscarlo, pero sintió una inquietud que no lo dejó llegar a la puerta. En lugar de eso, empezó a andar con inquietud entre los pasillos del instituto hasta que llegó al gimnasio, sintiendo su corazón comprimirse con un dolor irracional.
Empeoró cuando escuchó unos murmuros detrás de las gruesas puertas que los volvían inentendibles. Suspiró pesado. Tenía un horroroso deja vú sobre esa situación.
Pero no, no quería imaginar de más, por lo que tomó aire para relajarse y con decisión empujó ligeramente la puerta, asomando la mirada con discreción.
Se sorprendió ante lo que vió, con su furia creciendo conforme su mente captaba la situación.
Sin soportarlo más abrió la puerta de golpe, sorprendiendo a los cinco chicos que se encontraban dentro, golpeando el cuerpo de Sasuke que se encontraba en el suelo sin hacer nada más que intentar cubrirse de los golpes.
Con pasos retumbantes corrió hasta llegar abrupto al lugar, soltando un golpe sorpresivo a uno de los chicos que se habían congelado ante su expresión de furia total. Si Naruto era conocido por algo en todo el instituto era por su estilo de pelea callejera, que acompañado de su fuerza y terquedad, lo convertía en un verdadero miedo ante los abusadores que alguna vez quisieron meterse con él.
Dos de ellos corrieron del lugar apenas pudieron, dejando a los otros tres que recibieron mayores golpes que les dejarían marca, intentando dar pelea inútilmente. Una vez Naruto deshago su irá y entró en razón soltó a los chicos, parándose unos segundos mirando a la nada.
Hacia tiempo que no tenía un arranque de ira igual. Miró de reojo al culpable indirecto de aquella situación.
–Sasuke...– lo llamó, ya que el chico no se había movido de su posición en todo el tiempo que Naruto llevaba ahí.
Apenas escuchó su voz pareció reaccionar, alzando la vista con el miedo en sus ojos.
–Naruto...– soltó en un de alivio, levantándose con pasos temblorosos corrió hacia él, abrazándolo sorpresivamente con desespero.
–¿Por qué no te defendiste?– preguntó bajo, sin corresponder su agarre.
–Yo...– Naruto lo alejó lo suficiente para ver su rostro, observando su expresión de incertidumbre.
–¡Tú sabes pelear!– recalcó enfurecido –¡Empatas conmigo en la pelea, ¿y me vas a decir que no te pudiste defender de esos tipos?!
Tardó unos segundos en responder, pero sus palabras firmes lo dejaron en blanco.
–A ti no te gusta la violencia...
¿Qué...?
–¡Eso nunca te importó!– ahora la desesperación era clara en su voz. –¿Qué te está pasando, Sasuke? ¿Por qué a pesar de que lo intento, no siento que seas el mismo de siempre...?– confesó con dolor.
–¿No te gusto?
–¡Eso no tiene nada que ver! Actúas tan... dócil y yo no logro entiender dónde quedó aquel chico arrogante por el que me esforcé en no extrañar, y ahora que te tengo al lado... lo hago más que nunca...
—¿Cuándo era orgulloso te gustaba más que ahora?
¿Por qué siempre tenía que terminar diciendo algo referente a él? ¿Por qué ahora Sasuke no parecía ser nada sin él de una manera casi enferma? Sasuke era el que había sido golpeado y aún así parecía más preocupado por lo que pensara el rubio, preguntando por sus sentimientos en la peor de la situaciones.
Un nudo empezó a crecer en su garganta y con dolor y nostalgia en su voz, habló débil.
–¿Por qué crees que me dolieron tanto tus palabras...?– aferrándose al cuerpo contrario al fin correspondió el abrazo que no sabía que necesitaba. Se sentía de cierta forma consolado.
Sasuke lo obligaba a recordar aquel momento de dolor que los alejó sin parecer consciente realmente.
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06/01/24
Vk~
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Muñeco vudú || NSN
FanfictionHinata siempre amó a Naruto, y con más capricho que amor, descubrió una forma de robar el amor de Naruto para al fin obtener una respuesta afirmativa a sus sentimientos Pero una interrupción y un paso mal dado, logrará causar dolor en Naruto al ser...